20 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

La andaluza triunfó en el cine internacional entre los años 50 y 70 y volvió a primera línea presentando el 'Telecupón' en los años 90 en Telecinco

Adiós a Carmen Sevilla, la sonrisa que conquistó a España: Su vida, sus amores y sus incontables éxitos

Carmen Sevilla en 'Nadie oyó gritar' (1973) de Eloy de la Iglesia.
Carmen Sevilla en 'Nadie oyó gritar' (1973) de Eloy de la Iglesia.
Carmen Sevilla ha fallecido a los 92 años. La actriz andaluza es uno de los grandes mitos de la cultura popular en nuestro país. La artista triunfó en el cine internacional entre los años 50 y 70 y volvió a primera línea presentando el 'Telecupón' en los años 90 en Telecinco. Hasta su retirada de los focos en 2010 por una enfermedad que afectaba a su memoria protagonizó la vida social y cultural española durante siete décadas.

En un país tan poco dado a llegar a punto de encuentro, Carmen Sevilla reunía la rara cualidad del consenso. Pocos personajes han sido tan queridos por una mayoría de la sociedad española. A pesar, incluso, de sus polémicas (que las tuvo) y sus contradicciones. Tal vez porque las hicimos nuestras. Tanto como el resto de aspectos de su personalidad. 

Carmen Sevilla falleció este martes 27 de junio de 2023 tras más de un década conviviendo con la terrible enfermedad que borra la memoria. Un mal que impedía a Carmen Sevilla recordar quién era y lo que representaba. 

Desde el domingo por la noche se encontraba ingresada en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Desde el primer momento su único hijo, Augusto Algueró Jr. no quiso que se trasladesen a los medios datos sobre lo que ocurría con su madre, aunque en el ánimo de todos estaba que nos encontrábamos antes los últimos momentos de la mítica actriz. 

Última imagen pública de Carmen Sevilla. 

Las decisiones de su hijo no fueron entendidas por algunos periodistas y por famosos amigos de la artista como Norma Duval que llegó a recriminar a Augusto públicamente no dejar visitar a su madre. 

Los rumores sobre la salud de la andaluza llegaban cada cierto tiempo a los medios y hasta muchos anunciaron erróneamente su muerte cuando estaba a punto de celebrar su 90 cumpleaños. Puede que el hermetismo de su hijo no favoreciera pero no le faltaba razón cuando velaba por que la última imagen de su madre fuera cuando aún era una artista y que ese recuerdo fues el que perdurase en la memoria de todos. Él y el gran amigo de Carmen Sevilla, Moncho Ferrer eran los únicos que estaban autorizados para visitarla. 

Ahora que Carmen ya no está la crónica urgente de lo que ocurrió en sus últimas horas cobra menos importancia frente al recuerdo de lo que supuso su figura. Su biografía pública recorre siete décadas de la vida española. Del cine de la posguerra, que acompañó a las generaciones del hambre y la represión al desarrollismo de los 60, el rupturismo de los 70 y la explosión multimedia de los 90 y los primeros años del siglo XXI. 

No le agradaba el término tonadillera y no le faltaba razón. Como le gustaba repetir ella no era "una cantante que hacía cine" sino "una actriz que de vez en cuando canta". 

Sus inicios 

Carmen García Galisteo nació en Sevilla el 16 de octubre de 1930 en el seno de una familia culta y acomodada. Su abuelo paterno dirigió un periódico satírico y su padre, Antonio García Padilla, aparte de notario en sus ratos libres escribía obritas de teatro y canciones para Estrellita Castro.

Con su descubridora Estrellita Castro. 

En su historia no hay anécdotas relacionadas con el hambre, la necesidad o la educación sentimental en la cultura popular de la calle. Tal vez por eso, tuvo un punto un tanto más cosmopolita que sus compañeras de generación como Paquita Rico o Juanita Reina. Sin llegar, claro, al punto exótico de Sara Montiel

Estrella internacional de cine 

Los aspectos folclorizantes sólo fueron un punto de su trayectoria. De sus más de 80 películas solo unas diez podrían considerarse dentro del género del musical folklórico. Con 15 años debutó como bailarina, amadrinada por Estrellita Castro. Su padre no quería de ninguna manera que su hija se metiera a artista.

La Castro le puso las cosas claras al señor García: “Mire usté, si su hija quiere ser una puta lo va a ser en un escenario o en una oficina”. Así las cosas, la niña hizo carrera. Tres años después ya era la estrella de una de las producciones más importantes del cine de la época, Jalisco canta en Sevilla protagonizada por la estrella mexicana Jorge Negrete. De la noche a la mañana se hizo popular en España y en América.

Pronto su fama fue unida a coproducciones con Argentina y México y, además, cruzó lo que parecía un rubicón inaccesible para la España de Franco, los Pirineos. Lo hizo de la mano de Luis Mariano, el único tenor con mallas que nunca diera el País Vasco, y que en Francia era toda una institución. Juntos hicieron tres películas que se convirtieron en clásicos y tras su ruptura profesional intentó hacer por Lolita Sevilla y Paquita Rico lo mismo que con Carmen, la internacionalidad.

Después de Luis Mariano lo suyo fue imparable. Rodó varios filmes en Francia, incluso con el indigesto humorista local Fernandel, en Italia Vittorio de Sica la eligió para sustituir ni más ni menos que a Sofía Loren y a Gina Lollobrigida en la saga Pan, amor y… Con el tiempo era normal que Hollywood llamara a su puerta.

La Paramount firmó un contrato con ella y rodó varios títulos, que no pasarán a la historia del cine, como Rey de Reyes (1961) donde hizo de María Magdalena. Su paso por la meca del cine le sirvió para codearse con Frank SinatraCary Grant o Ricardo Montalbán. Se resarció años más tarde, ya en su madurez, cuando hizo de la Octavia de Shakespeare en la adaptación que dirigió y protagonizó Charlton Heston en 1971 de Marco Antonio y Cleopatra.

El destape y el nuevo cine español

Ya en los últimos años del franquismo Carmen protagonizó cintas con dobles versiones en las que en España sólo se insinuaba y en el extranjero se mostraban los desnudos completos. Son años en los que, además, rodó con cineastas de renombre (Eloy de la Iglesia, Pedro Olea, Gonzalo Suárez, José María Forqué) y la crítica descubrió otras facetas de su talento. 

Carmen Sevilla en 'La loba y la paloma'. 

La Sevilla durante años no quiso hablar mucho de sus desnudos e incluso aseguraba que no habían sido tales. En otras ocasiones aseguraba que se trataban de un "sí, pero no". Lo cierto es que en cintas como Terapia al desnudoLa loba y la paloma o La cera virgen, Carmen cumplió la fantasía de muchos espectadores de ver sin ropa a uno de los grandes sex-symbol patrios. En 1978 se retiró tras rodar Rostros (1978) junto a Bárbara Rey. Lo hizo por el amor de su vida, el que sería su segundo marido Vicente Patuel. 

Dos maridos y muchos pretendientes

En las memorias que le dictó a Carlos Herrera en 2005 aseguró que se arrepentía de haber sido tan “decente”. En dicho libro repasaba todos los posibles amores y pretendientes que tuvo y que, influenciada por su devoción religiosa, rechazó. Yul Bryner se enamoró de ella cuando la conoció en una fiesta organizada por su amiga Lola FloresCantinflas en México le regaló un portentoso zafiro, pero Lola Flores le obligó a devolverlo. “Si lo aceptas ya sabes lo que va a querer a cambio”, le dijo muy acertadamente ‘La Faraona’.

Más improbable fue su supuesto affaire con Luis Mariano que, seguramente, estaría más interesado en cualquier bailaor del conjunto que en nuestra estrella. Sin embargo, Carmen aseguraba en sus citadas memorias que le pidió en matrimonio y le rechazó por ser homosexual y, a renglón seguido, aseguraba que siempre se arrepintió ya que habría sido el mejor marido posible.

No en vano, estaba escarmentada. Su primer novio había sido el torero mexicano Carlos Arruza que la obligó a elegir entre él y el cine. Evidentemente, ella eligió convertirse en una estrella. En 1961 se casó en la catedral de Zaragoza con Augusto Algeró, compositor oficioso de la España del desarrollismo. Con él sería madre y conoció el martirio de las infidelidades del compositor catalán. 

La modelo de Brandy, una Miss España y alguna actriz popular como Ornella Mutti habían sido las terceras en discordia del matrimonio entre la actriz andaluza y el compositor catalán en otras ocasiones, pero el protagonismo del romance de Algueró y Blanca Estrada en las revistas del corazón de 1974, hicieron que Carmen pusiera pie en pared. 

El compositor y la aspirante a estrella compartieron casa durante un tiempo e hicieron escapadas a la Costa Azul de Francia que fueron puntualmente recogidas por los semanarios rosas del momento. Sin embargo, la relación duró poco tiempo y tras su ruptura Algueró mantuvo un romance con una rubia que atendía al nombre de Gloria Fernández. Fue otra relación breve, previa a su historia de amor con Mariví Dominguín, que se mantuvo hasta 1980. 

El romance de Blanca Estrada y Augusto Algueró en las revistas del corazón. 

Según contó el periodista Manuel Román en Libertad Digital, la historia de amor entre Blanca Estrada y Augusto Algueró acabó cuando él le dio a alegir a ella entre seguir con su carrera o retirarse para estar juntos. Blanca Estrada escogió seguir en el cine. 

Por su parte, Carmen Sevilla en las memorias que le dictó a Carlos Herrera en 2005 asegura que tras romper con la Estrada, su todavía marido intentó volver con ella pero decidió mantenerse firme en su decisión. 

Luego llegó Vicente Patuel con el que se unió en 1984 y se retiró a una finca en Extremadura. La imagen de una Carmen entrada en carnes y en plan campestre sorprendió a muchos y se hizo fija en las revistas del colorín. El sex symbol casi sin solución de continuidad dio el salto a convertirse en una abuelita entrañable.

Vuelta a la fama gracias al "cuponcito"

En los primeros noventa fue reclamada por Telecinco para presentar el sorteo del Telecupón. Un programa que aparentemente no tenía ningún interés se convirtió en todo un show televisivo gracias a la personalidad de Carmen Sevilla que pareció encontrar su medio ideal. Sus meteduras de pata continuas la acercaron al espectador medio, aunque siempre quedó la duda de si la mayoría de sus actins estaban o no preparados. De la ‘cadena amiga’ saltó a Antena 3 y de ahí a Canal Sur y, por último, a Televisión Española protagonizando una guerra con José Manuel Parada que la acusó de haber actuado de mala fe, para arrebatarle el puesto. En 2010 se retiró de las pantallas y en 2012 se confirmó el problema de salud con el que ha convivido hasta el final de sus días. 

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