08 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Al zaragozano Grimal se le atribuyen más de 400 impagos en establecimientos, pero nunca ha podido ser embargado al no tener propiedades ni cuentas

El historial delictivo de Antonio Miguel, el ‘rey del simpa’: Más de 60 estafas y condenado por agresión sexual

El Cierre Digital en Fotografía de Antonio Grimal 'el rey del simpa' en la Audiencia de Zaragoza
Fotografía de Antonio Grimal 'el rey del simpa' en la Audiencia de Zaragoza
Esta semana se confirmó que Antonio Miguel Grimal, conocido como el ‘rey del simpa’, ha sido condenado a un año de prisión, además de multa, por una agresión sexual sobre una funcionaria de la Policía Nacional en Zaragoza. Grimal ha ganado notoriedad en los últimos años tras cometer numerosos ‘simpas’, que lo han llevado a entrar y salir de prisión pues no puede ser embargado al no tener nada en propiedad. Detrás de su amplio historial como estafador se esconde una actitud compulsiva.

En los últimos días se reveló que Antonio Miguel Grimal Marco, más conocido como el 'rey del simpa', ha sido condenado a un año de prisión por agresión sexual después de tocar el pecho de una funcionaria de la Policía Nacional en Zaragoza. Esta condena se suma a las más de sesenta estafas menores por las cuales ha sido detenido en los últimos años. Grimal no es conocido por ser una persona violenta, sino que se dedica a comer en restaurantes y luego se niega a pagar la cuenta. Sin embargo, en esta ocasión actuó de manera diferente.

Durante el juicio, la víctima afirmó que se sintió incómoda durante el interrogatorio debido a los gestos y guiños de Grimal. Aunque los magistrados no consideraron probada esta circunstancia debido a la posición de la cámara de seguridad, no dudaron de lo que ocurrió después en el pasillo de la comisaría. Según la sentencia, Grimal fijó su mirada en el pecho de la funcionaria, se acercó y tocó su pecho de manera lasciva.

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Fotografía de Antonio Miguel Grimal durante su juicio en la Audiencia Provincial de Zaragoza

La agente se apartó de inmediato y Grimal reaccionó con una excusa relacionada con el distintivo que la agente llevaba en el pecho. Sin embargo, el tribunal consideró que el tocamiento fue voluntario y violó el derecho a la autonomía personal de la víctima en el ámbito sexual. La acusación particular y la sentencia argumentan que este comportamiento revela las intenciones libidinosas de Grimal.

La Fiscalía consideró el incidente como una provocación más que un delito y propuso la absolución. Sin embargo, la Audiencia decidió condenar a Grimal a un año de prisión y a indemnizar a la víctima con 300 euros por los daños morales. Además, tendrá que pagar las costas del juicio.

El polémico historial del ‘rey del simpa’

Conocido popularmente como el ‘rey del simpa’, Antonio Miguel Grimal Marco, de 48 años, ha logrado notoriedad en España por utilizar siempre la misma estrategia: visitar bares y restaurantes para disfrutar de la comida y bebida que desea, pero luego negarse a pagar la cuenta. Esta tendencia se ha repetido durante los últimos siete años y tuvo uno de sus casos más destacados el pasado mes de agosto. Además, siempre muestra la misma actitud cuando se enfrenta a esta situación.

No recurre a la violencia, simplemente pide su comida y una vez que ha disfrutado de un festín, informa al camarero que no tiene intención de pagar por lo que ha consumido. Cuando los empleados del local deciden llamar a la policía, él se mantiene tranquilo y sereno, sin cambiar su actitud, mientras las autoridades proceden a su arresto.

Aunque Grimal nació en Barcelona en 1975, actualmente reside en Zaragoza, donde ha llevado a cabo la mayoría de sus actividades fraudulentas, que le han llevado a entrar y salir de la cárcel en más de una ocasión. Algunas de estas estafas se realizaron apenas minutos después de su liberación de prisión tras un arresto anterior. Parece que este comportamiento es una tendencia compulsiva que Grimal no puede controlar. La mayoría de los dueños de restaurantes en su área ya lo conocen y le han prohibido sistemáticamente la entrada a sus establecimientos. También son conscientes de que no tiene propiedades a su nombre, por lo que no pueden embargarle nada, lo que resulta en una constante entrada y salida de prisión. 

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Imagen de Antonio Miguel Grimal durante su entrevista en el programa Equipo de Investigación / La Sexta

Utilizando la simple pero arriesgada estrategia de negarse a pagar en establecimientos ha acumulado más de 60 estafas menores, siempre por cantidades inferiores a 400 euros, lo que ha resultado en múltiples arrestos en los últimos años. De hecho, su figura se llegó a viralizar protagonizando un reportaje del programa Equipo de Investigación, en el que un agente aseguró que Grimal solía comer tres veces al día, una de ellas sin pagar y las otras dos en la cárcel. 

Los reporteros del citado programa localizaron a Grimal el pasado mes de diciembre. El individuo, quien disfrutaba de comida gratuita en los restaurantes más exclusivos de la ciudad, ahora depende de la caridad, según explicó. Según Grimal, su conducta se debe a que "no tenía nada más que hacer. Después de pedir ayuda y no recibir ninguna, decidí entrar y comer", explicó Grimal frente a las cámaras del programa de Gloria Serra. Además, Grimal llegó a reconocer haber llevado los llamados ‘simpas’ más de 400 veces, aunque asegura haber pagado por ello.

Sin embargo, el 2 de abril de 2022 algo cambió. Este último delito no fue uno más en su historial, fue una agresión sexual -por la que ahora se le ha condenado a un año de prisión-. Antonio ni siquiera se presentó a su juicio, que tuvo lugar a principios de enero. Sin embargo, su víctima sí estuvo presente y testificó ante el tribunal de la Sección Primera. Ella declaró que Grimal le hizo varios gestos insinuantes durante el interrogatorio, lo que la hizo sentir incómoda. Sin embargo, en las grabaciones presentadas como pruebas, los jueces no pudieron confirmar esas circunstancias.

Cuando se encontraron en el pasillo las dudas se acabaron, ella acusó a Antonio de haberle tocado el pecho, mientras que él afirma que su gesto fue para señalar que ella no llevaba puesto un distintivo en su uniforme. La sentencia estableció que el tocamiento fue intencional y afectó el derecho de la víctima a su autonomía personal en lo relacionado con su cuerpo en un contexto sexual. Este es el caso más grave al que se ha enfrentado el conocido como ‘rey del simpa’, condenado a un año de prisión por la Audiencia, además de tener la obligación de indemnizar a la víctima con 300 euros por daños morales y pagar las costas judiciales, incluyendo las de la acusación particular.

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