Tres meses sin rastro de Paquita Estarelles en Valencia: 'Puede estar en la montaña'
Su hija Pepa ha explicado que "el 14 y 15 de septiembre haremos batidas de búsqueda en el paraje 'La Ceja' en Alborache"
La desaparición de Paquita Estarelles, vecina de Sollana, ha conmocionado a toda la comunidad de la Ribera Baja. Hace tres meses, el 30 de mayo, Paquita fue vista por última vez en el paraje de La Ceja, en Alborache.
Desde entonces, su familia ha vivido una pesadilla sin fin. La búsqueda ha involucrado a numerosos cuerpos de seguridad y voluntarios, pero hasta ahora, no ha habido rastro de la mujer de 79 años.
Su hija Pepa, en declaraciones para elcierredigital.com, ha compartido la angustia y el dolor que han acompañado a la familia durante este tiempo. Así como los esfuerzos realizados para encontrar a su madre. De igual manera, los días 14 y 15 de septiembre está prevista una búsqueda organizada por familiares y asociaciones como Adonay y Guardias Civiles Solidarios.
Paquita Estarelles desapareció mientras participaba en una comida entre amigos en Alborache. Según relata Pepa, “durante un breve paseo para recoger nectarinas en un campo cercano, mi madre se desorientó y nunca regresó”.
Aunque inicialmente se pensó que estaba cerca, los días pasaron y la preocupación creció. "Mi madre era una persona muy querida por todos. Tenía 79 años y, aunque había sido diagnosticada con un principio de Alzheimer, era una persona activa y plenamente funcional", comenta su hija Pepa.
Desde el momento en que se reportó su desaparición, la Guardia Civil inició una búsqueda intensiva en la zona. Helicópteros, perros rastreadores y decenas de voluntarios se sumaron al esfuerzo.
Sin embargo, la complejidad del terreno dificultó las operaciones. "A pesar de todos los esfuerzos, aún no hemos logrado encontrarla, lo que hace que sea muy difícil asimilar lo que ha ocurrido", explica Pepa.
La familia, junto con los cuerpos de seguridad, peinó cada rincón del paraje, pero la falta de pistas concretas empezó a sembrar la desesperación.
A medida que pasaban las semanas, la familia Estarelles no desistió. Pepa y sus familiares continuaron buscando a Paquita a diario, recorriendo el paraje de la Ceja y sus alrededores.
"La incertidumbre de no saber qué ha pasado con mi madre es lo más doloroso. No encontrar su cuerpo nos impide estar en paz", afirma Pepa.
La comunidad de Sollana, conmocionada por la desaparición, también se ha volcado en apoyar a la familia, participando en búsquedas y organizando vigilias.
La falta de pistas concretas ha llevado a la familia a explorar todas las posibilidades. "Ella tenía un principio de Alzheimer, pero estaba en un estado muy inicial. Mi madre era una persona activa, caminaba conmigo una hora y media, y aunque tenía algunos despistes, nunca había tenido problemas para orientarse", explica Pepa.
La familia no descarta que Paquita pudiera haberse desorientado debido a su condición, pero también consideran la posibilidad de que haya sufrido algún percance.
La implicación de las autoridades y asociaciones
Desde el inicio, las autoridades han estado involucradas en la búsqueda de Paquita. Sin embargo, la falta de resultados ha generado frustración tanto en la familia como en la comunidad. "La verdad es que la Guardia Civil actuó rápidamente, pero hubo confusión sobre la dirección de la búsqueda", comenta Pepa.
A medida que avanzaba la búsqueda, las autoridades ampliaron el radio de acción y comenzaron a considerar otras posibles rutas que Paquita podría haber tomado.
Además de las autoridades, diversas asociaciones se han sumado a los esfuerzos de búsqueda. La asociación Adonay, liderada por Jorge Granada y Guardias Civiles Solidarios, liderada por José Cabrera, se han sumado a la búsqueda.
Pepa espera que los voluntarios “proporcionen recursos y nuevas perspectivas que ayuden a la familia a mantener la esperanza”.
Elcierredigital.com también ha contactado con Jorge Granada, presidente de Adonay, para conocer más detalles.
Granada ha explicado a este medio que “para realizar las batidas volaremos varios drones por la zona. El objetivo es tomar miles de imágenes aéreas de la zona para determinar las áreas de búsqueda. De esta manera, cuando procedamos a la búsqueda sabremos dónde mirar cada uno”.
Jorge ha señalado también que “en las batidas participarán también la Unidad Canina de Olula del Río y la Federación Andaluza de Detección Deportiva. Peinaremos las zonas de caminos que rodean la montaña y luego subiremos con los voluntarios más preparados”.
La desaparición de Paquita ha dejado una profunda huella en su familia y amigos. "Es muy difícil asimilar que no la encontramos, que puede estar ahí y que cuando llueve está ahí. Eso es mortal", expresa Pepa.
La familia no ha podido cerrar este doloroso capítulo de sus vidas, y la espera se ha vuelto insoportable. "Necesitamos saber dónde está para poder despedirnos de ella como se merece, para poder llevarla a casa, para estar cerca de ella", señala Pepa.
A pesar de todos los esfuerzos, la búsqueda de Paquita Estarelles se ha estancado. Las autoridades han pasado la investigación a manos de la unidad judicial, lo que ha reducido las operaciones de búsqueda activa.
"Actuaron 10 días y luego ya nos quedamos los familiares", lamenta Pepa. La familia, sin embargo, no ha perdido la esperanza y continúa buscando a su madre por su cuenta, apoyada por voluntarios y amigos.
“Todo el mundo se ha volcado con el caso”
La desaparición de Paquita ha movilizado a toda la comunidad de Sollana. Vecinos, amigos y desconocidos se han unido en la búsqueda, mostrando un apoyo incondicional a la familia Estarelles.
Las redes sociales también han jugado un papel crucial, ayudando a difundir la noticia y mantener viva la esperanza de encontrar a Paquita. "Estamos abrumados por el apoyo que hemos recibido”, señala Pepa.
El caso de Paquita ha puesto de relieve la necesidad de mejorar los protocolos de búsqueda de personas desaparecidas, especialmente en zonas rurales y montañosas. La familia ha hecho un llamamiento a las autoridades para que revisen y actualicen las metodologías utilizadas en este tipo de operaciones.
"Entendemos que están haciendo todo lo que pueden, pero necesitamos más recursos, más coordinación y más apoyo. No podemos permitir que casos como el de mi madre se queden sin resolver", exige Pepa.
Tres meses después de la desaparición de Paquita Estarelles, su familia sigue sin respuestas. La búsqueda, aunque ha perdido intensidad, continúa gracias a la perseverancia de sus seres queridos y el apoyo de la comunidad. "No podemos descansar hasta que sepamos qué ha pasado con ella", afirma Pepa con determinación.
La familia espera que las autoridades no abandonen el caso y que, con la ayuda de las asociaciones y la comunidad, puedan finalmente encontrar a Paquita y darle el descanso que se merece.
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