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Hombre con camisa morada posando frente a una estructura de piedra con inscripciones y un jardín al fondo.
SUCESOS

Seis años del crimen de Llanes: Claves del asesinato del concejal de IU Javier Ardines

Las 4 personas condenadas por su muerte permanecen en prisión cumpliendo sus respectivas condenas de 20 y 22 años


Hace seis años que Javier Ardines, concejal de Llanes (Asturias), fue asesinado en los alrededores de su casa. Aquel 16 de agosto de 2018 los autores del crimen pusieron vallas en la carretera para conseguir que se bajase de su coche. Cuando Ardines lo hizo le golpearon y acabaron con su vida. El asesinato contó con todo componente: Sangre, desengaños amorosos y sicarios.

La figura clave del crimen fue  Pedro Nieva, que previo al asesinato había descubierto que su mujer y Ardines mantenían una relación. Tras un largo proceso, en diciembre de 2021 un jurado popular de la Audiencia Provincial de Oviedo condenó a cuatro individuos por el asesinato del edil de Izquierda Unida. El juicio se alargó durante un total de 18 sesiones.

Pedro Nieva fue condenado a 22 años de prisión por ser el inductor del crimen. Asimismo, los sicarios Djilali Benatia y Maamar Kelli  fueron condenados a 22 años de prisión por un delito de asesinato, ya que ejecutraron el crimen a cambio de dinero. Jesús Muguruza fue condenado a 20 años de prisión al ser considerado un intermediario necesario. 

La participación de Muguruza no se habría limitado a poner en contacto a Nieva y los presuntos asesinos de Ardines, sino que habría acompañado a los autores intelectuales y materiales al lugar de los hechos para preparar el terreno. Todos ellos fueron condenados a indemnizar a la viuda y los dos hijos de Ardines con 400.000 euros de forma conjunta y solidaria.

Tras los recursos de los cuatro condenados la sentencia fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.  En febrero de 2023 el Tribunal Supremo confirmó las condenas de los cuatro individuos. Repasamos las claves y principales pruebas de este crimen que conmocionó a la sociedad asturiana. 

Las claves del caso

Un día antes del crimen  Nieva envió un mensaje de WhatsApp al amante de su mujer, Javier Ardines. En ese mensaje solo figuraba un punto final. En la madrugada del 16 de agosto de 2018 Ardines cogió su furgoneta para ir a pescar. El concejal nunca llegó y a las dos horas una vecina encontró su cadáver junto al vehículo en marcha. Cuando llegaron las autoridades descubrieron que se trató de una muerte violenta, ya que la víctima presentaba varias heridas en la cabeza. 

Ardines había sido rociado con gas pimienta y golpeado con un bate de béisbol. Javier fue asesinado a trescientos metros de su vivienda. Inicialmente, la investigación tuvo varias líneas abiertas y se pensó que los móviles de su asesinato podrían ser de carácter político, laboral, personal y familiar. No obstante, después de varios meses de hermetismo y una exhaustiva investigación, se descubrió que  Pedro Luis Nieva Abaigar, de 48 años, casado con la prima hermana de la mujer del concejal era el autor intelectual del asesinato del edil asturiano. 

Javier y Pedro mantenían una relación de amistad y parentesco. Tanto que aparecen en fotos juntos en un ambiente familiar muy próximo. No era raro verlos a todos juntos en las fiestas que se celebraban por la zona de la costa asturiana a lo largo de los veranos.

La investigación concluyó que Pedro fue el principal artífice del crimen. El responsable del crimen habría investigado cómo espiar a su esposa de la que sospechaba infidelidad, además de contactar con un hombre de confianza que le asesoraría en cómo planificar el ataque a Javier Ardines. El asesinato finalmente fue cometido por dos sicarios argelinos contratados por Nieva. Durante su declaración, uno de los sicarios aceptó haber recibido un pago de 25.000 euros para “dar un susto” a Javier Ardines

Un camino estrecho rodeado de árboles y vegetación con una cerca de madera a un lado.
Camino donde fue atacado Javier Ardines, en las inmediaciones de su vivienda | Archivo

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil descubrió que Nieva había visitado varias páginas y consultado información relacionada con espionaje y sospechaba que instaló en algunos lugares de la casa de verano equipo destinado a vigilar a su mujer en todo momento.

Para la Guardia Civil fue clave que tras la muerte de Ardines, Katia Blanco, la esposa de Nieva, automáticamente sospechase de que su marido pudiera tener motivos suficientes para haber matado a Francisco Javier Ardines y estar detrás de su muerte, llegando a preguntarle de manera directa: "Pedro, qué has hecho".

Las relaciones entre Ardines y Katia, mujer de Pedro, se remontan a varios veranos atrás en Asturias y así se veía reflejado en el sumario: "cuando la manifestante tenía 18 años volvió a tener un romance con Javier. En esta ocasión se llegaron a acostar juntos (...) A raíz de aquel momento, la dicente y Javier continuaron teniendo relaciones sexuales de manera muy esporádica".

Esos episodios se repitieron durante los últimos 30 años y fueron descubiertos por Pedro, un 9 de diciembre de 2017, cuando grabó una conversación a la pareja, durante una comida en el bar Muros, de Nueva de Llanes. Pedro se levantó de la mesa con la excusa de ir al baño, pero dejó el teléfono móvil grabando bajo una servilleta y fue entonces cuando la pareja comenzó a hablar sobre su relación. Un par de días más tarde Pedro le recriminó a su mujer la infidelidad y le hizo escuchar el audio. El resto es historia de la crónica negra española. 

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