Peligros de cruzar la selva de Darién: “El terrible infierno” que sufren los migrantes

La República de Panamá es un país centro americano con aproximadamente 5 millones de habitantes.  Actualmente, Panamá es mundialmente reconocido por su comercio, sin embargo, en los últimos años se ha convertido en un país de paso para miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos de manera irregular.

El documental ‘Las huellas del Darién’, muestra desde primera mano las dificultades que sufren los migrantes cuando deciden atravesar la selva panameña.

Darién, “el mismo infierno” para los inmigrantes

La selva del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos y mortales para los migrantes que buscan atravesar la región en su camino hacia América del Norte. Esta densa y agreste selva tropical se ha convertido en un punto crítico en la ruta migratoria, donde miles de personas se aventuran cada año en busca de una vida mejor. Sin embargo, lo que se encuentran allí es una pesadilla de peligros y dificultades extremas.

El Darién, considerado como uno de los ecosistemas más diversos del mundo, se extiende a lo largo de aproximadamente 160 kilómetros entre Colombia y Panamá. Su terreno montañoso, con ríos turbulentos, espesa vegetación y clima impredecible, la selva representa una barrera casi insuperable para los migrantes que intentan cruzarla. Y es que a menudo, las personas se adentran en la selva sin la preparación adecuada ni el equipo necesario para sobrevivir en ese entorno hostil. En el documental ‘Las huellas del Darién’ se observa a personas descalzas con sus pies completamente destruidos o mujeres tumbadas en el suelo, que podrían estar muertas, pero solo están tomando un descanso para continuar con la travesía.

Un camino donde también es común encontrar cadáveres de personas que no han podido sobrevivir a la peligrosidad de esta selva.

Los peligros a los que se enfrentan

El primer y más obvio peligro al que se enfrentan los migrantes en la selva del Darién es la propia naturaleza. La densa vegetación dificulta la orientación y la progresión, y los senderos improvisados ​​se presienten rápidamente en laberintos mortales.

Además, las condiciones climáticas también son extremas, con fuertes lluvias, calor sofocante- de 32 a 37 grados centígrados, con una sensación térmica que supera los 40 grados-e insectos portadores de enfermedades. Además, la selva alberga diversas especies de animales salvajes, incluidas serpientes venenosas y depredadores, que representan una amenaza constante para aquellos que se aventuran, siendo su última y única opción de vida. “No es recomendable para nadie”, explican algunos migrantes en el documental ‘Las huellas del Darién’.

Sin embargo y pese a todos los peligros existentes,  en lo que va del año más de 183.000 personas han atravesado la selva poniendo su vida en riesgo.

Negocio para bandas criminales

Pero los peligros naturales no son los únicos desafíos mortales en el Darién. Los migrantes también se enfrentan a una serie de riesgos asociados con la criminalidad y el tráfico de personas. Las organizaciones criminales y los grupos armados que operan en la región ven a los migrantes como presas fáciles. Los migrantes son víctimas de extorsión, secuestros, violencia sexual y asesinatos. Muchos son obligados a pagar grandes sumas de dinero a los traficantes de personas ya realizar trabajos forzados para financiar su travesía.

Algunos testimonios confiesan en el documental como es enfrentarse a las bandas criminales. “Las bandas criminales te roban, a algunas mujeres las violan, otros son secuestrados, otras personas asesinadas y algunas arrastradas por la corriente. Dentro de la selva también hay mafias que controlan todo adentro”, comentaba el venezolano José Galeano al equipo de los diarios EXPRESO y EXTRA compuesto por el periodista Josue Andrade y el realizador Juan Carlos Castro.

Además, la falta de servicios básicos en la selva del Darién agrava aún más la situación de los migrantes. La escasez de agua potable, alimentos y atención médica adecuada incrementa el riesgo de enfermedades y desnutrición. Los migrantes se ven obligados a depender de fuentes de agua no potables  y a subsistir con lo que pueden encontrar en el entorno hostil de la selva.

Actuación por parte de autoridades

La situación en la selva del Darién ha generado preocupación y llamados urgentes a la acción por parte de organizaciones de derechos humanos y agencias internacionales. Se insta a los gobiernos de Colombia y Panamá a tomar medidas para proteger la vida y la integridad de los migrantes, brindando asistencia humanitaria, servicios de protección y rutas seguras y legales para aquellos que buscan llegar a sus destinos finales.

Las propias autoridades panameñas reconocen en el documental que ha aumentado la lucha contra el tráfico de drogas. Sin embargo,  actualmente  la trata de personas es una modalidad que también gana espacio. “Se ha vuelto más fácil trasladar a una persona o hasta una familia que un kilo de droga; además se ha conocido que hasta da más dinero”, explicó el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino, al medio EXPRESO.

El comienzo del trayecto hacia Estados Unidos

Cruzar el Darién no marca el final del viaje, es más bien el punto de partida hacia la travesía centroamericana.  El documental ‘Las huellas del Darién’, explica como aquellos que logran superar la selva,  deben coger un autobús de $40, con el objetivo de llegar a la provincia de Chiriquí en Panamá, en un recorrido que puede durar al menos doce horas. Desde allí, deben atravesar la frontera con Costa Rica y posteriormente pasar por Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, donde muchos son víctimas de violencia perpetrada por los mismos traficantes de personas, o son deportados a sus países de origen. En última instancia, solo aquellos que sobrepasan todos estos obstáculos llegan a Estados Unidos, el anhelado destino final.

Sin duda alguna, la selva del Darién representa una amenaza mortal para los migrantes que se aventuran en su interior. Los peligros naturales, la criminalidad despiadada y la falta de servicios básicos definidos esta región en un infierno para aquellos que buscan un futuro mejor.