Pablo Ibar afronta el 28 de febrero su primera apelación para evitar la perpetua

Tres años después de su condena a cadena perpetua Pablo Ibar afrontará el próximo martes 28 de febrero su primera apelación. En esta vista que tendrá lugar en Florida, EEUU,  su defensa solicitará la revocación de la pena actual y la celebración de un nuevo juicio. La sesión se realizará por videoconferencia pero podrá verse en la web oficial del Tribunal de Apelaciones. Joe Nascimento, abogado de Pablo Ibar, ha indicado, “confío en que los jueces estarán de acuerdo en que Pablo no recibió un juicio justo”. 

En 2019 Pablo fue declarado culpable de un triple asesinato cuya autoría siempre ha negado. En esta apelación Pablo afronta una fase clave en su lucha por demostrar su inocencia. El escenario de la apelación será el Tribunal del Cuarto Distrito de la Corte de Apelaciones, con sede en la ciudad de West Palm Beach, en el estado de Florida. Cabe recordar que Pablo pasó cerca de veinte años en el corredor de la muerte, ya que en el año 2000 fue condenado a muerte. Sentencia que la Corte Suprema de Florida anuló en 2016 y ordenó repetir el juicio. 

Sin embargo, en el cuarto juicio que se celebró contra él en el Tribunal de Fort Lauderdale, los miembros del Jurado —siete mujeres y cinco hombres, de los cuales cinco son afroamericanos, cuatro hispanos y tres anglosajonas— condenaron a Pablo Ibar a cadena perpetua tras declararle culpable de triple asesinato. En la apelación se solicitará la celebración de un nuevo juicio “con todas las garantías,  confío en que, tras revisar las pruebas así como los problemas y las decisiones del tribunal que le juzgó entre 2018 y 2019, los jueces estarán de acuerdo en que Pablo no recibió un juicio justo” afirma Joe Nascimento.

El abogado de Ibar tendrá solo 20 minutos para exponer los motivos que le llevan a solicitar que Pablo sea juzgado de nuevo. Durante la intervención del abogado el tribunal podrá interrumpir su discurso en demanda de aclaraciones o precisiones sobre los hechos narrados. Después de la defensa intervendrá el fiscal asignado al caso que tendrá que esclarecer las dudas que pedan surgir entre los jueces. La sesión concluirá con una última intervención de la defensa. En este caso el jurado estará compuesto por la magistrada Melanie G. May y los jueces Cory J. Ciklin y Jeffrey T. Kuntz, que han tenido que revisar 20.000 páginas de transcripciones. 

Los doce motivos de la defensa de Pablo Ibar

En esta apelación Joe Nascimento expondrá los doce motivos por los que considera que el juicio de Pablo en 2018-2019 fue injusto. Uno de los motivos es la existencia de una minúscula muestra de ADN perteneciente a Pablo Ibar en una camiseta hallada en el escenario de los hechos y portada por uno de los autores del delito. En base a este motivo Andrés Krakeberber, portavoz de la asociación Pablo Ibar-Juicio Justo, explica que “esta muestra biológica fue incorporada a la causa de manera sorpresiva solo unos meses antes del inicio del último juicio. Hasta ese instante, todos los análisis efectuados habían dado negativo respecto a restos vinculados a Pablo Ibar. Las trazas genéticas del acusado encontradas eran, además, de valores tan insignificantes que, según la defensa y peritos, sólo podían ser producto de una contaminación accidental durante la custodia de pruebas”.

Respecto a esto Joe Nascimento reclama, “espero que pregunten por el ADN, porque estaré preparado para mostrarles cómo en seis zonas distintas de la camiseta aparece el ADN de un hombre, y ese hombre no es Pablo Ibar. Estamos preparados para mostrar a los jueces como el hombre del vídeo, que cometió este asesinato, se restregó la camiseta por la cara varias veces, la tocó en repetidas ocasiones, se limpió la boca y habló dentro de la camiseta durante varios minutos. Y como era de esperar, se encontró saliva en esa camisa, y la saliva no coincidía con la de Pablo Ibar”.

Otra de las causas de revocación es la actuación del magistrado Dennis Bailey, que dirigió el proceso en el que Pablo fue condenado a cadena perpetua. “El juez vulneró los derechos constitucionales del acusado. Pablo tiene garantizado constitucionalmente un juicio justo, el cual le otorgarán a través de la anulación del veredicto y de la sentencia” indica el abogado. Ibar ha sido trasladado recientemente desde el centro penitenciario de Okeechobee (Florida), donde permanecía desde que le fue conmutada la pena de muerte por la de perpetua, a otra instalación privada, donde ha encontrado mejores condiciones que en la anterior, y en la que desarrolla diversas actividades, a la vez que ha iniciado un curso de soldador.

En 2016 el Tribunal Supremo de Florida estimó que las pruebas contra el acusado eran endebles y dejó sin efecto la pena de muerte que pesaba sobre él ordenando un nuevo juicio. El Supremo de Florida censuró la mala praxis del letrado que defendió al acusado y concluyó que no habían pruebas físicas que conectasen al acusado con el triple asesinato. En el caso actual desde la asociación y la defensa se espera que ocurra una situación similar, de no ser así la defensa acudirá al Tribunal Supremo de Florida.

La historia de Pablo Ibar: 28 años de prisión

El caso de Pablo Ibar y su larga estancia en la prisión estadounidense es uno de los más polémicos de la historia de nuestro país. Tanto que la cadena Movistar+ produjo la serie ‘En el corredor de la muerte’, basada en el libro del periodista Nacho Carretero.

Ibar fue detenido el 14 de julio de 1994 en Miami Dade por allanamiento de morada y robo, delitos por los que fue condenado a ocho años de cárcel. El 8 de agosto de ese año fue acusado del triple crimen cometido en Miramar, pese a que éste siempre defendió su inocencia y aseguró que esa noche había estado con su novia, Tanya Quiñones, con la que posteriormente se casó.

Pablo Ibar fue declarado culpable del triple crimen que en junio de 1994 acabó con las vidas de Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno y propietario del chalet donde se perpetraron los delitos, y de las jóvenes Sharon Anderson y Marie Rogers. Los tres fueron asesinados por dos individuos que irrumpieron en la vivienda. La secuencia de los hechos fue grabada por una cámara de vídeo situada en el salón de la casa, que, en un momento determinado, capta el rostro de un joven con rasgos latinos que la Policía identificó con Pablo. Sin embargo, en el último juicio celebrado en 2018/2019 quedó acreditado, incluso por peritos de la acusación, que dicho vídeo no tenía la calidad de imagen suficiente para realizar ninguna identificación.

El primer juicio fue declarado nulo por falta de acuerdo del jurado, el segundo aplazado, pero en el año 2000 se le consideró culpable y fue condenado a muerte. Años más tarde, la luz parecía llegar cuando en 2016, la Corte Suprema de Florida anuló la sentencia de pena de muerte y ordenó repetir el juicio, al determinar que había tenido "una defensa ineficaz" y había sido condenado a partir de pruebas "débiles y escasas".