Media España, en alerta: la nueva estafa con la que podrías perder todo tu dinero

En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberdelincuencia evoluciona a pasos agigantados. Y uno de los métodos más sofisticados que ha cobrado protagonismo recientemente es el keylogging.

Este término, poco conocido para muchos, describe una técnica que permite a los estafadores registrar cada pulsación que se realiza en un teclado. Un hecho que les proporciona acceso directo a contraseñas, números de tarjetas de crédito y cualquier otra información sensible que el usuario teclee.

¿Qué es el keylogging y cómo funciona?

El keylogging es un tipo de software o hardware malicioso que se instala en un dispositivo sin el conocimiento del usuario. Una vez instalado, comienza a rastrear y registrar todas las teclas que se presionan, desde simples búsquedas en Internet hasta la introducción de credenciales bancarias.

Este registro detallado permite a los delincuentes acceder a información personal crítica, lo que les facilita cometer fraudes como el vaciado de cuentas bancarias.

Existen dos tipos principales de keyloggers: los software y los hardware. Los keyloggers de software son programas que se instalan en el sistema operativo y operan segundo plano sin que el usuario se percate.

Por otro lado, los keyloggers de hardware son dispositivos físicos que se conectan entre el teclado y el ordenador. Estos también pueden capturar cada pulsación. Ambos métodos son extremadamente peligrosos, ya que la información capturada puede ser enviada a los estafadores en tiempo real, permitiéndoles actuar rápidamente.

Un riesgo en aumento

Se trata de un tipo de estafa que está en auge. Sobre todo en dispositivos electrónicos que no cuentan con suficientes medidas de seguridad. Los keyloggers pueden llegar a los equipos a través de correos electrónicos infectados, descargas de software no seguro o incluso mediante conexiones físicas no autorizadas.

Una vez que el keylogger se ha instalado, es extremadamente difícil para un usuario común detectar su presencia, ya que opera de manera silenciosa y no afecta el rendimiento del dispositivo. Lo que hace que este método de estafa sea tan peligroso es su capacidad para capturar información en tiempo real. Lo que significa que los estafadores pueden obtener acceso inmediato a las cuentas de los usuarios.

Con solo unas pocas pulsaciones, un keylogger puede recopilar todos los datos necesarios para realizar transferencias bancarias fraudulentas. Además de acceder a cuentas de redes sociales o incluso secuestrar identidades digitales.

Medidas de precaución

Aunque la amenaza del keylogging es real y creciente, es posible protegerse tomando ciertas precauciones. Los expertos aconsejan a los usuarios que mantengan sus sistemas operativos y programas actualizados, utilicen software de seguridad confiable y eviten descargar archivos de fuentes no verificadas.

Además, es recomendable estar atento a cualquier actividad sospechosa en los dispositivos y realizar escaneos regulares en busca de posibles amenazas. La creciente sofisticación de las herramientas utilizadas por los ciberdelincuentes, subraya la importancia de la ciberseguridad en un mundo cada vez más digital.

Es crucial que todos los usuarios de dispositivos electrónicos se mantengan informados acerca de las nuevas tecnologías. Y tomen las medidas necesarias para proteger su información más valiosa.