Nueva agresión a Policía Nacional en Valencia: 'La violencia está descontrolada'

Es notable el incremento de agresiones a las  Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los últimos años. La última agresión a un agente ocurrió el pasado martes 28 de mayo en los calabozos de una comisaría valenciana.  El agente agredido necesitó puntos de sutura debido a la gravedad de la agresión. Debido a que esta agresión no se trata de un hecho aislado las organizaciones sindicales con representación en el Consejo de Policía, SUP, SPP Y UFP, han elaborado un comunicado conjuntamente.

“Desde las organizaciones queremos denunciar el aumento en los últimos años de las agresiones a agentes de Policía Nacional, el incremento de la tasa delincuencial que sufre la ciudad de Valencia se ha vuelto incontrolable. La violencia contra los policías y los Guardias Civiles está descontrolada”, señalan las organizaciones sindicales en el comunicado. 

Se trata de una  grave oleada de violencia que cada vez va a más. En el comunicado se indica que “los agresores se sienten impunes. Una vez más, el autor de los hechos quedó en libertad, y el agente herido con parte de la cabeza abierta suturada con grapas de baja médica, donde le esperan varios meses de recuperación y cuidados médicos”.

“Mientras día tras día los agentes de policía y de la Guardia Civil se juegan su vida y su integridad física en defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos, el Ministerio del Interior no les reconoce ni son considerados como profesión de riesgo. Cuántas víctimas necesitamos para que se nos reconozcan los mismos derechos que las otras corporaciones policiales como las Policías Autonómicas y Policías Locales”, concluye el comunicado.

En una conversación con elcierredigital.com el portavoz del SUP, Jacobo Rodríguez, señala que “el hecho de que cada vez haya más agresiones lo vemos con impotencia, rabia y cierto punto de desesperación al ver la pasividad de quien tiene que tomar las riendas e iniciar proyectos dirigidos a proteger a los policías.  Es necesario reformular todo esto con medidas legislativas que endurezcan este tipo de agresiones. No se debería permitir que en muchas ocasiones este tipo de agresiones se sustancien con multas irrisorias. Esto no puede continuar así”.

“También debe haber medidas contundentes a nivel cautelar. No puede ser que haya agresores reincidentes por numerosas ocasiones y se vayan de rositas porque nunca entran en prisión preventiva pese a concurrir en los requisitos. En el punto en el que estamos, con más de 11.000 agresiones anuales a agentes de la autoridad, o cambiamos el chip o vamos dirigidos a diluir el principio de autoridad. Es fundamental que las figuras de autoridad en este país se respeten. Debe haber un proyecto que nos proteja de verdad”, concluye Jacobo Rodríguez. 

Los hechos ocurridos

El martes 28 de mayo un indicativo policial de los zetas acudió a un centro comercial de la ciudad, donde los vigilantes de seguridad tenían retenido a un varón por un delito de hurto. En el lugar los agentes comprobaron la veracidad de los hechos. Ante la negativa del presunto autor a identificarse, aportar datos sobre su identificación y debido su actitud violenta ante los agentes,  el individuo fue trasladado a dependencias policiales a efectos de identificación para poder hacerle entrega de la citación para juicio rápido por el hurto cometido.

Una vez en dependencias policiales a fin de proceder adecuadamente a la identificación, se procedió a poner los grilletes  al presunto autor de los hechos como medida de seguridad ante la actitud desafiante y violenta hacia los agentes. Sin embargo, el individuo decidió no colaborar y se resistió activamente en todo momento a las directrices señaladas por los agentes. Tras varios intentos y medidas adoptadas a fin de tranquilizar al autor de los hechos y tener que soportar varias tentativas de agresión por parte de este, se trasladó al individuo al calabozo. 

Una vez allí el agente L.M.C observó que  el detenido se había quitado un grillete de una de las manos. Al entrar para colocárselo de nuevo, el autor de los hechos golpeó al agente fuertemente en la cabeza. Tras el golpe el policía  cayó al suelo y le provocó una herida inciso contusa, la cual necesitó asistencia médica de urgencia, necesitando una sutura de 7 grapas en la cabeza. Los demás agentes presentes en el lugar, tuvieron que reducir al autor de los hechos.