Las hijas de Zaplana, María y Rosa, serán sus abogadas en el 'caso Erial'
La abogada valenciana Carmen Gallego se une también al equipo jurídico del exministro
Eduardo Zaplana ha habilitado a sus dos hijas, María y Rosa María, como letradas en la causa por la que es investigado, según informó Valencia Plaza ayer. También ha contratado a una segunda abogada. De este modo, el expresidente, que se encuentra ingresado en el centro penitenciario de Picassent (Valencia), cuenta con un total de cuatro abogados para su defensa.
La nueva letrada que el expresidente de la Generalitat y exministro de Aznar ha contratado es Carmen Gallego, la misma que defendió y consiguió el archivo para Belén Reyero en el caso Valmor. Gallego es valenciana, echo que permitirá a su defensa actuar con mayor rapidez cualquier trámite de urgencia que se pueda producir en Valencia o en la cárcel en la que se encuentra. Hasta ahora Zaplana sólo contaba con el abogado madrileño Santiago Milans del Bosch, pero ahora tendrá la posibilidad de estar representado por sus dos hijas, que de esta manera podrán ver a su padre en la cárcel siempre que consideren oportuno y no teniendo que seguir el régimen de visitas impuesto por la normativa de la penitenciaría. María y Rosa María poseen una licenciatura en Derecho, título indispensable para poder representar como defensa a su padre.
De momento, el exministro ya ha recurrido hasta en tres ocasiones, intentando conseguir la libertad alegando razones humanitarias, y el día 8 de este mes anunció que recurrirá por cuarta vez. Han sido muchos los comunicados en los que alerta sobre su estado de salud basándose en informes realizados por diferentes médicos y entidades, pero todas sus peticiones para salir de prisión no han tenido la respuesta esperada por el expresidente y han sido rechazadas tanto por la magistrada instructora primero, como por la Audiencia Provincial después.
Los informes médicos no bastaron
El último intento por salir de prisión del exministro de Trabajo y Asuntos Sociales se basó en el informe que el médico que le trató del trasplante de médula y que el abogado de Zaplana remitió a la juez del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia, así como en otros dos informes que coincidían con el del doctor Sanz. El recurso reiteraba su petición de que se le dejara en libertad o se le permitiera estar en arresto domiciliario, "adoptándose todas las medidas de incomunicación que Su Señoría crea convenientes". El informe del doctor Sanz, elaborado tras la última revisión de su paciente en el hospital el pasado 31 de julio, advertía de que "un retraso de horas en su diagnóstico y tratamiento adecuado comprometería seriamente su vida". Por su parte, la familia de Zaplana alegó que "por razones puramente humanitarias, debería estar en un lugar que no ponga en peligro su vida", haciendo hincapié en que "es un derecho que asiste a cualquier ciudadano o ciudadana de nuestro país".
Eduardo Zaplana está en prisión desde su detención el pasado 23 de mayo junto a sus presuntos testaferros, Joaquín Barceló y Francisco Grau. Están imputados por delitos de blanqueo de capitales, cohecho, malversación de caudales públicos, delito fiscal y asociación ilícita. Por los mismos cargos están imputados Rosa Barceló, la mujer de Zaplana-que también padece leucemia-, el exconseller Juan Cotino y sus dos sobrinos, su exjefe de gabinete Juan Francisco García y su secretaria, Mitsouko Henríquez. A pesar de las casusas judiciales abiertas que acechan a la familia Zaplana, lo que más les preocupa es que el exministro pueda salir del centro penitenciario valenciano.
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