
Un jefe de la Ertzaintza, en el foco por un test de droga perdido: Qué esconde el caso
Investigan al jefe de la comisaría de Ondarroa por 'desaparecer' un test a su hijo y pone en duda la custodia de pruebas
La custodia de pruebas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es esencial para las investigaciones judiciales. Sin embargo, existen casos de irregularidades en este proceso que entorpecen el procedimiento. El caso conocido más reciente es el de un test positivo en drogas realizado al hijo de un jefe de la Ertzaintza, que supuestamente no llegó al laboratorio.
La unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza ha iniciado una investigación para esclarecer los detalles de lo ocurrido, como ha adelantado El Correo. Al parecer, el chico dio positivo de manera indiciaria en un control de tráfico el pasado mes de agosto, en el municipio de Mendexa. Los trámites iniciales se cumplieron, se envió la prueba a la comisaría y se abrieron diligencias, pero la muestra no llegó a la Policía científica.
El joven supuestamente es el hijo del jefe de la comisaría de Ondarroa, que anteriormente ya había pedido explicaciones a sus agentes por otro incidente con su hijo. Este caso, ocurrido hace dos meses, habría iniciado una investigación que ha destapado un supuesto malestar entre los policías por presuntas presiones. Según El Correo, el máximo responsable de la ertzain-etxea había pedido por escrito explicaciones a los agentes que sancionaron a su hijo.

El chico había sido multado supuestamente por posesión de marihuana. La unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza investigó este caso y ahora acaba de incoar otro operativo por el test de drogas ausente. Al no haber llegado este a manos de la Policía científica de Erandio, no se ha podido multar ni retirar puntos del carnet de conducir del supuesto infractor.
En este caso, al tratarse de un test de drogas con saliva, se trata de un control indiciario. El resultado positivo de esta prueba realizada por agentes no es suficiente para tramitar una sanción. La evidencia debe ser contrastada por un laboratorio. Y, posteriormente, se impondrá una multa que suele rondar los 1.000 euros y 6 puntos retirados del carnet.
El otro caso controvertido del jefe de la Ertzaintza
El jefe de la comisaría de Ondarroa, en la que desapareció el test positivo, ha tenido otra polémica relacionada con su hijo. En marzo esta autoridad pidió un informe a los agentes que sancionaron a su hijo por posesión de marihuana en la playa de Karraspio, como adelantó El Correo. Los hechos ocurrieron el fin de semana anterior, cuando una patrulla de ertzainas había acudido a las inmediaciones por unos supuestos altercados.
Tras percatarse del olor a marihuana, los agentes se acercaron e incautaron cannabis al hijo del jefe de la comisaría y a un amigo suyo. Al día siguiente, un familiar del primero, supuestamente, recriminó a otros agentes de la localidad la sanción. Según El Correo, les dijo que era familiar de su “jefe” y que no le parecía “normal” la multa por llevar “unos porros” encima.

La máxima autoridad de la comisaría supuestamente les pidió por escrito explicaciones a los agentes que impusieron la multa. Concretamente, un informe en el que expusieran las razones por las que se acercaron al grupo de jóvenes y los detalles de los hechos. Algunos agentes expresaron que se trataba de una forma de “presión” por haber sancionado a su hijo.
Los sindicatos se pusieron en contacto con los agentes afectados. Según El Correo, es raro que se pidan explicaciones por actuaciones rutinarias como son los controles preventivos de drogas. El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, confirmó que la Unidad de Asuntos Internos estaba estudiando el caso.
En cuanto al test desaparecido, no es el único ejemplo en el que irregularidades en la custodia de las evidencias han comprometido la investigación. Hace tres años, dos juzgados de Madrid y Palencia anularon cuatro multas por dar positivo en drogas. La razón se motivó en el hallazgo de varios errores en la cadena de custodia.
Cuatro multas de la DGT anuladas por los juzgados
A finales de 2022 se dio a conocer que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 16 de Madrid y el número 1 de Palencia habían anulado cuatro multas. Estas se habían impuesto a personas que habían dado positivo en drogas en controles de tráfico. Sin embargo, los jueces determinaron su nulidad tras una serie de errores de la DGT a la hora de custodiar las evidencias.

Las irregularidades tienen en común el “hueco temporal” en el procedimiento, como señaló uno de los abogados a La Vanguardia. Uno de estos tests de drogas estuvo en los almacenes de la empresa de mensajería durante 16 días. Otro presentaba diferencias entre los resultados obtenidos en el control y los del laboratorio.
En octubre de ese año, un conductor recurrió una multa por conducir bajo los efectos de estupefacientes alegando también fallos en la cadena de custodia. Su muestra de saliva había tardado 6 días en ser entregada al transportista. Es por esto que el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 9 de Valencia decidió anular la sanción.
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