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Protestas en una ciudad con pancartas, incendios y presencia de bomberos y policías.
SUCESOS

Imágenes de la 'revolución francesa' desde dentro

Después de que un joven de 17 años falleciera por un disparo de un policía los franceses han salido a las calles

Un joven conducía un coche cuando dos policías le dieron el alto para realizar un control de tráfico. El conductor trató de esquivar el control y fue disparado. A raíz de este trágico suceso Francia ha estallado en una auténtica revolución social que ha generado un escenario preocupante y extremadamente peligroso.

Una de las claves de esta situación es que Nahel era de origen argelino y para los manifestantes esa circunstancia es la causante de que el policía disparara. Esta razón, además, la extrapolan a otras situaciones cotidianas ya que, aseguran, sienten que el país está inmerso en un estado de brutalidad policial.

Fuentes cercanas a lo sucedido indican a elcierredigital.com que “fue la muerte del joven Nahel lo que desencadenó estas protestas. Y es posible que se haya usado el arma de manera desproporcionada, sin embargo, el agente que le disparó ya se encuentra en prisión preventiva”, defendiendo que no debería justificarse la violencia en la calle y llamando a la calma.

La respuesta de los ciudadanos 

Los ciudadanos franceses han salido a las calles para mostrar su indignación de forma violenta y se han generado numerosos disturbios: coches incendiados, saqueos a todo tipo de negocios, batallas campales, asaltos y un largo etcétera que han convertido las calles de Francia en un escenario digno de película.

Un joven con chaqueta negra sonriendo en el interior de una habitación.
Nahel, el joven fallecido. | Twitter

Por otra parte, la crispación en Francia se ha visto alimentada por algunos datos, ya que en 2022 fallecieron 13 personas en encuentro con la Policía. Esta cifra responde al aumento en el uso de armas de fuego por parte de los agentes. 

Desde el estallido de esta revolución social las cifras son, cuanto menos, llamativas. En menos de una semana 3.400 personas han sido detenidas, más 2.000 vehículos han sido quemados, se han producido más de 4.000 incendios y se han asaltado más de 500 edificios. Para hacer frente a estos actos vandálicos, el Gobierno francés ha movilizado a  45.000 policías en todo el país, de los cuales 300 han resultado heridos, lo que, sumado a los bomberos que también lo han sido, hace un balance de 600 heridos. La situación se encuentra en tal punto crítico que el Gobierno ha tenido que desplegar el ejército y los tanques en las calles.

Las mismas fuentes señalan ante elcierredigital.com que “se han quemado más de 13 comisarías y se están asaltando armerías, pero en esas armerías solo se venden armas cortas o de caza. Las armas de guerra que hemos visto en los vídeos son armas que han entrado en Francia de manera ilegal y los individuos ya las tenían”.

"Esta situación generará un antes y un después"

La muerte de Nahel y los primeros disturbios a raíz del suceso han servido de excusa para que los ciudadanos más violentos y radicales den rienda suelta a sus instintos y cometan actos vandálicos.

El sábado 1 de julio el alcalde de L'Haÿ Les Roses, una localidad al sur de París, fue víctima de un ataque extremadamente agresivo perpetrado por varios individuos radicales. Por suerte, Vincent Jeanbrun no se encontraba en su domicilio, pero su mujer y sus hijos de cinco y siete años estaban en casa. La esposa de Jeanbrun y uno de sus hijos resultaron heridos.

El foco de estos ataques son los tres pilares fundamentales que sustentan la República. Uno de ellos es la educación, motivo por el que se ataca a colegios; otro de los pilares es el orden, lo que justifica los disturbios; y el último es la justicia, que para los protestantes es representada por las alcaldías. Muchos de los individuos detenidos son revolucionarios autoproclamados y van en contra del sistema. La mayoría de los participantes en estos disturbios son menores cuyas edades van de los 13 a los 17 años. 

“La mayoría de quienes originan estos altercados son personas de origen islámico que no se han integrado en la población francesa. Estos hechos van a generar que en Francia la ultraderecha gobierne y que la policía francesa se plante y exija carta blanca para volver a la normalidad. Si no se vigila esta situación, acabará ocurriendo en otros países de Europa donde haya presencia árabe”, añaden las fuentes consultadas por elcierredigital.com. 

Los precedentes a estos disturbios

Son varios los precedentes de esta situación. Así, cabe remarcar la oleada de disturbios de 2005, donde tras la muerte de dos menores que huían de la policía se sucedieron tres semanas de tensos disturbios, en los que murieron tres personas,  4.700 fueron detenidas, 224 policías resultaron heridos y se incendiaron más de 10.000 coches. 

Otro de los precedentes es el de los chalecos amarillos, ocurrido en 2018 y reconocido como uno de los mayores movimientos sociales de los últimos años. En este caso el origen de las protestas fue el alto costo de vida en Francia. París se convirtió en un escenario de batalla campal durante varios sábados consecutivos. Los chalecos amarillos también pusieron en evidencia las violencias policiales, con un resultado de dos muertos y cerca de 2.500 heridos. 

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