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Edificio de ladrillo de cuatro pisos con balcones y ventanas, visto desde abajo en la noche.
SUCESOS

Un hombre convivió un año y medio con el cadáver de su padre para cobrar la pensión

Un vecino de Móstoles se arrojó por el balcón al ser desalojado de la vivienda de su progenitor.

José Manuel siempre había sido un hombre trabajador, sus 20 años cotizados a la Seguridad Social así lo demuestran, pero algo comenzó a torcerse hace un tiempo. Primero llegaron las desavenencias con su pareja, que terminaron en un divorcio amistoso. Fue en el año 2014 y luego, se le perdió la pista de repente.

José Manuel nunca pasó la pensión de su hija, ni siquiera el primer mes. Su pareja se lo recordaba con asiduidad, y tras las primeras excusas dejó de comunicarse. Él, que trabajaba de empleado en la construcción, aseguraba que no tenía dinero para sufragar la parte que le correspondía de los gastos filiales. Más tarde, dejó de buscar trabajo y se sumergió en el desempleo. Su entorno cree que nunca tuvo la intención de contribuir a las necesidades de su hija y que decidió quitarse de en medio.  “En realidad, se auto marginó, se auto expulsó de la sociedad, dejo de buscar trabajo, dejó de relacionarse con su familia… se convirtió en una especie de ermitaño”, aseguran desde su entorno más próximo.

Edificio de ladrillo de cinco pisos con balcones y ventanas, visto desde la calle en la noche.
Casa en Móstoles (Madrid) donde sucedió todo. | El Cierre Digital

En los años siguientes, ni sus hijos ni sus hermanos o primos ni su pareja supieron de él. José Manuel se refugió en casa de su padre, en el centro de Móstoles, una localidad de Madrid, y vivían como ermitaños. Hasta el punto de que, aunque José Manuel y su padre ocupaban la letra “D” del tercer piso del mismo edificio donde vivían sus primos, que ocupaban el bajo, la relación entre ellos era nula. Y siguió de esta manera durante una década.

Se lanzó por la ventana cuando le notificaron el desahucio

Una década también es el tiempo que cree la familia de José Manuel que podría llevar sin pagar el alquiler del piso que ocupaba junto a su padre. Desde que José Manuel eligió la vivienda de su padre para retirarse del mundo, fuentes de su entorno aseguran que el anciano dejó de pagar el alquiler.  “Estamos seguros de que al menos lleva dos años sin pagar el arrendamiento”, apuntan desde el entorno familiar. Lo cierto es que finalmente el dueño del inmueble inició un proceso de desahucio que, tras meses de papeleo, quedó fijado para ejecutarse el día 2 de febrero de 2022. Sin embargo, el desalojo no llegó a efectuarse porque se precipitaron los acontecimientos.

El 20 de enero de 2022, azuzado por su desesperación, su angustia, o quizá afectado por algún trastorno mental, José Manuel se lanzó al vacío después de que le notificaran la fecha del desahucio. El ruido sordo del impacto contra el suelo del patio interior del edificio retumbó en todo el inmueble. Los vecinos avisaron rápidamente a emergencias y en un golpe de suerte, los sanitarios lograron estabilizarle y trasladarle hasta el Hospital Puerta de Hierro donde quedó ingresado.

En el domicilio hallaron el cadáver de su  padre

Familiares y vecinos, todos inquilinos del mismo inmueble, no se explicaban que es lo que había ocurrido. No iban a acabar ahí los sobresaltos. Cuando los bomberos accedieron al interior de la vivienda se encontraron con un panorama indescriptible. En el interior del piso hallaron el cuerpo del padre de José Manuel con signos evidentes de haber fallecido hacía más de un año, y la comisión judicial se ocupó de levantar el cadáver. La hipótesis principal es que José Manuel ocultó el fallecimiento de su padre y siguió cobrando la pensión del anciano durante casi dos años.

Ahora, José Manuel se recupera en el Hospital Puerta de Hierro de las graves heridas que sufrió al intentar quitarse la vida. Como consecuencia del salto desde el tercer piso sufre daños en el bazo, rotura de pelvis, brazo, codo, varias costillas rotas y siete vértebras aplastadas.  A un paso de la invalidez permanente,  ve pasar los días desde la habitación del hospital sin vigilancia policial esperando su turno en la investigación abierta para determinar las causas de esta dramática historia. Aunque sufre un leve traumatismo craneal que según los médicos no le ha afectado a la memoria, José Manuel insiste en que no recuerda nada de lo que pasó ese día ni de lo que aconteció con su padre ya fallecido.

Los forenses no han conseguido determinar las causas de la muerte 

Los forenses, por su parte, no han conseguido datar con exactitud la fecha del fallecimiento del padre de José Manuel, aunque sí están seguros que el anciano lleva muerto más de un año. Tampoco, y eso es lo que espera la policía, ha podido determinarse hasta el momento la causa del fallecimiento del anciano. Una circunstancia que afecta de forma directa al futuro de su hijo.

La expareja de José Manuel y su hija están consternadas. Después de más de una década sin saber de él, una llamada de la policía les transmitió el triste desenlace. El letrado de la familia, Alberto Martín de despacho ASYMECO, recuerda que el caso no ha hecho más que empezar, “cuando salga del hospital y se le llame a declarar veremos qué delitos se le imputan”. El letrado se refiere a la más que presumible intención de la Seguridad Social de personarse contra José Manuel por un presunto delito de estafa, ya que habría estado cobrando la pensión de su padre ya fallecido durante casi dos años. Aún más, la policía tendrá que investigar hasta el fondo el caso para determinar si José Manuel tiene alguna responsabilidad directa en el fallecimiento de su padre Manuel, ya sea para determinar si fue por causas naturales, por un supuesto abandono o por otra circunstancia más grave.

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