Flora, conductora de VTC, denuncia amenazas de taxistas con agresiones sexuales.
Trabajadora confirma agresiones con disparos; denuncias policiales ignoradas.
“Tenemos derecho a trabajar, somos los primeros que queremos que todo esté regulado y en paz”, afirma Flora.
Esta conductora relata con auténtico miedo los ataques de los últimos días a varios vehículos de Cabify y de Uber. Varias agresiones en las calles Alcalá y Velázquez de Madrid, en la A-1 y la peor, en la A-3 a su entrada en Madrid, en la que un conductor recibió varios disparos de perdigones en un brazo. Ella le conoce y confirma la denuncia presentada ante la Policía. Tienen imágenes de los impactos. Pero no son las únicas, otro colega ha perdido un ojo y son continuos los audios que se envían unos a otros para avisar de cuáles son las “zonas calientes” del conflicto o por dónde están recibiendo agresiones...
Por si fuera poco, además, Flora asegura a elcierredigital.com, que “las mujeres conductoras reciben muchas más amenazas relacionadas con agresiones sexuales, amenazas de violación... ” Pero valora que “se sienten también arropadas y apoyadas por sus compañeros de fatiga”.
Estos días, con los taxis parados, - ahora han tomado el estratégico Paseo de la Castellana de Madrid con coches y tiendas de campaña- los VTC han aumentado su caja considerablemente. Per es evidente, según Flora constata a diario, “que los clientes tienen también miedo de subirse a sus coches”. Esta trabajadora, como sus colegas, denuncia que “se sienten desprotegidos, desconcertdos, hartos de que ningún Gobierno haga esfuerzos por regular este sector... Las elecciones están muy cerca...” recuerda la entrevistada, y añade “nadie quiere complicarse la vida”. Los comicios autonómicos, locales y europeos de Mayo parecen estar condicionando los tiempos y las fuerzas en las negociaciones para regular este suculento negocio.
Los VTC lamentan la pasividad del delegado del Gobierno en Madrid
De hecho, este domingo, El portavoz del Sindicato Libre de Transporte (SLT) salió “muy enfadado” de su reunión con el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, por no “velar por la seguridad de los conductores de este colectivo” tras varias noches recibiendo ataques, incluso, de armas”. José María Casallas no se rinde y exigirá que la Delegación del Gobierno de Madrid se ocupe y resuelva la seguridad en las calles que están sufriendo los trabajadores de los VTC.
Flora lamenta también, que “muchos medios eviten remontarse a los orígenes del conflicto. Cuando miles de licencias VTC fueron puestas a la venta y cayeron en manos de grandes y poderosos inversores pero también, en manos de autónomos que querían tener su propio negocio o inversión”. Por ello, continúa, “aquí se negocia con partes independientes, grupos potentes y pequeños empresarios y autónomos”. Una realidad que complica la consecución de pactos o acuerdos que satisfagan a todos.
El colectivo muestra las pruebas de las agresiones en un grupo de Facebook que registra el día a día del conflicto: https://www.facebook.com/No-Violencia-contra-VTC-360023361495168/
Y mientras, hoy, Flora, volverá a salir a trabajar. No puede dejarlo, a pesar del miedo. Conducirá con atención y cuidado, y por si acaso, lleva el coche en modo Sport...
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