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Agentes de la Guardia Civil junto a un vehículo oficial en una zona rural.
SUCESOS

Juzgado ordena a Guardia Civil aclarar muerte de Julen y situación del pozo en Totalán

La autopsia revela que el niño cayó de pie tras descender 71 metros y murió el mismo día del accidente

Persisten las dudas e interrogantes en torno a la muerte de Julen y que hay detrás del pozo por el que cayó el pequeño de dos años. Además de investigar el entorno y la vida del padre, José Roselló,  la Guardia Civil centra también sus pesquisas en el propietario de la finca de Totalán (Málaga) donde  está el pozo, David, así como al pocero que lo construyó y quien asegura haber dejado bien tapada y protegida la cavidad.

El juzgado de instrucción número 9 de Málaga, que lleva la instrucción, ya ha ordenado a la Guardia Civil que realice un pormenorizado informe de las horas previas al suceso, de todo lo concerniente al pozo de Totalán, entre ello, como se pudo producir ese tapón de tierra. Los especialistas de la benemérita que han tomado muestras para determinar si esa tierra acumulada procedía de la caída del niño o bien ha sido arrojada. Precisamente, se han tomado las muestras para saber si el tapón de tierra pertenece o no al pozo.

Otra duda que invade a los investigadores es por qué la madre del pequeño, Victoria, no estaba con Julen en el momento en que ocurrieron los hechos. Según las declaraciones tomadas por los agentes, el padre del niño estaba muy cerca del pequeño cuando éste cayó en el pozo aunque no pudo alcanzarlo y evitar su muerte. 

Trabajadores y maquinaria en una obra de construcción en un terreno rocoso.
Terrenos removidos en la finca donde estaba el pozo por el que cayó Julen y que ahora se investiga. | Guardia Civil

La investigación analiza también  las llamadas al teléfono de emergencias 112 que realizaron unos senderistas ajenos a la familia, dónde se encontraban todos y cada uno de los testigos, quién dio permiso o no para hacer las obras en la finca, por qué se contruyó un pozo en un punto tan alto y con qué propósito y por qué había escombros en su interior... A todos estas incógnitas deberán responder los investigadores encargados de este caso que ha conmocionado a todo el país y que ha prolongado la angustia durante casi quince días.   

Contradicciones entre el dueño de la finca y el pocero que hizo el pozo

Tanto el dueño de la finca como el pocero, se echaron la culpa uno al otro ante la Guardia Civil, pero lo cierto es que el pozo carece de los permisos necesarios  que expiden dos organismos de la Junta de Andalucía, la Dirección General de Minas y la de Dominio Público Hidráulico y Calidad de las Aguas en la Demarcación de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas.

Tanto el pocero como el propietario de la finca no presentaron solicitud para recibir el permiso, ni un proyecto técnico firmado por un ingeniero, como es preceptivo. Las obras de la zanja posterior realizada, de 35 por 5 metros, y tampoco contaban con el permiso del Ayuntamiento de Totalán. La Guardia Civil sí cree que el pocero tapó el hueco con una piedra, que luego fue movida por una retroexcavadora al aplanar el terreno, pero nadie se explica todavía por qué había escombros taponando el pozo a 70 metros. Pero también hay que explicar el movimiento de tierras posterior en torno al pozo y para el que tampoco había permisos...

Un grupo de rescatistas y miembros de la Guardia Civil trabajando en una operación de rescate en una zona montañosa.
Primeros momentos del rescate de Julen junto al pozo donde se aprecia la gran superficie de tierra removida alrededor. | El Cierre Digital

Mientras la investigación avanza  y concluida ya la autopsia del pequeño, el entierro de Julen está previsto que se celebre durante este domingo en el cementerio de El Palo, el barrio malagueño donde vivía con su familia.

La autopsia revela que Julen falleció el mismo día de la caída

Respecto a los resultados del examen preliminar forense, se destaca  que el cuerpo del niño  presentaba un "traumatismo craneoencefálico severo" y "politraumatismos compatibles con la caída".  Los cinco forenses que han analizado sus restos han dictaminado que Julen falleció el mismo día de la caída. Según la investigación, aunque Julen cayó de pie en el pozo -de 25 cm de diámetro y donde llegó a una profundidad de 71 metros-, tras precipitarse por el agujero, cayeron sobre él piedras y otros sedimentos que habrían causado el golpe en la cabeza detectado en la autopsia. El informe forense indica que el cuerpo del pequeño, de dos años, tenía los brazos hacia arriba y presentaba erosiones compatibles con roces en la caída. Una caída que se ha comprobado fue libre y rápida hasta dar con el tope de tierra donde finalmente fue encontrado por la Brigada de Salvamento Minero.

Quedan pendientes por analizar los exámenes radiográficos para  confirmar el estados de ciertos órganos, tejidos... Y sobre todo,  queda por determinar la hora exacta de la muerte que aportará más pistas a los investigadores. 

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