Escándalo en los psiquiátriacos: Denuncian maltrato a los enfermos por la seguridad

Recientemente, se ha conocido la noticia de una paciente psiquiátrica que se habría quitado la vida en el Hospital de Terrassa. Al parecer, la mujer llevaba esperando 48 horas  a que se le asignase una cama en el centro hospitalario. Sin embargo, no es un caso puntual: en otros centros varios pacientes psiquiátricos han señalado supuestos malos tratos por parte de los trabajadores.

Es el caso de  Antonio González, de 63 años, que padece esquizofrenia y que asegura que el personal de seguridad le "fracturó dos costillas" tras intentar amarrarlo. El pasado mes de julio Antonio ingresó en el Hospital de La Línea (Cádiz) tras sufrir una crisis. Según ha contado a elcierredigital.com, tras hacerle una radiografía en el propio centro –el Hospital de La Línea (Cádiz)- el personal le informó que tenía una luxación.

Sin embargo, el paciente asegura que posteriormente acudió al Hospital de Algeciras y le confirmaron que tenía  fracturadas dos costillas. Según el historial médico, al que ha tenido acceso elcierredigital.com, Antonio tenía rotas la sexta y séptima costilla izquierda.

Supuestos malos tratos por parte del personal de seguridad

Según Antonio, todo comenzó al llegar al hospital. “Me encuentro la sorpresa, que me ocurre siempre, que nunca me valoran cómo estoy psicológicamente. Directamente me dan el pijama y me meten en la habitación”, cuenta. Al parecer, hubo un momento de tensión con el personal enfermero, por lo que se contactó con los guardias de seguridad.

“Me entró mucho estrés, yo ya sabía que venían a saco a por mí. Se ríen de mí y me humillan muchas veces de palabra. Uno de ellos se lanzó a mi cintura, me dio con el hombro en la parte del estómago y las costillas”, asegura el paciente. Según cuenta Antonio, tras el incidente estuvo “amarrado desde las ocho de la tarde hasta las diez de la mañana del día siguiente”.

Elcierredigital.com se ha puesto en contacto también con la hermana de Antonio, Mari González. Mari explica que a su hermano “lo llevaron a Rayos y le dijeron que tenía una luxación”. Sin embargo, Antonio fue posteriormente al Hospital de Algeciras, en el que le detectaron dos costillas rotas.

“Ellos han dicho que era una luxación porque si no se veían obligados a denunciar a los de seguridad”, asegura Mari. Antonio acudió a los Juzgados a interponer una denuncia, pero finalmente no la llegó a llevar a cabo. Su hermana, además, señala que desde el hospital “no me dicen nada de la situación de mi hermano”.

“Una vez le dio un ictus, estando allí ingresado, y yo me enteré a los dos meses porque me lo dijo mi hermano. Antes tenía otro psiquiatra que me llamaba todos los días, pero ya no está”, cuenta Mari. Su hermano Antonio lamenta que en dicho hospital “no hay profesionales en salud mental en enfermería”.

Por otra parte, el hijo de Mari también se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico desde los cinco años. Ahora, a la edad de 25, cumple condena en la cárcel de Botafuegos. Según su madre, el joven “tiene los brazos cortados”, pero lleva dos años sin tomar la medicación en prisión.

“Yo llamo al psiquiatra para que lo vea y le vuelva a poner la medicación. La última vez tuvieron que darle 50 puntos por los cortes y siguen sin dársela. Los mismos funcionarios me dicen que mi hijo tendría que tener la medicación”, cuenta Mari. 

El caso del suicidio de la paciente psiquiátrica

Esta semana se ha dado conocer que el pasado 22 de agosto una mujer se quitó la vida en el Hospital de Terrassa (Barcelona). La mujer, que era una paciente psiquiátrica, llevaba esperando 48 horas para que le asignasen una cama, como adelantó El Periódico. Al parecer, la escasez de recursos en el mencionado centro era una de las denuncias de los sindicatos.

El presidente del comité de empresa del consorcio,  Xavier Lleonart, declaró a ABC que algunos pacientes habían esperado hasta cinco semanas por la misma situación. El suceso ha ocasionado que PP, Vox y ERC han solicitado la comparecencia de Olga Pané, consejera de Salud de Cataluña. De hecho, según el PP, tres días después del suicidio  otro paciente psiquiátrico logró escapar de urgencias, lo que demuestra la falta de recursos.