Denuncian sustracción del bebé Vladimir Marcella en Tenerife culpa a la Administración
Padre del menor alertó que la madre se iría con el niño, pero la prohibición tardó una semana tras juicio rápido.
Vladimir Marcella, de un año, y su madre, Natalia Belavus, de 28 años, fueron vistos por última vez en Arona, Santa Cruz de Tenerife, el 27 de marzo. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de ellos. Podría tratarse de una supuesta sustracción parental, aunque la Guardia Civil apunta a que el menor está en buen estado y no se trataría de un hecho violento. Si la madre ha salido del país con su hijo, la situación se complicaría.
El padre y la madre de Vladimir llevaban dos años juntos cuando a mediados de marzo decidieron acabar su relación. Natalia se fue de la casa donde vivían con el pequeño y en este punto comenzaron las preocupaciones del padre del pequeño, que trató de contactar con la madre del pequeño en varias ocasiones, pero todas ellas sin éxito.
En una conversación con elcierredigital.comPaolo Marcella, padre de Vladimir, relata que “nosotros lo dejamos a mediados de marzo y la madre de mi hijo se fue de la casa. Cuando ocurrió decidí acudir a la Guardia Civil a denunciar, porque sabía lo que iba a pasar. No tengo ni idea de dónde puede estar. Estuvimos juntos durante dos años y la relación fue normal. Desde que se fueron de España Natalia no me coge el teléfono”.
“Fui en varias ocasiones a la Guardia Civil para denunciar que Natalia se podía ir de España con nuestro hijo, pero no me escucharon. Finalmente hice la primera denuncia el 25 de marzo y el Juzgado de Arjona realizó un juicio rápido al día siguiente. En esta vista expliqué toda la situación a la jueza y la madre de mi hijo le confirmó que tenía la intención de salir de España con el pequeño. Por lo tanto, era necesario que actuasen rápido para que eso no ocurriera”, añade Paolo.
"Mi hijo también tiene derecho a estar conmigo"
El día 26 se celebró el juicio rápido en los juzgados de Arona, pero la prohibición de salir de España no llegó hasta el día 1 de abril. Paolo explica que “en esta sentencia dijeron que mi hijo no podía salir del país hasta que se regulase la guarda y custodia, pero ella el día 27 ya se había ido de España con nuestro hijo. El error es de la administración porque tenía que actuar de manera inmediata para evitar la salida de mi hijo de España y protegerlo. La Guardia Civil nunca me abrió la puerta ni trató de entender la situación. Lo primero que tenían que haber hecho es prohibir la salida del niño, retirándole el pasaporte. Tampoco se molestaron en lanzar una orden inmediata a nivel europeo para evitar que se fuera de España con mi hijo”.
Fue en el juicio del día 26 cuando Paolo vio por última vez a su hijo, “traté de abrazarlo pero su madre me lo quitó de las manos”, narra. “Puede ser que la madre esté en Bielorrusia, ya que ella es de allí. Además, es la segunda vez que se va con nuestro hijo. En esa primera ocasión, que ocurrió en agosto de 2023, se fue a su país pero tras mucha insistencia por mi parte volvió a España después de tres meses. Esta primera vez ya fue complicado, pero ahora es aún más difícil. Ella misma me dijo que se iba a ir de España y yo dije que no le daba permiso para llevarse a nuestro hijo. Esa vez fue la última vez que hablé con ella”, indica Paolo.
“Quiero dejar claro que soy un buen padre, que lo único que busca es el bien de su hijo. En ningún momento ha habido violencia de género entre nosotros. Tengo derecho a estar con mi hijo y él tiene derecho a estar con su madre y con su padre. Yo quiero luchar para que esté conmigo, pero no contra su madre porque los dos tenemos derecho a estar con él. Cuando ella estaba en España se debió regular la guarda y custodia. Llevándose a mi hijo me ha quitado la vida, estoy siempre pensando en él y no puedo dormir ni comer. Me han quitado una parte muy importante de mi vida. Siento mucha impotencia porque he hecho todo lo posible porque no pase esto”, concluye el padre del pequeño.
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