El cura asesinado en Valencia revive los ataques a dos sacerdotes en Algeciras en 2023
Muerte por asfixia de Alfonso López Benito en su casa; investigación señala a sudamericano detenido.
El pasado martes hallaban en su domicilio, en la calle Avellanas de Valencia, el cuerpo sin vida del sacerdote Alfonso López Benito, de 85 años. El cadáver, que se encontraba vestido sobre su cama, presentaba signos de asfixia. La causa de la muerte apunta a la asfixia, según los resultados de la autopsia, sin embargo no se ha esclarecido por el momento quién habría sido el causante de la muerte del que era canónigo emérito de la Catedral de Valencia.
Este mismo jueves, la Policía Nacional ha detenido a un joven sudamericano que presuntamente frecuentaba la vivienda del cura en Valencia. Los investigadores valoran la hipótesis de que el cura asesinado ofreciera dinero a chicos en riesgo de exclusión social, con problemas económicos o de drogas a cambio de favores sexuales. El joven arrestado también está acusado de robo por haberse llevado el móvil del sacerdote y mandar mensajes desde este para retrasar la localización del cuerpo sin vida.
El diario Las provincias ha sido el encargado de dar a conocer la noticia. Según las investigaciones, fue un amigo del clérigo de 80 años el que dio la voz de alarma: había quedado con Alfonso, pero este no aparecía. Tras el hallazgo del cuerpo, el portero del edificio indicó a las autoridades que había recibido un mensaje del religioso en el que avisaba sobre su ausencia durante una semana. Para entonces, Alfonso ya podría haber muerto, tal y como certificaron las autoridades por el estado de rigidez del cuerpo.
Esto hace sospechar a los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia (encargados del caso), que el atacante —que podría haber utilizado una almohada para cometer el crimen— utilizó el teléfono móvil del religioso haciéndose pasar por él para despistar a sus conocidos.
Aunque de momento no se descarta ninguna hipótesis, la que más barajan las autoridades es que el sacerdote ya conociese a su atacante, ya que la puerta de la vivienda no fue forzada y tampoco había indicios de robo. Alfonso, que era conocido por el vecindario como un hombre “tan caritativo como confiado”, según el mencionado diario, solía ayudar a jóvenes con riesgo de exclusión social.
Las autoridades investigan a estos jóvenes con los que pudo tener relación, y a pesar de la detención del sudamericano, mantiene el foco en un chico de nacionalidad rumana que, presuntamente, habría amenazado al sacerdote por un supuesto dinero que le debía.
En los últimos años, los sacerdotes han sido objeto de ataques de diversa índole tanto en España como en otros muchos países.
Un ataque en la Catedral de Santiago
El último ataque en España a un miembro de la Iglesia Católica tuvo lugar en julio de 2023 en la Catedral de Santiago de Compostela. El atacante, un hombre de aproximadamente 50 años, agredió al sacerdote Elisardo Temperán mientras se encontraba dando la misa, según medios locales.
Tras asestarle un puñetazo, al parecer el agresor llevaba un objeto punzante con el que intentó atacarle mientras gritaba contra la Iglesia Católica y la Conferencia Episcopal. El sacerdote agredido tan solo presentó heridas leves, por lo que pudo reincorporarse a sus funciones rápidamente.
El atacante fue detenido y puesto a disposición judicial. Según se indicó en su día, detrás de la agresión podría haber motivos personales.
El ataque yihadista en una iglesia de Algeciras
Aunque, sin duda, el más mediático de los ataques a sacerdotes de los últimos años fue el que tuvo lugar el 25 de enero de 2023, hace ya un año, en tres iglesias de Algeciras (Cádiz): San Isidro, La Palma y la capilla de Europa. Hubo varios heridos y un sacristán fallecido.
Según los testigos de los hechos, el atacante entró en la capilla de San Isidro portando un machete de grandes dimensiones. Los intentos del párroco Antonio Rodríguez Lucena por hacerle salir del templo hicieron que el agresor se volviese hacia él y le apuñalase con el arma en el cuello. Aunque el pronóstico era grave, logró recuperarse. Finalmente falleció en octubre tras una larga enfermedad.
En la iglesia de La Palma se encontraban realizando la eucaristía alrededor de las 19.30 de la tarde cuando el agresor entró con el machete gritando. Utilizó el arma para lanzar al suelo la decoración del lugar (cruces, velas…) y llegó a subir al altar mayor. El sacristán, que intentó que abandonara el lugar, fue perseguido por el atacante, que también amenazó a algunas de las mujeres presentes.
Sin embargo, el atacante fue detrás del sacristán, que intentó huir sin éxito. El agresor le alcanzó con el arma y, cuando cayó al suelo, le golpeó la cabeza con el machete. Tras asestarle el último golpe, se alejó del cuerpo del sacristán, manteniendo el machete en alto y andando con calma, tal y como se puede apreciar en las imágenes que se han difundido del suceso.
A pesar de las llamadas de los testigos a los servicios de emergencia, cuando acudieron al lugar de los hechos no pudieron hacer nada por el sacristán, que finalmente falleció. Según apuntaban fuentes del entorno a elcierredigital.com, Diego Valencia, que era el nombre del sacristán, "era muy conocido en Algeciras".
El autor del crimen, Yassin Kanjaa, se encuentra en prisión por estos hechos que la Audiencia Nacional denominó como “asesinato terrorista”. Se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable por este delito.
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