El chalé del crimen de los Urquijo está a la venta: Otras ‘casas del horror’ difíciles
Viviendas como la del cuádruple asesinato de Pioz o la finca de José Bretón se vendieron a precios muy bajos.
El 1 de agosto de 1980 eran asesinados en su chalé de Somosaguas (Madrid) los marqueses de Urquijo, Manuel de la Sierra y María Lourdes de Urquijo. Según la sentencia del crimen, su exyerno, Rafael Escobedo, accedió al chalé por la piscina y subió a la segunda planta, donde se encontraban los marqueses durmiendo. Les disparó hasta que murieron. Tras su muerte, su hijo, Juan de la Sierra, se quedó en la casa. Ahora, cuando han pasado casi dos años desde que Juan de la Sierra falleció por Covid-19, se ha puesto a la venta la casa que protagonizó uno de los crímenes más mediáticos de los años 80 en España.
Así lo cuenta la revista Semana, que afirma que la vivienda se ha puesto a la venta por 3,2 millones de euros. Una cifra que, si bien puede parecer elevada, desde el mencionado medio afirman que es un precio “muy módico teniendo en cuenta la prestigiosa zona en la que se encuentra y el tamaño de la propiedad”.
La casa tiene 1.020 metros cuadrados que se reparten en dos plantas, sótano y porche. Solo la planta baja tiene 545 metros cuadrados en los que caben tres dormitorios, dos baños, una biblioteca, un salón, un comedor, office y hasta cuarto de plancha. La planta superior, de 385 metros cuadrados, es donde se cometió el crimen y tiene cinco dormitorios con otros cinco cuartos de baño.
No es la primera vez que la casa de Somosaguas donde tuvo lugar el crimen de los marqueses de Urquijo se intenta poner a la venta. Ya lo intentó Juan Urquijo sin éxito. Ahora, a su muerte, son sus descendientes los que intentarán que otro inquilino adquiera la propiedad, a pesar de las dificultades que supone vender una casa marcada por un crimen tan mediático.
El chalé de Pioz
Son muchos los casos de ‘casas malditas’ en las que, tras cometerse un crimen, sus dueños intentan vender al mejor postor. Y con la sombra de la sangre que se derramó en ellas, es mucho más difícil conseguir el dinero que realmente valen.
Por ejemplo, el chalé donde Patrick Nogueira mató y descuartizó a sus tíos y sus primos, en Pioz, provincia de Guadalajara en 2016. La propiedad tiene en total de 140 metros cuadrados construidos y más de 500 de parcela. Tiene dos plantas, con cuatro dormitorios y dos baños. Los dueños pedían 127.000 euros, muy por debajo de los precios de la urbanización.
La Ley española no obliga a informar al posible comprador de los antecedentes trágicos de la propiedad, pero con Internet y las televisiones es muy fácil localizar estas propiedades malditas. En el caso del chalé número 594 de la calle del Sauce, en Pioz, sólo hubo una pareja interesada en hacerse con él en 2017, pero cuando se enteraron desistieron.
Finalmente, tal y como informó el diario La Razón, una pareja compuesta por una enfermera y un vigilante de Metro se atrevió a alquilar la vivienda. El motivo fue el “chollo” que consiguieron. La vivienda, que antes del crimen se alquilaba por 700 euros, pasó a alquilarse por 400 euros mensuales tras el suceso.
La casa donde Marta del Castillo fue asesinada
La casa de la calle León 13, de Sevilla, donde fue asesinada Marta del Castillo también fue difícil de vender. La familia Carcaño dejó de pagar la hipoteca y se la quedó un banco, que finalmente se la vendió a los padres de Marta del Castillo. Estos se la ofrecieron a Miguel Carcaño a cambio de que dijera, al fin, dónde se encontraba el cuerpo de su hija.
Ante la negativa de Carcaño, la familia Castillo decidió poner el inmueble, de nuevo, en venta. Una venta que parece que fue tan complicada como se esperaba. Antonio del Castillo llegó ha agradecer a través de sus redes sociales a la inmobiliaria encargada de venderla en julio del año 2022.
La finca donde murió Asunta Basterra
Rosario Porto, juzgada y condenada por el asesinato de Asunta Basterra puso a la venta la finca donde murió Asunta, 9.000 metros cuadrados al precio de casi un millón de euros, aunque al año tuvieron que rebajar el precio a la mitad, pero nadie se interesó por la propiedad. La abogada gallega falleció en el año 2020 sin encontrar comprador para la casa. Once años después de que asesinara a su hija Asunta, la propiedad está okupada. La heredera de Rosario, Charo Porto, tampoco es capaz de venderla.
Según la sentencia, Asunta, de doce años, murió asfixiada en esta casona ubicada en la parroquia de Montouto, Teo. La casa, heredada de los padres de Porto, cuenta con 400 metros de superficie construida y está asentada sobre una finca de diez mil metros cuadrados, dotada con numerosos elementos extras como la piscina y una cancha de tenis.
La casa donde José Bretón asesinó a sus hijos
La finca de Las Quemadillas en Córdoba, lugar en el que José Bretón asesinó y quemó a sus hijos se vendía por 180.000 euros, pero tampoco querían comprarla. La titular de la misma era la madre de Bretón después del fallecimiento de su marido y en 2013 la finca salió a la venta por 500.000 euros. Se fue depreciando con el tiempo.
Finalmente, fue adquirida. El proceso, no obstante, fue largo y llevó tiempo. Un amigo de la familia comenzó adquiriendo una porción del terreno agrícola por una cantidad baja, según informó ABC. El resto de propiedades que componían la finca fueron vendidas finalmente en 2021.
La finca tiene una superficie de 6.000 metros cuadrados, la mayor parte de los cuales están dedicados a agricultura y el resto a un inmueble con un salón y varias habitaciones. Los nuevos propietarios, como suele ser habitual, reformaron las dependencias.
A la larga estas propiedades encuentran compradores extranjeros o personas que buscan en las reformas y las reestructuraciones borrar las truculentas historias que encierran las paredes de estas viviendas.
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