
La cara b de la Ley de Segunda Oportunidad: El caso del okupa que encontró un cadáver
La dueña de la casa que iba a ser okupada por un padre y una hija en Málaga llevaba allí fallecida 14 años
Un padre malagueño, desesperado tras perder su casa a pesar de solicitar la Ley de Segunda Oportunidad, entra en una vivienda. Allí descubre el cadáver de una mujer que falleció en el sofá de su casa hace 14 años.
Esta noticia ha sobrecogido a la sociedad española debido al contexto en el que se ha producido. Es impactante que una mujer estuviera muerta durante 14 años sin que ningún familiar o ser querido la echara en falta.
A la vez, un padre se ve forzado a ocupar una vivienda. No ha podido mantener la propiedad de su hogar, a pesar de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.
Mujer fallecida hace 14 años sin que nadie lo detectara
¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta de que esta mujer había fallecido hace 14 años?. No se ha podido conocer la causa de su muerte. El cuerpo estaba en un estado de descomposición avanzado, lo que hizo imposible reconocer inicialmente a la persona.
El descubrimiento ocurrió cuando un malagueño, al que iban a desahuciar, decidió ocupar una vivienda aparentemente vacía. Nadie había entrado ni salido durante años. Al acceder, notó señales desconcertantes, como un pestillo echado por dentro y una ventana abierta, algo inusual en una casa desocupada.

Lo más sorprendente es que no se había detectado la ausencia de esta mujer en 14 años. Es inquietante pensar que ella pudo haber tenido un trabajo, relaciones familiares o un entorno social, y que nadie se preocupó por su ausencia.
Vivimos en una sociedad cada vez más individualista, lo que hace posible que se pase por alto la inactividad de una persona durante tanto tiempo. La falta de una red de relaciones sociales amplía este problema.
Es alarmante que nadie notara la ausencia de esta mujer, ni se pidiera intervención policial para verificar su bienestar.
Petición de segunda oportunidad que sale mal
La persona que descubrió el cadáver de su vecina había iniciado el procedimiento establecido en la Ley de Segunda Oportunidad. Su situación económica era insostenible. Era propietario de una vivienda en Málaga que compró y reformó con la intención de hacerla su hogar definitivo. Con el tiempo, entró en una situación de endeudamiento insostenible.
Según relata el propio protagonista, los acreedores no mostraron disposición para mediar en las deudas. El administrador concursal le dijo: "Que sepas que voy a defender más a los acreedores".
Aunque logró pagar el 94% de la deuda, su casa fue subastada y comprada por un fondo de inversión. Ahora, el nuevo propietario ha iniciado una demanda de desahucio, dejándole en una situación de indefensión.

El padre malagueño, que no tiene capacidad económica ni para contratar un abogado, se enfrenta al desahucio junto a su hija menor. Además, al no cumplir los requisitos económicos para ser beneficiario de abogado de oficio, no puede oponerse a la demanda de desahucio ni hacer valer sus derechos.
Parece que solicitar un préstamo durante el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad fue la razón por la que el juzgado desestimara su petición. No todas las solicitudes de la Ley de Segunda Oportunidad son aprobadas. Este malagueño ha perdido su casa, sigue con la deuda del préstamo solicitado y debe abonarlo.
Por eso, es crucial seguir pautas correctas y contar con el asesoramiento adecuado para prevenir situaciones como esta. La Ley de Segunda Oportunidad busca que las personas puedan empezar de nuevo, haciendo borrón y cuenta nueva. Sin embargo, no todos los casos terminan con el resultado esperado.
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