Captación rusa en Cuba: diecisiete detenidos y alto cargo de Putin señalado
El mayor Perevozchikov tenía 122 pasaportes de cubanos reclutados con ofertas económicas.
El pasado jueves, 7 de septiembre, algunos funcionarios de la Dirección General de Investigación Criminal del Ministerio del Interior de Cuba participaron en el programa de propaganda oficial del régimen cubano: Razones de Cuba. En este programa, los funcionarios cubanos confirmaron la detención de 17 personas en la Isla. Supuestamente, estas 17 personas estarían relacionadas con la red dedicada a reclutar cubanos para la guerra de Rusia en Ucrania. Paralelamente, los funcionarios protagonistas de la revelación, mantuvieron que el régimen se mantiene a un lado en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Según han adelantado diversos medios cubanos, entre los detenidos destacarían tres individuos que formaban parte del esquema de captación dentro de la isla. Supuestamente, este esquema de reclutamiento estaba dirigido desde el exterior. Por su parte, los catorce detenidos restantes confesaron haberse incorporado a la trama por decisión individual y voluntaria, aunque no gratis, pues a cambio de sus servicios exigieron el permiso de residencia en Rusia, además de una elevada retribución monetaria.
Según los funcionarios entrevistados, los organizadores "potenciaban la identificación y captación de individuos con antecedentes penales", la mayoría de ellos provenientes de familias disfuncionales o con importantes problemas económicos. “Las principales pruebas penales son las confesiones realizadas por los detenidos y las comunicaciones establecidas por la cabecilla a nivel interno de la red delictiva, con el resto de los implicados", expresaron los funcionarios durante la entrevista.
Un oficial ruso, el coordinador exterior
En paralelo a las detenciones en Cuba, un artículo publicado en el medio digital The Intercept reveló que el mayor Anton Valentinovich Perevozchikov tenía en su poder 122 pasaportes escaneados de cubanos reclutados en el cuartel general de las Fuerzas Armadas rusas en la ciudad de Tula.
Aunque algunos de ellos no están completamente ejecutados, dichos contratos detallan los incentivos que Rusia ofrece a los combatientes extranjeros, como por ejemplo, la promesa de un pago único en efectivo de 195,000 rublos (aproximadamente 1.900 euros) para los cubanos que se alisten en la zona de la "operación militar especial" en Ucrania.
Además, según revela la filtración, los reclutas cubanos tendrían estipulado un pago mensual que variaría según el rango. También se mencionan beneficios conyugales y familiares.
El hackeo por parte un grupo de informáticos ucranianos también ha revelado que al menos cinco cubanos ingresaron a Rusia a través de Bielorrusia, considerado un aliado clave de Moscú. Supuestamente, la llegada de estos cubanos se produjo a principios del mes de julio, coincidiendo con los acuerdos y declaraciones públicas de altos oficiales militares cubanos y bielorrusos de entrenar a tropas cubanas en su territorio.
El seguimiento de los sospechosos se llevó a cabo gracias a las publicaciones abiertas en redes sociales que los cubanos realizaban con cierta frecuencia. De hecho, en algunos de estos post numerosos combatientes cubanos compartieron detalles sobre su viaje desde Cuba a Rusia y posaron en lugares dentro de la región de Tula, donde se sospecha que están siendo entrenados para posteriormente ser movilizados dentro de las líneas de frente.
Rusia no esconde sus intenciones en el extranjero
Uno de los puntos más señalados por diversos medios de comunicación fue la falta de negación por parte del mayor Anton Valentinovich Perevozchikov, quien respondió al medio que reveló el hackeo con una declaración enérgica plagada de palabrotas denunciando a la OTAN y afirmando que "Rusia ganará", lo que confirma su participación en la trama.
Un alto oficial de las Fuerzas Armadas de Ucrania, con conocimiento directo de los materiales pirateados, explicó para diversos medios que este reclutamiento de cubanos está destinado a atraer voluntarios y evitar una nueva ola de movilización obligatoria en Rusia, decisión que sería más que impopular entre los ciudadanos rusos tras la reciente rebelión de Wagner y las tensiones que esta generó.
Tal y como afirmó el alto oficial ucraniano, desde el inicio de la invasión de Ucrania en 2022, el ejército ucraniano ha observado un número limitado de voluntarios dispuestos a luchar bajo el liderazgo ruso, especialmente después de los fracasos iniciales de Rusia en Kiev. Estos voluntarios extranjeros parecen destinados a reforzar la percepción de apoyo internacional a Rusia en medio de la crisis, aunque también se sugiere que el costo es un factor importante en su reclutamiento, pues la mano de obra cubana ha resultado relativamente barata al Kremlin.
Aunque Ucrania ha admitido tener su propia Legión Internacional, formada por veteranos de la OTAN y voluntarios de todo el mundo, el presidente ruso Vladimir Putin ha mantenido en gran medida el silencio sobre su uso de combatientes extranjeros. Esto contrasta con otros informes anteriores que señalaban la participación de mercenarios sirios y agentes iraníes en Ucrania en nombre de Rusia.
El procesamiento a los ‘mercenarios’ cubanos
Para los 17 detenidos en Cuba, el marco legislativo del régimen establece sanciones severas para este tipo de delitos, en correspondencia con su gravedad. Los oficiales entrevistados el pasado jueves dijeron que, "en primer lugar, se establecen distinciones entre las figuras legales de trata, tráfico y mercenarismo".
El Código Penal vigente en Cuba establece que el delito de trata de personas se aplica a toda persona que "promueva, organice, incite o ejecute la captación, transportación, traslado, acogida o recepción de personas (…) aprovechándose de una situación de vulnerabilidad de la víctima", con el uso de coacción, violencia, engaño o soborno".
Por otra parte, el delito de tráfico hace especial énfasis en la organización o incitación, con ánimo de lucro, de la entrada o salida de personas del territorio nacional, con la finalidad de que estas emigren a otro país.
En este tipo de casos, es imputable el delito de mercenarismo cuando se realiza la incorporación a formaciones militares o empresas militares privadas, integradas por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se proponen actuar, a cambio de obtener el pago de un sueldo, retribución o beneficio personal. Comprende penas de cárcel de diez a 30 años, cadena perpetua o muerte.
Paralelamente, el pasado miércoles, la independiente Comisión Cubana de Defensa Electoral (COCUDE) exigió al régimen interceder para el regreso seguro de los cubanos reclutados desde Rusia para la guerra en Ucrania, en una declaración en la que reclamó a las autoridades mayor claridad en torno al tema. COCUDE, formada en su totalidad por opositores al régimen, demandó que los cubanos retornados no fueron procesados penalmente.
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