Aumentan los crímenes en España: Uno de los motivos es el consumo de droga
Elcierredigital.com habla con los psicólogos Javier Urra y Jorge López sobre el incremento de asesinatos en 2022 y 2023
Según comunicó el Ministerio del Interior a través de un informe publicado en marzo de este año, la criminalidad creció el pasado año en España un 18,8 por ciento respecto al año 2021, un aumento que alcanzó el 33,9 por ciento en lo referente a violaciones denunciadas. En comparación con 2019, el año previo a la pandemia, las infracciones penales aumentaron en 2022 un 5,7 por ciento, mientras que las agresiones sexuales con penetración, que ascendieron a un total de 2.870, se incrementaron un 53,2 por ciento.
El Ministerio del Interior subrayó la tendencia al alza que se mantiene en los delitos contra la libertad sexual, fueron 17.389 infracciones penales el pasado año, incluidas las violaciones, frente a los 13.545 casos del año 2019, antes de la pandemia del Covid-19.
Sin ir más lejos, la semana pasada se produjeron tres crímenes en la Comunidad de Madrid en un lapso inferior a 24 horas. Uno de ellos tuvo lugar en la plaza madrileña de Tirso de Molina.
El caso de Tirso de Molina y las adicciones
Los dos detenidos el pasado día 4 de julio por el presunto asesinato de María de los Ángeles, dueña de la tienda Viste Bien de la plaza madrileña de Tirso de Molina, han sido enviados a prisión preventiva. El encargado de hacerlo ha sido el titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, quien ha tomado declaración a los detenidos. El magistrado Juan Carlos Peinado ha decidido inhibirse en favor del Juzgado de Instrucción número 50, que fue quien levantó el cadáver y seguirá con las actuaciones que fueron declaradas secretas desde ese día, según pudo conocer elcierredigital.com.
Javier Urra Portillo, psicólogo, defensor del Menor en la Comunidad de Madrid durante los años 1996-2001 y psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid desde 1985, ha señalado durante una charla con elcierredigital.com que el caso de Tirso de Molina, entre otros que se dan en la capital, vienen derivados de “problemas de política criminal".
"En su momento había mucha gente drogodependiente en focos muy específicos de Madrid. Por decisión política, acertada bajo mi punto de vista, y para que no se genere un submundo de la droga, se llevaron a cabo operaciones de desmantelamiento, muchas de estas personas que siguen buscando droga se dirigen a sitios como Tirso de Molina y otros puntos céntricos de la capital”, ha puntualizado Urra, señalando el “esparcimiento” de un elevado número de personas con problemas de adicción en las zonas céntricas de Madrid.
El debate sobre adicciones salta a escena tras desvelarse que Jesús, el asesino de Tirso de Molina, contaba con antecedentes por posesión y tráfico de drogas, aunque también por el de tenencia ilícita de armas. Al ser preguntado por la posible relación entre adicción y criminalidad, Urra ha declarado que “estos perfiles cometen acciones desproporcionadas, es decir, no están muy bien cognitivamente ni emocionalmente, y ante diversos estímulos, como podría ser una mirada mal interpretada o una necesidad ansiosa, cometen hechos absolutamente desproporcionados, que deben ser observados desde ese desajuste cognitivo y emocional que se genera al ser dependientes de la droga”, ha puntualizado el psicólogo forense para elcierredigital.com.
Paralelamente, Jorge López Vallejo, también psicólogo, ha declarado durante una charla con elcierredigital.com que “uno de los motivos del incremento de la actividad criminal y de la violencia en España es el consumo de drogas, que produce un gran deterioro en los procesos cognitivos de las personas. Por otro lado, la violencia puede convertirse en una compulsión y dar lugar a rasgos paranoides, sobre todo en jóvenes y adolescentes”, ha expresado López Vallejo.
Sobre un hipotético cambio legislativo en materia criminal, Urra se ha pronunciado: “creo que tenemos la normativa correcta, pero hay cuestiones discutibles. Por ejemplo, a menudo el consumo de drogas y alcohol se usa como atenuante para reducir condenas y en algunos casos debería considerarse como un agravante. Al final uno mata o viola si piensa en matar o violar y a veces los acusados se escudan en que estaban drogados para justificar sus actos”, ha explicado Urra a elcierredigital.com sobre la percepción del uso de drogas en algunos procesos judiciales.
El perfil psicológico más común entre los asesinos
El psicólogo Jorge López Vallejo ha expresado para elcierredigital.com que el perfil más común de asesino encaja con personas que “suelen ser maquiavélicas, con rasgos patológicos de maldad, con rasgos muy narcisistas, que adquieren la necesidad de sometimiento de quienes les rodean. Y en otros casos encontramos rasgos psicópatas y una gran falta de empatía”. Vallejo ha puntualizado que la violencia machista “tiene rasgos similares, se unen los celos, la posesión y la obsesión con los rasgos antes mencionados”.
“Para una persona con rasgos psicopáticos, su fin justifica los medios y si además añadimos otros factores como la necesidad económica o la adicción a las drogas tenemos un auténtico cóctel Molotov”, ha puntualizado López Vallejo sobre los elementos que pueden desencadenar actitudes violentas.
Por su parte, Javier Urra ha expresado que “el uso de sustancias como el alcohol y las drogas son muy comunes en casos de violencia, y también se puede apreciar en casos de violencia de género, donde según qué perfiles observamos una ingesta de alcohol muy elevada”.
El confinamiento y el debate de la salud mental
El debate sobre la salud mental ocupó los titulares al hacerse evidentes las secuelas psicológicas que el confinamiento por la Covid-19 generó en España: aumento de casos de depresión y ansiedad. Para el psicólogo forense Javier Urra “el caso de los drogodependientes, que sufren a veces psicosis por adicción, no tiene una gran relación con la pandemia, yo no lo relacionaría. Las principales consecuencias apreciables del confinamiento son el aumento de la ansiedad y quizá de la depresión, pero un asesinato no puede justificarse bajo un pretexto como ese”, afirma.
Por su parte, Jorge López Vallejo ha indicado que, en su opinión, desde el confinamiento “se han podido apreciar algunas compulsiones, sobre todo en los jóvenes”. En especial, ha señalado el aumento de casos de jóvenes "adictos al sexo o afectados de otras obsesiones", algunas de ellas adquiridas o desarrolladas durante el aislamiento generado por el confinamiento. En cualquier caso, para ambos el confinamiento generó más ansiedad y depresión, pero no guarda relación directa con el aumento de la violencia.
Las nuevas generaciones: más “autocráticas”
Paralelamente al incremento de la criminalidad y la violencia en España, los casos de bullying entre menores también han aumentado en los últimos años, siendo Internet uno de los medios más utilizados para llevar a cabo este tipo de abusos. Sobre esta circunstancia y sus posibles causas, Javier Urra ha indicado a elcierredigital.com que “por un lado, los niños son cada vez más exigentes y hemos bajado la edad de la infancia acortándola mucho y, por otra parte, los niños a veces son interpretados por sus padres como auténticos consumidores, hay muchos padres que no son capaces de afrontar el reto que supone un niño de tres o cuatro años. He visto padres chantajeados por sus hijos desde muy temprana edad”, ha expresado Urra, que ya profundizó en este tema con su libro El pequeño dictador (La Esfera de los Libros).
Sobre este aspecto también se ha pronunciado Jorge López Vallejo: “En general, por el perfil más común de estos niños, la mayoría viven en familias democráticas permisivas, se crían en un ambiente donde se desarrollan como niños autocráticos, chantajeando, e incluso retando, a sus padres, quitándoles toda la autoridad”, ha puntualizado Vallejo.
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