
Los atroces crímenes de Austria y Francia: Qué impulsa a un joven a usar un arma
Los expertos Urra y López-Vallejo analizan las causas del tiroteo en un colegio austriaco y otros asesinatos por jóvenes
Los recientes sucesos de violencia juvenil en Austria y Francia han vuelto a encender las alarmas en toda Europa. En la ciudad de Graz, Austria, la conmoción es palpable tras el tiroteo ocurrido en una escuela.
El atacante, un exalumno de 22 años, irrumpió en el centro sembrando el pánico y causando la muerte de nueve personas, incluyendo a varios estudiantes y a un profesor. Además del propio agresor, que se suicidó.
Este joven, que poseía sus armas legalmente, habría sido víctima de acoso escolar en el pasado, un detalle que añade complejidad a la tragedia.
Casi al mismo tiempo, en Nogent, Fancia, la sociedad se estremecía por el apuñalamiento mortal de una monitora de 31 años. Sucedió a manos de un estudiante de 14 años durante un control en la entrada de un centro de secundaria.

Estos actos, protagonizados por jóvenes adolescentes nos empujan a una pregunta inquietante: ¿Qué lleva a un chico de esta edad a empuñar un arma y cometer actos tan brutales?
Para arrojar luz sobre esta compleja problemática, la tratamos desde la perspectiva del doctor Javier Urra, psicólogo y exdefensor del menor. Elcierredigital.com también ha contado con la visión del psicólogo Jorge López Vallejo.
La "realidad" de la violencia juvenil y el "paso al acto"
"Los jóvenes son parte de la sociedad y, muchas veces, cometen hechos terribles, incluso desde corta edad", afirma contundente el Dr. Urra.
Una característica clave que destaca es la facilidad con la que el joven "pasa al acto". "Un adulto se lo piensa mucho lo que va a hacer; el joven se lo piensa muy poco. Lo hace", explica.
El Dr. Urra, con 35 años de experiencia en la Fiscalía de Menores, subraya que la violencia juvenil no responde a una única causa. "Hay jóvenes que son más violentos, claro. Hay jóvenes que tienen menos autodominio", afirma.
Además de la propia predisposición individual, señala otros factores decisivos como el consumo de sustancias. "Normalmente, el consumo de drogas influye, y las cosas no aparecen por casualidad", indica. El alcohol y otras drogas son un problema recurrente en los expedientes de violencia juvenil.
La pertenencia a bandas juveniles es otra fuente de violencia. Estos grupos buscan controlar a otros, derivando en graves enfrentamientos.
A esto se suman los entornos familiares violentos, donde muchos jóvenes crecen rodeados de dinámicas conflictivas o "mafiosas". Si en estos contextos hay acceso a armas, el riesgo de tragedias se magnifica.
El acoso escolar
Respecto al caso de Austria, donde el exalumno había sido víctima de acoso escolar, el Dr. Urra es enfático: "El acoso escolar es un problema muy grave. Es la razón mayor de suicidio infantil".
"Cuando un niño se siente acosado en un ámbito muy terrible es como que el mundo se le cae encima. No tiene capacidad para elaborarlo", continúa.
¿Juega un papel el entorno familiar o la educación en estos casos? El Dr. Urra explica que "no necesariamente. Hay chicos que tienen patologías, trastornos y fallas educativas". Cada persona es un universo único, y el trabajo psicológico es "muy complejo".
Aun así, el psicólogo señala que existen señales de alerta que pueden indicar un riesgo importante en el comportamiento de los jóvenes. "Entre ellas: la violencia verbal, una escasa capacidad para ponerse en el lugar del otro, la poca ternura y bondad, el desprecio hacia los demás...".
"También son indicadores de riesgo un gran distanciamiento afectivo y la indiferencia ante el sufrimiento ajeno", concluye.
Las dinámicas que impulsan la violencia juvenil
En conversación con elcierredigital.com, el psicólogo Jorge López Vallejo profundiza en las dinámicas que impulsan la violencia juvenil.
Según López Vallejo, "la violencia a menudo se convierte en una forma de autoafirmación o búsqueda de poder. El joven puede sentir que solo a través del miedo o la agresión puede obtener control, respeto o reputación".
Además, la violencia puede surgir como una comunicación extrema cuando el joven carece de recursos emocionales y comunicativos. En ausencia de otras vías, la agresión se convierte en la única forma de expresar rabia, desesperación, abandono, frustración o dolor,
Finalmente, López Vallejo también apunta al "efecto de soluciones intentadas disfuncionales del entorno". Explica que las reacciones de padres, educadores e instituciones pueden, paradójicamente, exacerbar el problema.
"La excesiva rigidez o el castigo sin efecto educativo, ceder ante las amenazas o la violencia para evitar conflictos, o ignorar señales previas de riesgo son 'soluciones' que, lejos de ayudar, pueden empeorar la situación", afirma el psicólogo.

Ante la creciente banalización de la violencia, Javier Urra propone un cambio de paradigma, centrándose en valores esenciales y en la educación emocional.
"Lo más parecido que tenemos en la Tierra es otro ser humano. Y los humanos somos distintos, somos diferentes, pero en el fondo nos oímos y lloramos por lo mismo", expone.
Su mensaje central para padres, educadores y jóvenes es claro. "Hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice, hay que ser muy cuidadoso con lo que se piensa. Y, desde luego, muy cuidadoso con lo que se hace", concluye.
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