Alerta desaparición de Manuela Gil en Gran Canaria: 'Fue vista al lado de una playa'
Esta mujer de 75 años salió en la noche de San Juan a darse un baño en Arinaga y desde entonces no se sabe nada de ella
Manuela Gil León desapareció el 23 de junio de este año en la localidad costera de Arinaga, en el municipio grancanario de Agüimes. Según el censo de 2019 esta localidad cuenta con unos 10.000 habitantes, población que en temporada estival se ve incrementada considerablemente.
Como cada año en la noche de San Juan, 'Manoli' salió a darse un baño, pero desde entonces no se ha vuelto a saber nada de ella.
La última persona que la vio fue un chico de Arinaga, donde ella vive, y posteriormente fue grabada por la cámara de seguridad de un establecimiento que está en el camino de la playa. La cámara que la captó está a menos de cien metros de la zona donde se iba a bañar. La denuncia por desaparición se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Agüimes el lunes 24 de junio.
A sus 75 años, Manuela vive con su madre, que era dependiente de la desaparecida. En una conversación con elcierredigital.com,Dayara, nuera de Manuela, explica que “al día siguiente de que fuese vista por última vez nos dimos cuenta de que no había rastro de ella y mi cuñada fue a poner la denuncia mientras nosotros la buscábamos. Desde la cámara en la que se le perdió la pista nadie la vio entrar al agua ni dirigirse a ningún lado”.
“Es muy extraño que nadie la viese en la playa cuando está a menos de 100 metros de la cámara que la grabó por última vez. Estamos muy preocupados porque son muchos días sin ninguna noticia. Es desesperante y frustrante”, añade Dayara.
El contexto de la desaparición de Manuela
Se trata de la primera vez que Manuela desaparece. No tenía pareja ni problemas con nadie, lleva divorciada más de 20 años y es una persona muy querida en el pueblo. Desde el día que desapareció no ha habido ninguna novedad y ya han pasado casi tres semanas.
La nuera de la desaparecida señala que “el día de su desaparición solo llevaba encima las llaves de casa y una toalla. Dejó todo en su casa, incluido su móvil y su prótesis dental. Ella salió con intención de darse un baño rápido y volvió, ya que dejó las luces de casa encendidas. En su casa está todo en orden y no falta nada. En el momento de su desaparición estaba bien, tenía sus achaques de la edad, pero nada fuera de lo normal. No tenía nada grave como puede ser Alzheimer, y nunca se ha desorientado”.
“Descartamos que sea una desaparición voluntaria, no sabemos si alguien le ha podido hacer algo. Mi suegra es una persona muy inocente que se fía de todo el mundo porque para ella todos eran buenos. Nuestra intuición nos dice que desgraciadamente entró al agua y debió tener algún problema que le impidió salir. Sin embargo, no sabemos si llegó a entrar al agua y no han aparecido sus llaves, su toalla y su ropa”, indica Dayara.
La nuera de la desaparecida muestra su inquietud y explica que no tienen mucha información: “lo único que nos dice la Guardia Civil es que tiene una investigación abierta, pero no nos dan ningún dato o hipótesis. En cuanto a su búsqueda, no vemos movimiento más allá de las batidas voluntarias. También nos dicen que tenemos que esperar”.
Con el paso de los días se comenzaron a reducir los efectivos movilizados en la zona. El 28 de junio los buceadores del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil dieron por concluido su rastreo físico y activo en la zona de costa en la que se produjo la desaparición. Desde la Guardia Civil señalan que este tipo de búsquedas deja de ser efectiva cuando han pasado tantos días. La realidad es que no hay ningún indicio que explique qué le pudo pasar a Manuela.
La desaparecida mide 1,60 metros, es de complexión gruesa y tiene el pelo rubio y rizado. Además, tiene los ojos castaños y lleva gafas graduadas. En caso de tener alguna pista sobre el paradero de Manuela, la asociación SOS Desaparecidos dispone de los teléfonos 649952957 y 644712806, así como del mail info@sosdesaparecidos.es.
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