Acaba sin éxito la búsqueda del cuerpo de Heidi Paz, asesinada por César Román en 2018

La Policía Nacional ha concluido este martes la operación de búsqueda de los restos de Heidi Paz. Esta joven hondureña fue asesinada en 2018 por César Román, conocido como el "Rey del Cachopo". Los agentes no han hallado ningún indicio en el paraje toledano de Las Cárcavas de Carranque.

El dispositivo, que arrancó el lunes, se había desplegado a raíz de una carta manuscrita enviada por César Román a la Audiencia Provincial de Madrid. En ella, el condenado señalaba una nueva ubicación donde supuestamente estarían enterrados los restos que nunca llegaron a localizarse. Tras dos intensos días de rastreo con drones, georradar, perros especializados y antropólogos forenses, la búsqueda ha sido infructuosa.

La investigación arrancó en base a la nueva versión de Román, remitida desde la prisión de Alcalá Meco, donde cumple condena desde 2021. En su escrito, Román volvía a cambiar su relato de los hechos, ya es la quinta vez. Aseguraba que la muerte de Heidi se produjo “de forma fortuita” durante una discusión en la nave de su propiedad en Carabanchel.

Afirmaba además que, tras descubrir el cuerpo sin vida de su pareja, pidió ayuda a un supuesto tío suyo, ya fallecido. Le identificó como "tío Miguel", médico forense, y le señaló como responsable de descuartizar y ocultar el cadáver en Carranque.

Román adjuntó incluso un croquis a mano en el que indicaba una zona del parque arqueológico. En concreto, una localización próxima a una antigua zona de barbacoas y un merendero. Sin embargo, las autoridades, aunque actuaron con rigor ante cualquier posible avance, mantuvieron en todo momento serias dudas sobre la veracidad del nuevo testimonio.

El balance de la búsqueda

El amplio despliegue, que incluyó unidades del GOIT, agentes de Policía Científica, expertos geólogos, y perros rastreadores. Se desarrolló entre la maleza y el terreno abrupto del parque natural.

A última hora de la tarde de este martes, las autoridades anunciaban que daban por finalizada la operación. Todo sin haber encontrado restos humanos ni elementos relevantes que permitieran reabrir el caso desde una perspectiva forense.

Fuentes cercanas a la investigación han confirmado que no se descarta seguir analizando el entorno o realizar prospecciones en otras zonas colindantes. Todo si se reciben indicios más sólidos, pero por ahora no hay planes inmediatos de reactivar la búsqueda.

El contexto y las nuevas revelaciones

En 2021, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a César Román a 15 años de prisión por el homicidio y descuartizamiento de su expareja. En la condena influyeron también los agravantes de parentesco y género. El torso calcinado de Heidi apareció en una maleta abandonada en una nave alquilada por Román, pero nunca se encontraron la cabeza ni las extremidades.

Ya han pasado casi siete años desde aquel crimen que conmocionó a la opinión pública. Y ahora, con esta nueva misiva dirigida a la Audiencia, Román insiste en ofrecer otra versión. Asegura que fue un accidente, que ella llevaba un arma que se disparó en medio de una fuerte discusión, y que el cadáver fue manipulado posteriormente por su supuesto tío.

La aparición del personaje del “tío Miguel” -desconocido hasta ahora para familiares, amigos y antiguos socios de Román- ha generado un gran escepticismo. Ninguna fuente del entorno del condenado ha podido confirmar su existencia real, y su presunto fallecimiento impide cualquier contraste de la información.

¿Una estrategia para reducir su condena?

Esta nueva confesión llega en un momento significativo: Román ha solicitado su inclusión en un programa de mediación penitenciaria, que le exige reconocer el crimen y aportar detalles veraces sobre los restos de la víctima. Según fuentes penitenciarias, su participación podría facilitar su progresión de grado o futuros beneficios penitenciarios.

Sin embargo, las autoridades penitenciarias son cautelosas: el reconocimiento del delito debe ir acompañado de hechos comprobables, y hasta ahora, el contenido de la carta de Román no ha podido ser verificado.

Una vida marcada por el engaño

César Román alcanzó cierta notoriedad mediática como empresario hostelero gracias a su franquicia de cachopos "A Cañada Delic". De hecho, fue apodado como el "Rey del Cachopo". Sus antiguos socios lo definen como un “estafador habilidoso”, con un historial de negocios fallidos, deudas impagadas y conflictos personales que culminaron en la tragedia con Heidi Paz.

Heidi, que trabajaba como camarera en uno de sus locales, fue su pareja durante apenas un mes y medio antes de desaparecer. La joven tenía previsto mudarse a Londres con Román para comenzar una nueva etapa, pero ese viaje nunca se produjo. En su lugar, su torso apareció calcinado en una maleta en la nave de Carabanchel, donde Román la había visto por última vez con vida.