Abusos en la Iglesia: Curioso caso de un cura en Málaga y otros delitos contra menores
Aumentan las detenciones por abusos en la Iglesia, como el caso reciente de un sacerdote en Vélez.
Cada vez son más los casos que se conocen de abusos dentro de la Iglesia Católica. Las agresiones sexuales y la manipulación psicológica que sacerdotes y otros miembros de la Iglesia han llevado a cabo comparten una característica fundamental: las víctimas son mujeres y menores de edad.
Recientemente, un varón de 34 años ha sido detenido por la Policía Nacional en el municipio de Vélez-Málaga tras ser acusado de presuntamente drogar y violar a mujeres y grabar los crímenes en vídeo. Ahora se encuentra en prisión provisional, inculpado de cometer cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad. Fuentes de la investigación afirmaron a EFE que el detenido fue ordenado sacerdote en 2017, fue párroco en una iglesia de Melilla y a inicios de este año fue destinado a la diócesis de Málaga.
Como indica la Policía Nacional en un comunicado, la investigación se inició tras la denuncia de la considerada como actual pareja del arrestado, después de que esta encontrara varias fotografías y vídeos en las que aparecían mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante, “a las que un varón realizaba todo tipo de prácticas sexuales”.
Ante la posibilidad de que tales actos sexuales no fueran consentidos, como indica la Policía, la denunciante realizó una copia del disco y acudió a comisaría para ponerlo en conocimiento de los agentes. A partir de aquí se inició una investigación en colaboración con investigadores de la UFAM central.
Las grabaciones corresponden a diferentes años y localidades y pertenecen a viajes realizados por el detenido con grupos de amigos, entre los que se encontrarían las mujeres que desconocían haber sido agredidas sexualmente. Agentes especializados de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) analizaron el material intervenido en el domicilio del arrestado, que ha ingresado en prisión, e identificaron a cinco víctimas, aunque los investigadores no descartan la aparición de más.
Tras el análisis exhaustivo del material gráfico, los agentes descubrieron que las agresiones sexuales se habían llevado a cabo de forma continuada y que el agresor habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia lo que le permitía llevar a cabo las agresiones sexuales.
Abusos a menores en España
La Iglesia Católica ha estado también envuelta en delitos sexuales contra menores de edad. En los últimos años, los casos de esta clase de abusos han ido emborronando el panorama eclesiástico español. Así sucedió el pasado año, cuando el Tribunal Supremo confirmó una de las penas más durascontra un cura en España en las últimas décadas.
Se condenó a 30 años de prisión a un exsacerdote de Ciudad Real por abusar sexualmente de siete menores del seminario diocesano de Ciudad Real, donde era formador de los alumnos, entre 2014 y 2016. También se le impuso una multa de 52.920 euros y una indemnización de 2.000 euros a cada una de las víctimas, de entre 11 y 14 años en el momento de los hechos.
Pedro Jiménez Arias, de 37 años y originario de Membrilla (Ciudad Real), fue denunciado a la Fiscalía por la diócesis de Ciudad Real en 2016, después de llevar a cabo una investigación interna. La sospecha surgió a raíz de las declaraciones de dos menores a una psicóloga del centro, en las que afirmaban que habían sufrido tocamientos del cura.
Los abusos fueron continuados en el tiempo y tuvieron lugar en las habitaciones de los alumnos que cursaban educación secundaria, en las duchas, en el despacho del condenado y en una piscina e instalaciones deportivas. Los medios señalaron que los alumnos afectados habrían sufrido secuelas psíquicas y desajustes psicológicos, como “sintomatología ansiosa, problemas de pareja o baja autoestima”.
Otro caso similar tuvo lugar en Vigo, donde un sacerdote, profesor de religión en el colegio Salesianos de Vigo, fue condenado a 32 años de cárcel por abusar sexualmente de seis menores que estaban a su cargo. Los abusos tuvieron lugar en 2019, cuando los niños tenían 15 años, y se dieron en un campamento del municipio pontevedrés de Cambados, en peregrinación a Santiago de Compostela y en una asociación juvenil de Vigo que dirigía el religioso.
La sentencia consideró que el sacerdote se aprovechó de su situación de poder y lo condenó por la autoría de siete delitos de abuso sexual, tres de ellos continuados. Además de la prisión, el tribunal le impuso 36 años de libertad vigilada, una orden de alejamiento de las víctimas durante 31 años más y el pago de una indemnización de 76.000 euros al conjunto de los seis menores.
Abusos sexuales en Italia
El pasado año una víctima de delitos sexuales relataba a la BBC su historia de 16 años de horribles abusos llevados a cabo por un sacerdote llamado Gianni Bekiaris. Desde los 8 años, la víctima soportó una serie de conductas abusivas que comenzaron en 1996 de manera “premeditada”. Como indica el medio, Bekiaris reservó una habitación de hotel con una cama individual para ambos. Posteriormente, el niño acabó “con dolor y sangrando… llorando en silencio”.
Bekiaris también trató con los padres de la víctima. Les entregó “un regalo” de un cartel que mostraba dónde estaba el hotel, debajo del cual había escrito la fecha y la hora de ese momento, así como las palabras “en recuerdo de los dos días que pasamos en el frío de las montañas”. Este acto demostraría, más adelante, como el sacerdote manipuló a un niño emocionalmente vulnerable.
“Cuando crecí, les pidió a mis padres que si podía ir a dormir a su casa”, recordaba la víctima para el medio. “Estuvieron de acuerdo, aunque recé para que no lo estuvieran”. Sin tener conocimiento de todo lo sucedido, sus padres estaban orgullosos de que un importante sacerdote valorara a su hijo. El trauma condujo a la víctima “a las drogas, al colapso psicológico y a repetidos intentos de suicidio”.
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