Los vecinos de "El Chicle" quieren que la casa del asesino de Diana Quer y la nave donde fue encontrada sean destruidas

En las próximas semanas asistiremos al proceso que cerrará el caso del trágico crimen de Diana Quer, desaparecida en agosto de 2016 en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) y cuyo cadáver fue recuperado de un pozo en la localidad de Rianxo 500 días después.

"El Chicle" en una de las vistas judiciales.

El único acusado y autor confeso de su muerte, José Enrique Abuín Gey, "El Chicle", se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable que piden tanto Fiscalía como la acusación particular por los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal. Abuín se sentará en el banquillo, ante un jurado popular, para enfrentar un proceso en el que figuran más de 50 testigos y 40 peritos.

Y especialmente  atentos a ese juicio estarán muchos gallegos. Sobre todo, sus vecinos de Rianxo, que durante estos meses han dejado dormir el miedo y la incertidumbre sintiéndose n poco más tranquilos. Ahora, con el juicio, vuelve la angustia, el nombre de su localidad gallega vuelve a estar en boca de todos porque uno de sus vecinos será juzgado por el terrible asesinato de la joven Diana Quer. Los habitantes de Rianxo quieren olvidar a ese personaje que conocido como “El Chicle” porque realmente, temen que vuelva.  No quieren ni hablar del tema, como si de este modo ahuyentaran al mal.

A muchos, contemplar cada día la casa del asesino confeso de Diana Quer como la nave en la que escondió su cadáver, continúa  reavivando el macabro recuerdo de su muerte. Por ello, piden que la casa del asesino sea destruida y la nave, que está en ruinas y abandonada, rodeada por maleza, sea convertida en una casa para mujeres maltratadas, en homenaje a la víctima de “El Chicle”. Una nave que tiene el cartel de “se vende” colgado pero que ningún comprador visita. Los únicos curiosos que se acercan son los que quieren ver de cerca el escenario de los hechos. Llegan, hacen fotos y se van.  

También en A Pobra quieren olvidar

Donde parece que temen el día del juicio y lo que se les viene encima de nuevo es en A Pobra. Tampoco aquí quieren acordarse de lo ocurrido. En la zona de O Areal, el lugar donde desapareció Diana el 22 de agosto del 2016 cuando regresaba a casa de madrugada, vecinos de la villa recorrían el camino que debería haber realizado la joven aquella noche si no se hubiera cruzado con el Chicle: “todo  está bastante olvidado”, dicen algunos. Sin embargo, todo el mundo asume que será por poco tiempo, con el juicio, volverá el ruido.  La vivienda pobrense de la familia de Diana, donde ella nunca llegó, sigue cerrada.