26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Al joven se le perdió la pista el 1 de enero de este año en Orihuela y la mujer desapareció en Córdoba hace ya once años

Desapariciones sin resolver: el misterio alrededor de los casos del oriolano Henry Jiménez y la cordobesa Ángeles Zurera

Ángeles Zurera, desaparecida en 2008 en Aguilar de la Frontera (Córdoba)
Ángeles Zurera, desaparecida en 2008 en Aguilar de la Frontera (Córdoba)
Henry Jiménez desapareció el 1 de enero después de haberse peleado con su compañero de piso, domicilio en el que murió otro compañero por sobredosis. Ángeles Zurera recibió una llamada el 2 de marzo de 2008 de su marido, que le había agredido días antes, y es lo último que se sabe de su paradero. Del joven de Orihuela todavía no se sabe nada. El análisis de los móviles de Ángeles puede ser determinante 11 años después de su desaparición.

El 1 de enero fue la fecha en la que se le perdió la pista a Henry Alejandro Marín Alejandro, el joven de 20 años desaparecido Orihuela y de quien su familia no sabe nada. Henry es de origen colombiano, aunque lleva trece años residiendo en España (diez en Murcia y tres en Orihuela), mide 1,81 centímetros y lleva un tatuaje en el antebrazo derecho con la cara de un tigre. 

Henry estudiaba segundo de bachillerato y tenía intención de ir a la universidad. Trabajaba algunos días sueltos como camarero en un local de Orihuela. Se había ido a vivir con unos amigos unos meses atrás y fue en ese piso donde pasó la última noche antes de desaparecer, según lo que se sabe por el momento.

“Feliz año mi hermanito, te quiero tío, por los más que nos quedan, te quiero bro”, fue el último mensaje mandó Henry a su hermano Andrés sobre la 1:25 de la madrugada tras haber salido de trabajar. Después fue a su piso a celebrar la nochevieja con nueve amigos y allí discutió y se peleó con su compañero de piso. Este declaró que esa noche se pelearon, le golpeó y Henry se fue. Las versiones contradictorias de los amigos hacen que la familia de Henry no confíe en el relato que hacen del día de su desaparición. Creen que Henry nunca se hubiera ido por su propio pie y sin avisar antes. Además, su hermano Andrés asegura que no se defendió de la agresión.

“Es muy raro porque mi hermano es super pacífico y nunca se ha metido en peleas. Todo el mundo, profesores, amigos, conocidos de Henry han llamado para preguntar por él y se están volcando con nosotros”, asegura Andrés.

Cuando el día 1 de enero Gina, la madre de Henry, llama a su hijo y no lo coge, empieza a preocuparse y le sobrevino un mal presentimiento. Fueron a preguntar a sus amigos, buscaron en hospitales y finalmente denunciaron ante la Guardia Civil. Sus propios amigos fueron los que entregaron a la familia el móvil, la cartera y el reloj que siempre lleva y que solo se quita para ducharse, algo que no termina de cuadrar en el relato para la familia de Henry.

La última pista que recibieron resultó ser una falsa alarma. Un camarero de la zona de Cabo Roig dijo haberle visto, dato que en un principio confirmaron a través de una cámara de seguridad que le grabó a las 23:42 horas de esa noche. Resulta que se trataba de otra persona.

Su compañero de piso murió por sobredosis

En la misma casa en la que vivía Henry murió hace unos meses un joven islandés al que encontraron muerto en el sofá por una sobredosis. Compartían piso con otros dos jóvenes de su misma nacionalidad, de los cuales uno se marchó a Islandia después de este suceso y el otro es el compañero de Henry. “Son gente normal a la que conocía porque a veces iba con Henry y con ellos a tomar unas cervezas y ver el fútbol”, relata Andrés, quien asegura que en la familia se preocuparon cuando conocieron la muerte de uno de ellos.

El compañero de piso, la persona que golpeó al joven desaparecido, apenas sabe hablar en español y cuando Gina le preguntó por el paradero de su hijo, este respondió “Henry con chicas”. “No tiene familia ni ningún otro conocido aquí en España”, comenta Andrés. Henry, que sabe hablar inglés y francés, hacía de traductor de su compañero, con el que pasaba todas las tardes y “siempre estaban de arriba para abajo”.

La Guardia Civil actuó rápido los primeros días y desplegó un amplio operativo de búsqueda con un helicóptero incluso, aunque después se ha empezado a considerar que pueda ser una desaparición voluntaria. Pero dadas las circunstancias que rodean el caso la familia no cree que Henry se fuera por su propia voluntad el día de su desaparición. La Guardia Civil sigue investigando las causas que provocaron que Henry Jiménez no volviera a su domicilio el 1 de enero de este 2019 y mantienen todas las líneas de investigación abiertas, una investigación que se encuentra actualmente bajo secreto de sumario.

Andrés, su hermana de seis años y su madre Gina siguen con la esperanza de encontrar a Henry y están moviendo cielo y tierra para conseguir esclarecer su desaparición. De hecho, han conseguido el apoyo solidario de varios famosos, como el chef Jordi Cruz y el actor Juan Echanove, quienes se han sumado a su campaña lanzando un SOS con su imagen en foto y vídeo.

Nuevas pistas en el caso Angelines Zurera

El pasado 2 de marzo se cumplieron once años de la desaparición de Ángeles Zurera en Aguilar de la Frontera, municipio situado en Córdoba. La investigación no ha cesado desde el año 2008, cuando esta mujer, de 42 años por aquel entonces, desapareció.

Sobre la 1:20 de la madrugada, Ángeles Zurera recibió una llamada en su casa. Sus dos hijos habían salido, era sábado, y ella se encontraba sola esa noche. La llamada provenía de su marido Manuel Reina, de quien la mujer se estaba divorciando, y la conversación duró dos minutos y medio. Es lo último que se sabe sobre ella. Manuel, en su declaración ante el juzgado del pueblo llegó a estar imputado como sospechoso de la desaparición y aseguró que en aquella llamada no hablaron de nada.

El caso se encuentra archivado provisionalmente y la familia está haciendo todos los esfuerzos posibles para que se reabra la causa y puedan saber la verdad. Aún así, la investigación policial no ha cesado en todo este tiempo.

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Antonio, hermano de la desaparecida, comenta a Elcierredigital.com que no cree la versión de Manuel Reina. “Claro que está relacionado con la desaparición de mi hermana. No lo digo yo, lo dice la Justicia, consta en el sumario. Le imputaron porque había indicios y los autos dicen que miente en sus declaraciones”, asegura.

Manuel fue condenado por una agresión física a Angelines días antes de su desaparición, que quedó demostrada y que reconoció en sede judicial el propio agresor. “Él ha solicitado en el juzgado que se archive el caso. No es que haya pedido que le des imputen, sino que quiere que no se investigue. A mí, si me dan la oportunidad de demostrar que soy inocente, no lo dudo, incluso pago”, manifiesta Antonio.

Han sido muchos años sin encontrar una pista totalmente determinante para poder resolver el caso, pero ahora la investigación puede dar un vuelco por el empeño de la familia en esclarecer la desaparición de Ángeles.

El contenido de los móviles es determinante

Desde el principio la familia pidió que se investigaran los dos móviles encontrados en 2008, uno de ellos encontrado rápidamente tras la desaparición, encima de una mesilla de noche, y el otro, que no fue encontrado hasta varios días después, dentro de un cajón y con restos de tierra en su interior, pero el juzgado descartó realizar un análisis pericial a los móviles.

“Nosotros pedimos que examinaran los móviles que encontramos y nos denegaron la solicitud. Volvimos a recurrir y nos lo volvieron a denegar. Lo que hemos hecho ahora ha sido acudir a una empresa especializada, que ha recuperado datos que pueden ser determinantes”, afirma el hermano de Ángeles, quien no quiere dar más detalles para que la investigación no se vea perjudicada.

Con la ayuda de las nuevas tecnologías han podido, 11 años después, recuperar datos de los móviles como mensajes borrados, llamadas, fotografías y vídeos. De este modo, han remitido el informe a la policía judicial de la Guardia Civil, encargada de la investigación, para que puedan abrir nuevas diligencias. También le hicieron entrega de un informe criminológico realizado por un experto de la fundación Quien Sabe Dónde de Francisco Lobatón.

“Antes no se podían hacer estas cosas, pero con la tecnología actual sí. En los móviles hay contenido como para volver a darle un empujón a la investigación”, señala Antonio y asegura que lo único que quieren es encontrar a su hermana, más allá de encontrar culpables.

“Esperamos que se reabra el caso y que la investigación coja velocidad. Sabemos que está muerta, no tenemos ninguna duda. Si no no la hubieran buscado en pozos, en fondos acuáticos o en la red de alcantarillado. Solo queremos encontrarla y que vuelva con nosotros para poder descansar”, cuenta Antonio.

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