Los MIR de Madrid levantan la huelga después de un mes tras un acuerdo con la Consejería de Sanidad

“El maltrato por parte de la Administración durante años se ha acentuado con la crisis del Covid-19 y así continúa sucediendo. El 22 de mayo, el Comité de Empresa MIR remitió a la Consejería de Sanidad un Convenio MIR histórico y que sirve de vehículo para solucionar gran parte de los problemas del colectivo”, aseguró la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) en un comunicado a mediados de julio.

Desde entonces, los MIR de la Comunidad de Madrid se han mantenido en huelga indefinida para reclamar mejoras laborales. Una acción secundada por otros profesionales del mismo rango en Valencia. Esta semana, la consejería de Sanidad y Hacienda de la Comunidad de Madrid anunciaban el histórico acuerdo con los internos residentes.

El acuerdo incluye tres grandes ámbitos: retributivo, formativo y organizativo. La medida estrella es la mejora salarial, que subirá en un 14% para el sueldo base de los residentes. Se realizará en dos tramos. Primero, un complemento de 460 euros para todos los MIR del Servicio Madrileño de Salud. Además, se creará un segundo complemento de 120 euros para la totalidad de los residentes.

Por otra parte, según anunciaron fuentes de CCOO, también se habría acordado doblar la paga extra durante el 2020, con carácter retroactivo para todos los MIR.

Educación y Libranzas

Según los convocantes, la situación de los médicos residentes (MIR) es crítica. Estos especialistas en formación cumplen labores de entrenamiento teórico prácticas que les permitan concluir sus horas prácticas y estudios durante un perdió de 4-5 años. En el año 2009, la Consejería de Sanidad dedicó regular la relación laboral para darle una figura especial a este tipo de trabajadores.

MIR en sanidad de Madrid.

Aunque las intenciones parecen a priori buenas, los sindicatos denuncian que esta relación se ha convertido “desde su entrada en el hospital en mano de obra barata, siendo sometido a una alta presión física, psicológica y académica, con un sueldo-beca que ridiculiza toda la labor que ejerce”.

Como explican el primer año de residencia 10,85 euros brutos/hora de guardia, con una retribución neta mensual sin guardias de 1003 euros, llegando a 1279 euros en los residentes de último año (4º y 5º año de residencia). Por ello, la mayoría de los residentes se ven abocados a complementar sus sueldos con la acumulación “de extensas, exhaustivas y continuas horas de guardia de 17 y 24h”, siendo estas el “único flotador” que sustenta sus nóminas y que les ofrece una “salida económica realista”, suponiendo normalmente más de la mitad de su salario.

Ante esto, las negociaciones han llegado a puerto. A partir de ahora, todo el personal MIR tendrá acceso a formación continuada, algo que hasta ahora solo podían realizar los adjuntos. Aunque no se ha determinado el orden y número de horas para formación, la mesa de negociación buscará cerrar un acuerdo definitivo antes de septiembre.

Una de las mejores noticias se trata del “fin de las camas calientes”, según las cuales, el personal en formación tenía menos jornadas de descanso que l personal médico profesional. Ahora, todo se fijará con guardias y se penalizará a los centros que las incumplan. También se establecerá una libranza los días sábados, iniciando en septiembre.

Según Enrique Ruiz Escudero, consejero de sanidad de la CAM, el acuerdo significa: “un avance importante que no se producía desde hace una década para que los MIR trabajen en unas mejores condiciones y que así puedan ofrecer un mejor servicio a todos los madrileños”

Protesta del personal MIR en julio.

Por su parte, el comité de huelga ha comentado que: "parece que la Comunidad tiene una voluntad de seguir negociando en septiembre el resto de medidas". Madrid es la primera comunidad en acordar mejoras para los MIR tras los problemas y el colapso derivado de la pandemia del coronavirus.

La Huelga por las condiciones

Debido a la crisis del coronavirus, las instituciones sanitarias han tenido que estirar al máximo sus recursos, incluyendo al personal de formación. Según los convocantes, los residentes “se han convertido, si cabe aún más, en un pilar elemental para el funcionamiento de los centros sanitarios, requiriéndose de ellos la ejecución de funciones durante todo el periodo que sobrepasaban ampliamente su nivel formativo y sus competencias”.

Entre las quejas del personal se encuentra el “abandono” de la administración, que no cumple con los requisitos “de protección adecuados” con el consiguiente “contagio de miles de sanitarios”. Entre las medidas que denuncian se encuentran: la falta de tes de cribado, las “pésimas” condiciones de los contratos a residentes el último año, el rechazo a considera el COVID como una enfermedad profesional para reconocerlo en el INSS, las nóminas “ridículas” o la acumulación de vacaciones el último año.