Se desarticula una banda de holandeses en Málaga que traficaba con 6.300 kilos de cocaína

La Guardia Civil y la Policía Nacional lograron el martes uno de los mayores golpes contra el narcotráfico en lo que va de año. Los agentes, dentro del marco de la ‘Operación Bananero’, incautaron más de 6.300 kilos de cocaína en una nave en el polígono Santa Teresa de Málaga. Es un golpe histórico tanto en la provincia, como en España y Europa.

Es el segundo mayor desmantelamiento de droga en 2018, ya que el primer puesto lo ocupan los 8.740 kilos que se incautaron el pasado mes de abril en el puerto de Algeciras (Cádiz). La operación se saldó con 16 detenidos, 15 en Málaga y 1 en Badajoz, todos de nacionalidad holandesa.

La organización desarticulada pertenecía a unos conocidos criminales holandeses asentados en la Costa del Sol, principalmente en la localidad malagueña de Benalmádena. Además de los arrestos, también se realizaron 19 registros en la provincia andaluza y uno en la extremeña.

Los criminales introducían después la droga en España y Holanda

Los delincuentes que pertenecían a esta red eran los encargados de introducir la droga en España y Holanda en grandes cantidades de clorhidrato de cocaína. Estos, además, habían sido ya investigados en su país de origen en numerosas ocasiones, siendo considerados algunos de ellos como objetivos prioritarios por las autoridades policiales de Holanda.

Algunos de los criminales detenidos | Guardia Civil-Policía Nacional

Gracias a la información recabada por los cuerpos policiales, se sabe que el grupo investigado se encargaba de introducir la droga y de facilitar la logística necesaria para hacerla llegar en puertos holandeses, portugueses y españoles en contenedores.

Por otra parte, los agentes averiguaron que esta organización tenía en Málaga y Badajoz la infraestructura necesaria para el transporte y almacenamiento de mercancías, infraestructura que era usada para el transporte en grandes cantidades de los estupefacientes.

Cómo se gesta la redada

Al igual que ocurrió con la droga encontrada en el puerto de Algeciras, el alijo interceptado estaba camuflado entre un cargamento de bananas en el interior de una nave situada en la calle Valle Niza. El almacén, que estuvo vacío y sin usar durante años, fue alquilado hace una semana. Los investigadores encontraron en la nave, además de la droga, 300.000 euros en efectivo, cuatro armas de fuego y munición, un camión frigorífico, vehículos de alta gama y abundante documentación pendiente de análisis.

La investigación, que se inició en enero, fue llevada acabo por varios grupos policiales: la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO)-Costa del Sol, el Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de la Policía Nacional, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Unidad Nacional contra el Tráfico de Estupefacientes Judiciaria de la República de Portugal (UNCTE) y la agencia de seguridad norteamericana Homeland Security Investigations.

En cuanto a la parte judicial, esta actuación fue posible tras la coordinación previa del Juzgado Central de Instrucción número 5 y la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional.

El momento culmen de la operación se realizó el martes a las siete de la mañana, cuando agentes de paisano irrumpieron en el polígono, donde además de intervenir la droga efectuaron una decena de detenciones.

La organización utilizaba una empresa de importación de fruta

La cocaína, que habría alcanzado un valor superior a los 360 millones de euros en el mercado negro, era transportada a España desde Costa Rica.

Esta red llegó a importar unos 70 contenedores de fruta, tratando de alcanzar un historial que indicara a los agentes aduaneros una sólida posición de volumen y negocio. Esto empezó a ser algo que hizo sospechar a los agentes, que realizaron posteriormente una labor minuciosa de investigación que les permitió detectar y localizar toda la red de los investigados, así como el momento en el que iban a finalizar con éxito la introducción de la droga en España.

La droga incautada por la Guardia Civil y la Policía Nacional | Guardia Civil-Policía Nacional

La organización también blindaba todas sus actividades y movimientos a través de extraordinarias medidas de seguridad, que incluían la utilización de dispositivos electrónicos de última generación, comunicaciones encriptadas y un constante cambio de vehículos que utilizaban para desplazarse, cuyo propósito final era dificultar la vinculación de los criminales con las actividades investigadas.