La Audiencia Provincial de Madrid condena a siete años de cárcel al maltratador reincidente polaco Jaroslaw J.K.

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a siete años a Jaroslaw J.K., un maltratador de origen polaco que apuñaló a su exmujer además de intentar asfixiarla, pese a tener una orden de alejamiento de ella por una pena impuesta anteriormente por maltrato, y que en ese momento estaba cumpliendo.

La condena refleja que se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa, con la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de reparación del daño. Se le impone también la prohibición de acercarse a menos de mil metros de la víctima, así como acudir a su domicilio, trabajo o lugar frecuentado por ella ni de comunicarse de cualquier forma con su víctima en un plazo de diez años.

El procesado fue condenado en febrero de 2016 por un delito de malos tratos en el ámbito familiar con una pena de 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, un año y un día de privación del derecho a la tenencia y porte de armas, así como prohibición de acercarse a su exmujer.

La pena tenía fecha de inicio de cumplimiento el día 20 de junio de 2016 y se extinguía el 3 de septiembre de ese año. Los hechos por los que ahora ha sido condenado se produjeron el pasado 27 de junio, en medio del cumplimiento de la medida.

Quería matar a su exmujer

A pesar de tener una orden de alejamiento vigente, el hombre llevaba residiendo unos días en el domicilio de su expareja "con ánimo de acabar con la vida de quien había sido su cónyuge, encontrándose esta cambiándose de ropa en su habitación".

"Le puso un cuchillo de cocina de 27 cm de hoja al lado del cuello, mientras le manifestaba "como quería morir", clavándole el cuchillo por primera vez, para acto seguido asestarle otra nueva cuchillada", recoge la resolución, que detalla las múltiples cuchilladas que le asestó a continuación. Tras las puñaladas, la golpeó en la cara hasta que la tumbó en la cama, intentando asfixiarla con la almohada, apretándola el cuello con sus manos.

En el trascurso de los hechos, la mujer consiguió quitar el cuchillo al procesado y tirarlo debajo de la cama, lo que motivo que el procesado se dirigiera a la cocina, en donde cogió otro cuchillo con el que la volvió a apuñalar.

En ese momento, fue sorprendido por agentes de la Policía Local, que se personaron en el domicilio, alertados por los vecinos del inmueble, ante los gritos de socorro de la víctima.