26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Esta mujer, discapacitada física de Alicante, era muy conocida ya por otros delitos y logró engañar a un centenar de personas en toda España

‘Oportunidad 2020’: Detenida la cabecilla de una estafa que fingía ser hija del Emérito y de Franco

Guardia Civil.
Guardia Civil.
La Guardia Civil de Alicante ha detenido a diez personas que formaban parte de una organización criminal que ha llevado a cabo una estafa piramidal de más de 4 millones de euros. El Juzgado de Instrucción de Torrevieja ha coordinado la operación, que posteriormente ha sido desarrollada por la Guardia Civil alicantina. La cabecilla, Ana María Segura, minusválida en silla de ruedas, se hacía pasar por hija del Rey Emérito y, en otras ocasiones, del General Franco.

Su sede de operaciones se mantenía en Guardamar del Segura, pero las estafas eran en ciudades como Barcelona, Madrid, Alicante y Tarragona, y también en países de la Unión Europea, como Suecia y República Checa.

A los diez detenidos se les atribuyen delitos de apropiación indebida, falsificación de documentos y blanqueo de capitales.  

Guardia Civil incautando dinero.

Entre los perjudicados por las acciones de la banda, se encuentran aproximadamente 100 víctimas de estafa, aunque las fuerzas de seguridad continúan con el proceso de investigación y no se descarta que el número de afectados por los actos fraudulentos de este grupo sea superior al que se conoce.

En la operación han sido detenidas un total de 10 personas, entre las que se encuentra la cabecilla de la banda criminal, una conocida ‘estafadora histórica’, Ana María Segura, y dos investigadas más.

Además, las fuerzas de seguridad han realizado un registro en 8 viviendas ubicadas en diferentes localidades de Alicante, en las que se han incautado 60.000 euros, una cantidad ingente de aparatos tecnológicos, numerosas piezas de joyería de un valor aproximado a 50.000 euros y dos coches de alta gama.

Por otro lado, también se han intervenido 10 cuentas bancarias utilizadas por la organización criminal y destinadas al blanqueo de dinero.

Supuesta herencia millonaria

Esta estafadora se hacía pasar por descendiente del Rey emérito Juan Carlos I, actuando como heredera no reconocida para ganarse la confianza de sus potenciales víctimas. Por otro lado, para ganarse su aprecio, utilizaba la minusvalía que sufre y por la que utiliza una silla de ruedas.

La jerarquía en el grupo estaba bien establecida. La cabecilla, mujer española de 50 años, ya era conocida por los investigadores desde hacía 20 años debido a los antecedentes con los que contaba, además de haber estado en la cárcel cumpliendo condena por otro tipo de estafas cometidas con anterioridad.

Con el escenario impostado de ser descendencia ilegítima del general Francisco Franco, o no reconocida del Rey Emérito de España, conseguía la aceptación de sus conocidos o amigos, y con el dinero que manejaba se permitía el lujo de aparentar que tenía una gran fortuna en su poder, lo que parecía verificar su teoría. El nivel de vida que llevaba era alto y contaba con un equipo de 15 personas que trabajan personalmente para ella.

Respaldo ficticio ante la Ley

También tenía un despacho de abogados ficticio pues sólo se dedicaba a gestionar el dinero recogido en las estafas. Para la banda no supuso ningún problema blanquear aproximadamente casi un millón y medio de euros por transferencia bancaria durante al menos 8 meses. 

Por otra parte, la banda también estafó unos 20.000 euros a una joyería, ya que una gran parte del dinero que se recaudaba de estas actividades ilegales iba a parar a la adquisición de joyas de alta gama entre otros objetos de lujo, que también constaban entre sus objetivos.

Guardia Civil.

Las mismas personas que estaban contratadas por ella y que llevaban a cabo los servicios de la organización fueron  a su vez estafados, puesto que en alguna ocasión se vieron obligados a tener que pedir créditos para la compra de algunas de las viviendas, aunque recibían 4.000 euros mensuales en concepto de salario.

Ofertas increíbles para potenciales inversores

El procedimiento que llevaba a cabo la organización consistía en buscar por la red diferentes tipos de inmuebles en venta y una vez localizados, procedían a vendérselos por un precio muy inferior al real -tipo ganga- a los inversores que consideraban potenciales víctimas.

Para poder beneficiarse de esta "oportunidad", los interesados tenían que reservar la propiedad sin tan siquiera verla, aunque ante el precio irresistible, entre los 25.000 y los 40.000 euros (aproximadamente un 20% de su valor en el mercado), derribaba las posibles cautelas. 

En el momento en que la víctima hacía la reserva, el grupo organizado hacía una reserva real a la inmobiliaria para garantizarse temporalmente el inmueble, esperando a que las víctimas realizasen el ingreso total de la propiedad al instante. En el momento que los criminales recibían el pago, desaparecían sin dejar ningún tipo de rastro, y la víctima se quedaba sin dinero y sin inmueble.

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