26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Le propinó numerosos golpes en la cabeza contra el mobiliario de cemento y contra el lavabo dejando la celda llena de sangre y dientes por el suelo

Un preso de Alcalá-Meco casi mata de una paliza a su compañero de celda a los dos días de entrar ambos en prisión

Un preso de la cárcel de  Alcalá-Meco ingresó en el hospital tras recibir una paliza de otro interno
Un preso de la cárcel de Alcalá-Meco ingresó en el hospital tras recibir una paliza de otro interno
Un preso de nuevo ingreso propinó una paliza a su compañero de celda en la prisión de Alcalá-Meco el pasado 12 de julio. Se encontraban en el módulo de ingresos, donde pueden permanecer hasta cinco días antes de que la Junta de Tratamiento decida su calificación. Desde la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar denuncian la falta de personal, medios y formación para actuar en este tipo de situaciones.

Dos presos del centro penitenciario de Alcalá-Meco (Madrid II) protagonizaron la semana pasada un episodio violento, en el que un reo de nuevo ingreso golpeó a su compañero de celda, también recién llegado al centro penitenciario, que tuvo que ser reanimado y trasladado de urgencia al Hospital Gregorio Marañón.

El agredido es un hombre español de 60 años que había sido internado en este centro por delitos de estafa, según fuentes consultadas, mientras que el agresor tiene 25 años y es de nacionalidad colombiana, con varios delitos a sus espaldas por robo con violencia e intimidación.

Los hechos tuvieron lugar el pasado día 12 de julio después de la hora de comer, cuando internos de la celda contigua oyeron "violentos golpes" en el módulo de ingresos, donde se destinan los reos que acaban de llegar a prisión antes de ser calificados, y dieron la alarma a través del interfono del habitáculo. Tras recibir el aviso se personaron en el lugar varios funcionarios y el Jefe de Servicios, quienes pudieron facilitar la evacuación y el traslado al hospital del agredido.

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El interno agresor fue trasladado al módulo de aislamiento de la prisión de Alcalá-Meco

Ambos presos ingresaron en prisión el día 10 de julio en una celda de dicho módulo de ingreso, donde pueden permanecer hasta cinco días hasta que la Junta de Tratamiento decide su calificación y a qué módulo se les destina. Pero antes de que pudieran ser evaluados de forma completa, se produjo el incidente.

El interno agresor fue trasladado al módulo de aislamiento y se le aplicó el artículo 10 del Código Penal por el cual fue sometido considerado como preso de primer grado.

La celda llena de sangre y dientes por el suelo

La agresión se produjo a la hora de la siesta, tras el recuento de la comida. Por motivos aún desconocidos, el reo más joven le dio una paliza a su compañero de celda cuando estaba en el lavabo, por lo que no le dio tiempo a reaccionar.

Así lo denuncia la asociación Tu Abandono Me Puede Matar en un comunicado, donde asegura que el atacante le propinó “numerosos golpes en la cabeza contra el mobiliario de cemento y el lavabo”, dejando “la celda llena de sangre con una muela y un diente por el suelo”.

Asimismo, esta asociación denuncia la falta de psicólogos en el centro de Alcalá-Meco, en el que sólo hay tres trabajadoras (una de baja) y una Subdirectora de Tratamiento para un total de 850 internos. Además, reivindican la “extrema situación de peligrosidad que vivimos los trabajadores penitenciarios por la falta de recursos humanos, medios materiales y formación específica en el medio”.

Otra agresión a un trabajador con lejía 

Este miércoles 17 de julio también se produjo una nueva agresión a un funcionario en la prisión sevillana de Morón de la Frontera. Un interno de nacionalidad marroquí ha rociado con lejía la cara de uno de los trabajadores, cuando estaba procediendo a repartir el desayuno a los reos en el módulo de aislamiento, según ha denunciado el sindicato Acaip en un comunicado.

El agresor está considerado como un interno de "máxima peligrosidad" tras haber acumulado más de 100 sanciones disciplinarias debido a altercados contra funcionarios de prisiones en más de siete centros penitenciarios de toda España.

Debido a este suceso, desde el sindicato han solicitado a la dirección del centro el traslado de todos los presos violentos que "atenten contra la integridad y seguridad de sus empleados", así como un aumento de los vigilantes de interior en este módulo y reducir el número de internos del mismo. Además, piden crear una mesa de evaluación con el resto de sindicatos para fijar las estrategias a seguir frente a las agresiones.

Asimismo, denuncia la falta de interés de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para poner freno a las agresiones por parte de presos a trabajadores. Según Acaip, "han implantado un protocolo de agresiones que, lejos de reducirlas, se han visto incrementadas. E incumplen sistemáticamente las directrices del propio protocolo, por ejemplo, como el de la intervención necesaria del abogado del estado en la defensa de los trabajadores afectados en los supuestos de agresiones".

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