26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El hombre que acabó con la vida de su progenitor mientras dormía ingresa en la prisión de Gran Canaria

Marcos Hernández, que mató a su padre a hachazos en Las Palmas, es también el responsable de la muerte de su madre

Foto del supuesto padricida Marcos Hernández Sánchez (Izqda.)
Foto del supuesto padricida Marcos Hernández Sánchez (Izqda.)
El hombre detenido el lunes en Las Palmas de Gran Canaria por haber matado a hachazos a su padre lo mató mientras este dormía en la cama, de madrugada, unas 15 horas antes de llamar al 112 para contar lo que había hecho, según el auto que dispone su ingreso en prisión

El Juzgado de Instrucción número 3 de la capital grancanaria ha levantado hoy el secreto sobre las investigaciones que se han realizado respecto a lo ocurrido en la madrugada del domingo al lunes en la vivienda de la calle Italia en el popular barrio de Las Alcaravaneras donde Marcos Hernández Sánchez, de 43 años, residía con sus padres: el abogado y poeta José Rafael Hernández Santana, de 72 años, y María Dolores Sánchez García, de 79, que padecía la enfermedad degenerativa de alzheimer.

Según el auto de ingreso en prisión dictado por el magistrado Tomás Martín, entorno a las 21.00 horas del domingo, el presunto asesino se percató de que su madre no estaba bien y comenzó a darle un masaje torácico. El propio Marcos ha contado al juez que no sabía que su madre había muerto y que, antes de llamar a los servicios sanitarios, prefirió esperar la llegada de su padre que se encontraba fuera del domicilio en ese momento.

Cuando José Rafael retornó, alrededor de las 22.30 horas, no fue informado por su hijo de la situación de la madre, pero se inició una fuerte discusión entre ellos. Cuando el padre se acostó para dormir, Marcos cogió un hacha y se la clavó en diez ocasiones. Entre las graves heridas que presentaba el cuerpo de José Rafael destacan la fractura del cráneo o la amputación de un brazo.

Sin embargo, siempre según el auto, Marcos no estaba seguro del fallecimiento de su padre por lo que permaneció junto al cuerpo y le tomó la temperatura temerosa de que “pudiera reaccionar”. Quince horas más tarde, a las 15.55 horas del lunes, llamó al 112.

Por todo lo relatado, el juez le imputa los cargos de asesinato con agravante de parentesco con respecto a su padre y de homicidio por imprudencia y abandono de persona incapaz respecto a su madre.  Cuando la Policía llegó a la casa, relata el auto, apreció una "absoluta falta de condiciones higiénico sanitarias para la atención digna de la fallecida", que llevaba en cama cinco años y hacía seis meses que se había suspendido la atención médica domiciliaria que venía recibiendo la mujer.

Y, además, considera un indicio en su contra el hecho de que antes de llamar al 112 para confesar el crimen, limpiara la habitación de su madre y recogiera dos bolsas enteras de pañales con heces y orina que tiró a un contenedor de basura, con el propósito, según ha declarado, de que "no pareciera que no la atendía".

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