Así operaban en Granada los narcos que usaban fotos de Pablo Escobar para embalar la droga

Después de que muriera tiroteado por las fuerzas especiales, la leyenda del narcotraficante colombiano Pablo Escobar sigue presente en los corazones de muchos empresarios y sicarios de la droga. Pese a ser un asesino de masas, muchos le veneran todavía en su país natal de Colombia como un ser espiritual que les guía en su camino. Las series y películas basadas en su historia han tenido bastante que ver en la idealización de un hombre que llegó a tener a todo un país a sus pies.

También dentro de los propios narcos abundan muchos seguidores de Escobar, al que se le conocía como “El Padrino colombiano" de la cocaína. En el mes de octubre, el diario Ideal informó que un presunto narcotraficante, que llegó a ser encarcelado, pero que finalmente quedó en libertad con cargos, tenía una finca en la localidad granadina de Santa Fé a la que llamó Nápoles, al igual que la Hacienda que tenía Escobar en Colombia.

En sus tierras levantó un “pórtico” calcado al que tenía el narcotraficante colombiano e incluso se dio el lujo de autodenominarse “patrón”. El acceso a la finca está coronado por una avioneta idéntica a la que “Don Pablo” tenía en su propiedad con una matrícula idéntica a la original.

Así es la entrada de a finca del cabecilla del grupo narcotraficante | Ideal

Otra prueba de que el recuerdo de Escobar sigue vivo en el mundo narco es que la Audiencia de Granada juzgará, los días 16 y 17 de diciembre, a dos individuos que fueron detenidos cuando, presuntamente, transportaban en su vehículo 25 kilos de cocaína, parte de los cuales estaban recubiertos con la fotografía del “patrón” y su nombre: Pablo.

Crónica de la detención del clan

Todo ocurrió durante la madrugada del 14 de septiembre de 2018 en la carretera A-92, en el término municipal de Huétor Santillán, y los dos sospechosos, ambos con antecedentes por tráfico de drogas, están encarcelados desde entonces. Los supuestos delincuentes cayeron en un control de la Guardia Civil.

La droga estaba repartida en 25 paquetes rectangulares, que estaban ocultos en un doble fondo del vehículo en el que viajaban los individuos en cuestión, que eran originarios de Cataluña. En concreto, el alijo estaba escondido tras los altavoces del equipo de música del coche. En este sentido, los agentes del instituto armado se percataron que el percataron que el aparato no sonaba a pesar de estar encendido, lo que les hizo sospechar que algo no iba bien dentro de ese coche.

Los sospechosos fueron parados en un control de la Guardia Civil

Además, los ocupantes del turismo representaban “elevado nerviosismo”, lo que acrecentó las sospechas de los guardias civiles. Aparte de la droga, la Benemérita también intervino a los detenidos más de 5.000 euros en efectivo y cinco móviles. La fiscalía pide ahora para cada uno de ellos penas de ocho años y seis meses de prisión y sendas multas de un millón y medio de euros, según detalla el escrito de acusación del ministerio público.