El cadáver fue encontrado cerca de una arqueta, rodeado de herramientas para manipular los tendidos eléctricos
Un ladrón de cobre muere electrocutado al intentar robar cables de este material en Las Palmas de Gran Canaria
En la mañana del jueves un varón falleció a causa de una electrocución cuando quería robar cable de cobre en el barrio de Siete Palmas de Las Palmas de Gran Canaria. El cuerpo del hombre fue encontrado cerca de una arqueta eléctrica junto a herramientas para manipular los tendidos eléctricos.
Tras ser hallado el cadáver, se inició una pequeña investigación con el objetivo de saber si el fallecido trabajaba para alguna empresa, comprobándose que no tenía relación con ninguna compañía, por lo que la principal hipótesis de la muerte es que se produjo cuando intentaba sustraer cable de cobre para venderlo después en el mercado negro.
El Centro Coordinador de Emergencia y Seguridad (CECOES) del 112 del Gobierno de Canarias, ha explicado que se recibió el aviso sobre las 6:30 de la mañana informando de la presencia de "un hombre tirado en la calle", por lo que desplazó al lugar una ambulancia de soporte vital básico y otra medicalizada del Servicio de Urgencias Canario (SUC), cuyo personal sanitario sólo pudo confirmar la muerte del individuo.
Segunda muerte por electrocución en menos de un año
Hace once meses, en diciembre de 2017, otro hombre perdió la vida cuando intentaba robar cable de cobre en Castellón junto con dos personas más que fueron detenidas. Entró en las instalaciones de la antigua empresa Deriplom para realizar el hurto. Una mala manipulación del cableado desencadenó el fatídico final.
La nave de Castellón | NEBOT
Los ladrones, al parecer, saltaron el muro trasero de la nave, ubicado en el camino Romeral de Castellón, y aprovecharon que la empresa no ejercía ninguna actividad para realizar el robo.
Otros casos de muerte por electrocución en esta provincia se dieron en los años 2006 y 2013, cuando dos hombres fallecieron en sendos accidentes que tuvieron lugar en los municipios de Santa Magdalena de Pulpis y Benicarló.
