30 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Los hijos del expresidente del Atlético de Madrid declararon unos bienes sensiblemente inferiores para evitar a los acreedores y sus responsabilidades

Los claroscuros de la herencia de Jesús Gil: 854 euros en metálico y un patrimonio neto de 625.000 euros

Los expertos fiscales consultados por elcierredigital.com consideran que la forma en que los herederos de Jesús Gil y Gil realizaron la liquidación del impuesto de sucesiones tenía dos fines claros y directos. Primero, ocultar el auténtico patrimonio del ex alcalde de Marbella. Y, en segundo lugar, responder a los acreedores o futuras responsabilidades civiles con el importe, única y exclusivamente, de los bienes en su día declarados: 625.007,89. Sin embargo, la herencia sumo 4,7 millones.

La liquidación de bienes del impuesto de sucesiones se produjo seis meses después del fallecimiento de Jesús Gil, exactamente el 13 de noviembre de 2004, y en ella los declarantes (María de los Angeles Marín Cobo –esposa-, Jesús, Miguel Angel, Oscar y María de los Angeles Gil Marín –hijos-) solicitaban a la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid que “tenga por presentada declaración sin autoliquidación”.

La familia Gil al completo.

Los expertos fiscales argumentan que “cuando los herederos de Gil no autoliquidan el impuesto de sucesión y se limitan a esperar la liquidación administrativa, vienen a confirmar que no necesitan disponer de esos bienes que ha dejado el cabeza de familia”. Se da la circunstancia de que si no hay autoliquidación los bancos depositarios de esos bienes, incluidas cuentas corrientes y acciones, los bloquean y es imposible disponer de ellos.

Los depósitos dejados por Jesús Gil y Gil en las diferentes entidades bancarias en mayo de 2004 ascendían a la cantidad de 854,72 euros, según se puede apreciar en el documento conocido como “inventario de bienes y derechos al tiempo del fallecimiento”. El patrimonio neto provisonal de Jesus Gil y Gil tras su muerte era de 625.00 euros.

Indudablemente, esa mínima liquidez bancaria del difunto Jesús Gil no corresponde con la imagen chulesca o prepotente que en muchas ocasiones había demostrado el ex alcalde de Marbella cuando se echaba mano al bolsillo de su pantalón y sacaba un fajo de billetes que ascendía a miles de euros.

Las “acciones no negociadas” que están reflejadas en el “inventario de bienes” de Jesús Gil alcanzan, según la valoración realizada por el ex presidente del Atlético de Madrid, un total de 1.377.964,35 euros.

Esa es la parte más cuantiosa e importante de los bienes dejados por Gil a sus herederos, pero hay que destacar que los expertos fiscales y contables consultados por este periódico remarcan que “esas son acciones de sociedades no cotizadas y no depositadas en ningún sitio”. Y van aún más lejos sobre ese apartado: “El valor de esas acciones es relativa, pues dependerá del que le quieran dar a nivel contable y que seguramente no tendrá nada que ver con la realidad”.

Jesús Gil en una de sus polémicas apariciones. 

Las sociedades Vegángeles, Montajes Incor, Compañía Internacional de Bienes Raíces, Abastecimientos El Carrascal y Promotora Inmobiliaria La Alcazaba están domiciliadas en la calle Goya 47 de Madrid y sus principales accionistas o administradores son el propio Jesús Gil y sus herederos. En esa misma situación se da en el Club Financiero Inmobiliario y la inmobiliaria AMZ, las dos con domicilio social en la calle Príncipe de Vergara de la capital.

Objetos sociales ridículos

Junto a todas esas sociedades cuyo objetivo social es el mundo inmobiliario se encuentran las entidades Presidencia del Club Atlético de Madrid y Promociones Futbolísticas. Las dos, en teoría, se dedican a “escuelas y servicios de perfección del deporte”.

Pero la realidad era otra. En octubre de 2006 la sociedad Promociones Futbolísticas se encontraba en fase de liquidación y según sentencia del Tribunal Supremo del año 2004 “era una sociedad meramente instrumental que hacía de caja única”. El fiscal anticorrupción José Grinda calificó, en abril de 2007, a esa misma sociedad de “ficción, un instrumento del fallecido señor Gil”.

El apartado tercero del “inventario de bienes y derechos” de Gil corresponde a los prestamos. Los especialistas en cuestiones sucesorias y contables coinciden en que “es muy llamativo que aparezca un préstamo por un importe de 753.811,18 euros sin especificación o desglose alguno”. Los asesores fiscales también consideran que ese “préstamo”, en realidad, tendría que aparecer, a nivel contable, como “deuda”.

El testamento de Jesús Gil y Gil fue emitido el 8 de junio de 1992 y en él “lega el usufructo universal de su herencia, con carácter vitalicio a su esposa (María de los Angeles Marín)” y nombra como “únicos y universales herederos, por partes iguales, a sus nombrados hijos (Jesús, Miguel Angel, Oscar y María Angeles Gil Marín)”.

Y, por último, reseñar que los expertos fiscales están convencidos que la intención última de los herederos de Jesús Gil era “responder a los acreedores y a las responsabilidades civiles con los bienes hereditarios que se le adjudiquen por esta liquidación y así no comprometer el resto de sus bienes”.  

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