29 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Acudirán al Juzgado de Valverde del Camino (Huelva) en calidad de testigos, ante la posibilidad de que hubiesen cometido algún tipo de delito

La familia de Bernardo Montoya declarará el 7 de febrero por el asesinato de Laura Luelmo, a petición de sus padres y de la Fiscalía

Varios miembros de la familia Montoya.
Varios miembros de la familia Montoya.
El próximo jueves 7 de febrero por la mañana declararán ante la jueza de Instrucción numero 1 de Valverde del Camino tres miembros de la familia Montoya, a fin de aclarar si Bernardo Montoya contactó con ellos antes de ser detenido. Por el juzgado pasarán Manuel Montoya, el patriarca del clan familiar y padre de Bernardo y Luciano, Manuela (Manola) e Isabel, hermanas de los dos gemelos encarcelados.

La jueza va a interrogar a tres miembros de la familia Montoya a petición de los abogados de los parientes de Laura Luelmo y de la fiscal. Se trata de conocer realmente si alguno de ellos habló con Bernardo Montoya, asesino confeso de la profesora zamorana, antes de ser detenido por la Guardia Civil y, lo más importante, si éste habría confesado a su padre o a alguna de sus hermanas el asesinato de la joven maestra zamorana antes de su arresto y por no denunciarlo podrían haber cometido algún delito .

Manuela e Isabel Montoya están casadas con dos hermanos del clan Aguilera, la primera con Manuel Aguilera Martínez, y el matrimonio no vive en la colonia, sino al otro lado del pueblo, cerca de la Plaza de Toros. Isabel Montoya está casada con Juan José Aguilera Martínez y residen con el patriarca familiar, Manuel Montoya.

Isabel, de 46 años, es la hermana que siempre ha salido ante las cámaras de televisión para decir que renegaban de sus hermanos y pedir perdón reiteradamente a la familia de Laura Luelmo. Sin embargo, ella y su padre Manuel visitaron a Bernardo el día 4 de enero en la cárcel de Sevilla, a donde fue trasladado e incluso depositaron dinero en su peculio para que pueda hacer compras en el economato de la cárcel. 


Manuel Montoya durante una comida celebrada el día 3 de enero.

Nadie sabe realmente cómo se gana la vida la familia Montoya, aunque son beneficiarios de ayudas públicas. El abogado de Luciano Montoya, gemelo de Bernardo, en el primer juicio que lo llevó a la cárcel tras cometer un asesinato, cobró en varios plazos, gracias a que su mujer, Ana Aguilera, que entonces tenía 31 años, vendía botes de bebida en la playa.

Por si acaso, estos últimos días la familia Montoya, el padre y tres hermanos, Isabel, Manola e Israel, que viven todavía en Cortegana, no se dejan ver mucho por la calle, aunque de puertas para adentro se divierten en navidades como siempre y, además, lo publican en redes sociales para compartirlo con familiares y allegados.

Sin embargo ahora tendrán que acudir al juzgado a petición de los abogados de Laura Luelmo, que ejercen la acusación particular en nombre de la familia de la profesora zamorana.

Confesar su crimen

Los abogados basaron su petición en la primera declaración de Bernardo Montoya ante la Guardia Civil, cuando dijo que tenía pensado ir a Cortegana a confesar a su familia el asesinato de Laura Luelmo, pero que luego se arrepintió. Sin embargo, las defensas de la familia de Laura creen que sí pudo tener contacto con ellos, pero que luego calló para proteger a su familia. Ahora no quieren dejar ningún cabo suelto en la investigación y por eso han pedido que declaren estas tres personas.

Manuel declaró ante las cámaras de Telecinco que si su hijo había confesado el crimen que "cumpla" y que la justicia "le eche los años que le pertenezcan". También aseguró que ahora vivían tranquilos en Cortegana y "la gente estaba contenta". Ahora será la jueza instructora, Elvira Mora, quien decidirá si sabian algo sobre el secuestro y posterior crimen y callaron o, en realidad, son inocentes del todo. La pena contemplada por encubrimiento es de 3 meses a 6 años de prisión.

 

A partir del lunes Elcierredigital.com entrevista a Laureano Oubiña, extraficante gallego que contará su vida después de permanecer 33 años en la cárcel. 

COMPARTIR: