18 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Tres menores junto a un mayor de edad acabaron con la vida de la joven madrileña con discapacidad después de secuestrarla y violarla en 2003 en Getafe

La madre de Sandra Palo habla 20 años después del asesinato de su hija : “Ni quiero su perdón ni yo los perdono”

El Cierre Digital en Retrato de Sandra Palo.
Retrato de Sandra Palo.
Hace 20 años, cuatro individuos, entre ellos tres de ellos menores, acabaron con la vida de Sandra Palo, la joven con discapacidad intelectual leve que además fue secuestrada y violada. Su cuerpo se encontró quemado vivo en un descampado. Hoy, la madre de la joven, María del Mar Bermúdez, cuenta para elcierredigital.com cómo es su vida dos décadas después de este trágico suceso y cómo es su lucha para que la Ley del Menor, vigente en estos momentos, sea revisada.

Han pasado 20 años del crimen que sobrecogió a la sociedad española. La noticia del asesinato de la joven Sandra Palo en 2003 en Getafe (Madrid) consigue estremecer al oyente en cada ocasión que es recordada. Un suceso que quedará para siempre grabado en la memoria por su brutalidad y por la corta edad con la que contaban los asesinos y la víctima.

Hoy recordamos a Sandra Palo Bermúdez, que tendría ahora 42 años si aquella fatídica madrugada del 17 de mayo de 2003 no se hubiera cruzado con los tres menores de edad y un cuarto sujeto que decidieron acabar con su vida. Ese día fue el último para la joven con discapacidad leve, que en aquel entonces solo tenía 19 años. Su cuerpo apareció sin vida en un descampado cerca de la carretera de Toledo. La autopsia atestiguó posteriormente que había sido asesinada, violada, atropellada y quemada viva.

María del Mar Bermúdez, la madre de Sandra, lleva todos estos años reivindicando los derechos de su hija fallecida. En el 20 aniversario del crimen de Sara Palo, elcierredigital.com recuerda junto a María del Mar el trágico suceso y cómo han sido todos estos años para ella: “No es vida, tienes que vivir porque si no te mueres, pero mi vida se paró el 17 de mayo de 2003”, explica.

Los años no han pasado en balde para María del Mar. Desde el crimen, ha necesitado la ayuda de fármacos y psicólogos para poder continuar con el día a día: “Físicamente estamos muy mal, porque tomamos muchísima medicación. Lo único a lo que te aferras es a tu familia, tus hijos, tus nietos y a tu marido”. Sandra contaba con dos hermanos menores. Ellos ahora tienen una familia e hijos, y uno de ellos lleva el nombre la hermana mayor en su honor.

A raíz del suceso, Sandra Palo se convirtió en un símbolo a favor de la revisión de la Ley del menor. Y es que tres de sus asesinos eran menores de edad, y el cuarto cumplidos los 18 años. Rafael García Fernández ‘Rafita’, de 14 años en el momento del suceso, pasó cuatro años en un centro de menores y otros tres en libertad vigilada; Ramón Santiago Jiménez, tenía 16 años de edad y una veintena de detenciones; el ultimo menor, Ramón Manzano Manzano, ‘Ramoncín’, tenía 17 años, y pasó ocho años en un centro de menores. El único asesino mayor de edad, Francisco Javier Astorga Luque, ‘Malaguita’, tiene hoy en día 38 años. Fue arrestado un mes después del suceso y condenado a 64 años de cárcel. Aún le quedan cinco años como mínimo.

En cuanto a su "viacrucis", María del Mar afirma que nunca nadie se llegó a poner en contacto con ellos para ofrecerles ayuda de ningún tipo, “no nos han ayudado, ni siquiera el día que nos dieron la noticia”. Cuentan que solo han recibido atención por los medios de comunicación, pero nunca de los políticos, “si hemos sido recibidos por alguien es porque nosotros hemos llamado a su puerta, no porque ellos hayan llamado a la nuestra”.

Los esfuerzos de la madre de la joven siempre han estado centrados en cambiar la ley del menor. Una ley que “no está bien hecha, es muy permisiva”. La familia lucha porque “los menores, como ahora está sucediendo de 13, 15 años, que están violando y no tienen ninguna condena porque son inimputables. Pedimos que se rebaje la edad penal en caso de que sea de una gravedad similar al caso de mi hija, o violaciones, todo delito que esté relacionado con delitos de sangre”.

Las penas que tuvieron los asesinos menores de edad de Sandra Palo fueron muy distintas de la que recayó sobre el integrante mayor de edad. Las víctimas de estos crímenes con menores, piden que cuando se cumpla la mayoría de edad se les imponga un juicio y se les trate como mayores de edad y no se les siga condenando como menores.

Con vistas a reformar esta ley, la familia de Sandra Palo inició una recogida de firmas que llegó a alcanzar 1 millón 200 mil firmas. “Estuvimos en el Congreso, fuimos varias víctimas de casos similares al nuestro, y lo único que se consiguió fue llevar las firmas”. María del Mar explica que las firmas se quedaron allí recogidas y nunca más se ha vuelto a hacer nada con ellas, “Me da mucha pena no poder hacer nada con ellas, algo efectivo me refiero”.

“Me gustaría que Netflix o alguna plataforma se hiciese eco del crimen de mi hija. Veo que tratan los casos con mucho respeto, que al final es lo importante. Creo que haciendo un documental, mi petición podría llegar a mucha más gente y a lo mejor volvería a ponerse sobre la mesa el cambio de la Ley del menor”. En los últimos años, la plataforma de contenidos se ha hecho eco de varios crímenes que impactaron a la sociedad y los han contado en forma de documental o mini serie, atrayendo mucha atención por parte del público.

Entrevistas a los asesinos

Cadenas de televisión se atrevieron en su día a realizar entrevistas a los asesinos. María del Mar, consciente de todas estas entrevistas, sostiene que “no tiene sentido hacer entrevistas a salvajes y delincuentes como ellos, no merecen ninguna voz ni ninguna atención”. En una de las entrevistas, 'Ramoncín' habló sobre María del Mar, “dijo que me admiraba como madre y en la manera en la que luchaba por su hija. Yo estaba petrificada, cómo el asesino de mi hija puede decir eso después de haberme quitado a mi hija”.

La madre de Sandra mantiene clara su posición. “Ni quiero su perdón ni yo los perdono. Me moriré con esta pena, pero yo no les puedo perdonar”.

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