02 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Los inmigrantes luchan entre ellos en muchas ocasiones por ocupar determinadas zonas en este conflictivo enclave mallorquín

Vídeo de la pelea multitudinaria entre vendedores ambulantes senegaleses en Magaluf por hacerse con el mejor sitio

Vendedores ambulantes identificados por la Policía en Magaluf.
Vendedores ambulantes identificados por la Policía en Magaluf.
En Magaluf hay un centenar de inmigrantes senegaleses en situación regularizada todo el año pero con la llegada del verano y de los turistas británicos la zona se convierte en un hervidero que atrae a otro centenar de senegales irregulares que literalmente vienen a hacer su particular agosto en Mallorca y eso genera tensiones y peleas con otros compatriotas que tienen puesto fijo en la zona durante todo el año.

Esta semana las peleas y conflictos entre inmigrantes africanos han provocado una gran inquietud entre turistas y vecinos de la localidad costera de Magaluf, en Mallorca. Los contínuos incidentes, esta vez entre inmigrantes senegales, cuando normalmente son los turistas británicos, ha provocado incluso la intervención de la asociación de vendedores ambulantes.

En 2018 incluso hubo patrullas ciudadanas en la zona para acabar con la prostitución y la delincuencia asociada a esta actividad.Gracias a aquella medida se logró reducir los problemas en la zona del Arenal mallorquín.

Abdul, un respresentante de la asociación de vendedores senegales explicaba el pasado miércoles en el diario El Mundo que él mismo "sentía miedo de salir de casa en dirección a Punta Ballena a altas horas de la noche". Los senegales honrados se quejan, precisamente, de estos compatriotas que delinquen con pequeños hurtos o menudeo en las playas, "porque pagamos justos por pecadores".

Se estima, a falta de un censo oficial, que en Magaluf residen todo el año unos cien senegaleses. Pero durante el verano las zonas de Calvià y Santa Ponça solo para trabajar como manteros en temporada alta. Cuando desciende el turismo muchos vuelven a su país  contando las "bondades" de la isla y hacen efecto llamada para que la siguiente temporada otros decidan imitarlos.

En agosto varios de estos representantes de los senegaleses que viven en Mallorca se desplazaron hasta el Ayuntamiento de Calvià para explicarle en primera persona al alcalde, el socialista, Alfonso Rodríguez Badal, los problemas a los que se enfrentan en su día a día por culpa de los compatriotas que roban violentamente a los turistas.

 

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