19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La justicia americana ha permitido el acceso a las redes sociales de Meta de los implicados en la brutal paliza que acabó con el joven de 24 años

Un año del crimen de Samuel en A Coruña: La Policía analiza aún mensajes de los investigados

El Cierre Digital en Samuel Luiz.
Samuel Luiz. / El joven asesinado a golpes el pasado año.
Samuel Luiz era un joven de origen brasileño que fue asesinado, con tan solo 24 años, después de una paliza en A Coruña. Casi un año después de su muerte, la justicia estadounidense ha permitido a la policía acceder a los datos de las redes sociales de Meta de los implicados para investigar sus mensajes en esas fechas, incluso los eliminados. El testigo que encontró el cuerpo del joven afirma haber visto a doce personas. Solo siete han sido detenidas.

El próximo 3 de julio se cumple un año del asesinato de Samuel Luiz en A Coruña. Un año en el que se han investigado a los presuntos culpables y el posible móvil que llevó a un grupo de jóvenes a propinar una brutal paliza que acabó con la vida del chico de origen brasileño de 24 años. Ahora se ha dado a conocer que la justicia de Estados Unidos ha autorizado a la investigación española el acceso a los datos de las redes sociales de los presuntos implicados.

Según ha explicado Europa Press, la policía solicitó acceder a los mensajes (incluso los borrados) de los presuntos implicados en las redes sociales de Meta, el conglomerado de Mark Zuckerberg en el que se encuentran WhatsApp e Instagram. Este mismo medio explica que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia recibió “hace algún tiempo” una respuesta ante esta petición “en sentido positivo”.

Los datos, que ya han sido recibidos, ahora deben ser analizados y expuestos en un informe que pueda aclarar lo que pasó la noche del asesinato de Samuel.

Sucesión de los hechos y relato de los testigos 

Era la madrugada del 3 de julio. Samuel salía de una discoteca con su amiga Lina y decidieron hacer una videollamada a otra chica. Una situación cotidiana a la que nos hemos ido acostumbrando estos últimos años pero que a Samuel le costó cara.

Un grupo de personas vieron a Samuel con el móvil y pensaron que estaba utilizándolo para sacarles fotografías, no para hacer una videollamada, por lo que comenzaron a increparle. Poco después, se inició la agresión con un primer puñetazo seguido de una persecución a lo largo de 200 metros, tal y como captaron las cámaras de seguridad de la zona.

Los agresores, que en algunos medios califican como “manada”, persiguieron y golpearon a Samuel con “brutal violencia” —como declaró su amiga Lina— hasta que finalmente cayó rendido. Un golpe en la cabeza y los politraumatismos encontrados en su autopsia fueron la causa del “fallo multiorgánico” que acabó con la vida de Samuel.

Altar en el lugar donde fue asesinado Samuel.

Al momento, su amiga Lina llegó a su lado y también fue entonces cuando le encontró un grupo de amigos que habían salido aquella noche: Marco, Begoña y el periodista Pablo Barrón. Elcierredigital.com ha podido hablar con Pablo Barrón, la primera persona que vio el cuerpo de Samuel sobre el suelo. Barrón ha confesado que normalmente esa no es su ruta y que “no le hubiera visto” de no ser porque fueron a buscar “el coche de Marco. Ese es el motivo por el que me lo encontré”.

“Yo fui el primero en verlo. Era el primer día que dejaban salir después de la pandemia y cuando mis amigos y yo fuimos a por el coche ya lo encontramos tirado. Me crucé con los presuntos implicados y a él le intentamos hacer los primeros auxilios. Nosotros fuimos los que llamamos a la ambulancia”, recuerda Barrón.

Implicados e investigación del asesinato de Samuel

Según las propias declaraciones de Pablo Barrón a El programa de Ana Rosa, los presuntos implicados que él pudo ver eran una “pandilla de chavales, todos muy jóvenes, de 30 años como máximo, y todos latinos, mulatos”, de los que recuerda que “eran 12”, pero no podría “reconocerlos”.

Elcierredigital.com ha podido conocer a través de fuentes de la investigación que estas doce personas “fueron a declarar, pero nos mandaron ponerlos en libertad para luego arrestar a cinco”.

Hoy por hoy han sido siete los detenidos como autores del delito de asesinato. Dos de ellos eran menores de edad, y aceptaron una condena de tres años y medio en un centro de internamiento en régimen cerrado. A uno de los adultos también se le acusa de un delito de robo con violencia por haber robado, presuntamente, el móvil de Samuel después de la paliza.

La posible causa de la muerte de Samuel, un delito de odio

Aunque la principal hipótesis seguida durante la investigación fue el hecho de que los agresores y el fallecido no se conocían, a los pocos días del asesinato de Samuel no tardó en circular otra hipótesis: había muerto por su orientación sexual. Según confesaban sus amigas, habían escuchado a uno de los agresores llamarle “maricón”, lo que presuntamente justificaría este delito de odio.

Uno de los detenidos por el crimen de Samuel.

Sin embargo, al respecto de una posible actuación de los agresores movida por la homofobia, la investigación policial ya aportó al juez un informe con una serie de indicadores sin pronunciarse definitivamente al respecto. Esos indicadores se resumen prácticamente en dos: el insulto homófobo previo al inicio de la paliza brutal y los comentarios homófobos que hicieron los agresores ante varios testigos cuando se reagruparon en un parque tras el crimen.

“No se conocían antes, pero los testigos hablan de esos indicadores homófobos y así lo hemos reseñado” apuntaban desde la investigación. La policía da por probado ese insulto homófobo previo al comienzo de la agresión a Samuel y también los comentarios posteriores de los presuntos asesinos, aunque los agentes no lo relacionan directamente con el móvil del crimen, ya que, según la investigación, la agresión arrancó cuando los implicados creyeron que la víctima les estaba grabando.

Los investigadores dejan en las manos de la Fiscalía y de la jueza la decisión de llevar hasta el final la acusación de asesinato con el agravante de odio que podría sumar cinco años más de cárcel a otros 25 por asesinato. Si algo tiene claro la policía es que se trata de un asesinato y no de un homicidio, especialmente por la aplastante superioridad de los agresores contra una víctima indefensa.

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