Duras críticas contra Ximo Puig por los contratos a su hermano para difundir el valenciano

Dos temas marcan esta semana la agenda política valenciana. El primero es la encuesta publicada por El Mundo que pronostica que el PSPV podría reeditar el Pacto del Botánico gracias a que su mejora de votos podría ser combinada con los positivos resultados de Compromís, que aguantaría con Joan Baldoví en vez de Mónica Oltra, y de Podemos, que sobrepasaría cómodo el cinco por ciento que da derecho a representación. 

Y el segundo es la información de Valencia Plaza sobre los elevados sueldos de varios alcaldes de la Comunidad Valenciana. El 'popular' Eduardo Dolón de Torrevieja y el socialista Carlos Fernández Bielsa de Mislata ganaron en 2021 más de 100.000 euros gracias a sus sueldos en sus respectivos ayuntamientos y como diputados provinciales. 

"No veo normal que los ayuntamientos paguen asistencias al margen", ha lamentado el presidente autonómico Ximo Puig, que está siendo criticado por las adjudicaciones que ha recibido su hermano Francis, que ya estaba imputado por supuestas irregularidades en la obtención de ayudas públicas. 

La Dirección General de Política Lingüística, controlada por Compromís, le ha adjudicado casi 154.000 euros a dos de sus empresas para difundir el valenciano en medios. Comunicacions dels Ports (57.825 euros para prensa escrita no diaria) y Mas Mut Produccions (38.115 para radio, 26.454 para televisión y 31.520 para la prensa online). 

Cabe recordar que estas empresas están en el punto de mira, en parte porque el propio Francisco Puig reconoció en sede judicial que duplicó facturas para optar a subvenciones relacionadas con el fomento de las lenguas catalana y valenciana. 

La Guardia Civil cifra en 1,2 millones de euros el dinero defraudado por el hermano del barón socialista con más peso, mientras que el abogado del 'hermanísimo' cuantifica la cantidad indebidamente cobrada en menos de una décima parte. 

Cabe recordar que el hermano del presidente fue denunciado por la anterior directora general de À Punt, Empar Moreno. La periodista llevó al hermano del presidente, Francisco Puig, ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia porque presuntamente pactó precios para hacerse con contratos de servicios en varias comarcas. 

Ximo Puig y Pedro Sánchez. 

Ximo Puig no ha querido entrar a valorar esta polémica. Pero no es el único escándalo mediático que le persigue. Y es que en la pasada legislatura el propio presidente cobró al menos 11.000 euros de dividendos como accionista de un periódico, Mediterráneo de Castellón, que se embolsó casi 600.000 euros de publicidad institucional de la Generalitat Valenciana entre 2015 y 2019. 

Frustración en el PP

Crecen las voces que dudan de la valía de Carlos Mazón como candidato autonómico. En el PP existía la creencia de que debían limpiar la imagen del partido, carbonizada por las presidencias de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. 

Isabel Bonig regeneró el partido, pero Pablo Casado no le otorgó la confianza para 2023 y apoyó al presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, que no está logrando los números esperados en las encuestas a pesar de polémicas que acumula del Botánico, en especial la que provocó la dimisión de Mónica Oltra como vicepresidenta. 

Para cambiar la dinámica, el PP apunta ahora a Puig a través del portavoz adjunto del grupo popular en las Corts, Miguel Barrachina, que afirma que "Ximo Puig concedía las ayudas a sus hermanos Francis y Jordi, de donde obtuvieron rédito su fallecido padre, sus hermanos y sus ahijados: el clan familiar al completo. En total, el dinero irregular podría superar los dos millones". 

El abogado de Puig asegura que no hay fraude de subvenciones, ya que la cantidad irregular no alcanzaría los 120.000 euros que exige este tipo penal, pero en el PP critican que la Generalitat Valenciana no le haya reclamado la devolución del dinero indebidamente cobrado.