29 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El acusado declara que le pegó en la cabeza pero dice que el joven resbaló y se golpeó contra un coche muriendo por accidente

El presunto asesino de Velilla insiste en que fue un accidente y no pide perdón a la familia de Iván Vaquero, la víctima

Exclusiva ALberto J., acusado del crimen de Velilla.
ALberto J., acusado del crimen de Velilla.
Tras dos suspensiones por diversos motivos, Alberto J. iba a tener la oportunidad de enmendar su primera y muy escueta declaración ante el juez de Coslada que investiga el crimen de Iván Vaquero en Velilla de San Antonio. Sin embargo, aunque pidió declarar en persona ante el juez, finalmente se ha visto obligado a declarar por videoconferencia desde la cárcel de Alcalá-Meco debido a un brote de coronavirus en el penal que le hubiera obligado a guardar 15 días de aislamiento en cuarentena.

Si en su primera manifestación ante el juez, Alberto, detenido por golpear hasta la muerte a un joven que había hecho unas pintadas en su portal en la localidad madrileña de Velilla de San Antonio, se limitó a decir que era un ciudadano español adicto a la cocaína. En esta ocasión, el único acusado por el homicidio de Iván Vaquero sí se ha extendido en su declaración. Así, ha hecho un relato que ha discurrido paralelo al de los numerosos testigos que presenciaron el suceso salvo al llegar al momento de la agresión, en el que ha contado que Iván murió por accidente.

La novia del presunto homicida le contradice

Según el presunto homicida de Iván, la tarde del 13 de noviembre regresó a su domicilio en Velilla cuando vio que habían hecho pintadas en la entrada a su bloque de viviendas. Allí mismo, vio a un grupo de jóvenes entre los que se hallaba Iván, al que no conocía, y el acusado se dirigió hacia ellos para averiguar quién y por qué motivo se habían hecho las pintadas. Alberto cuenta que, con toda tranquilidad, se dirigió a los jóvenes y estos le dijeron que había sido Iván el responsable. Entonces se dirigió a Iván que le respondió “yo pinto donde me sale de los cojones”.

Ante la respuesta, se encararon y Alberto le propinó una patada en el abdomen, le agarró con el antebrazo y le asestó dos puñetazos en la cabeza. Según su declaración, el se dirigió tranquilamente hacia Iván y su novia no le persiguió gritándole y agarrándole para evitar que les agrediera. Su testimonio contradice el de su novia, que sí contó a la Guardia Civil y al juez que corrió detrás de Alberto intentando persuadirle de que no pegara a los presentes, llegando incluso a sujetarle en varias ocasiones debido a su actitud amenazante.

Varios testigos aseguran que remató a la víctima

Hasta aquí la parte del relato de Alberto que coincide en lo esencial con lo que han relatado la decena de menores que fueron testigos de primera mano de la agresión. Según Alberto, a continuación Iván resbaló y se golpeó con la cabeza contra el capó de un coche. Alberto insiste en que luego se marchó, sin embargo, un testigo cuenta que Alberto le remató a patadas en el suelo, otro que siguió dándole puñetazos a Iván cuando éste ya estaba en el suelo, y un tercero dice que la víctima se golpeó contra el coche. El resto no alcanzó a ver el final de la agresión.

Iván Vaquero, en una imagen cedida por su familia. 

El presunto asesino niega que preparara una coartada

Ni una sola palabra ha dicho Alberto ante el juez sobre los detalles que contó su novia sobre el comportamiento del presunto homicida en los días posteriores hasta su detención. Según la novia, Alberto la aleccionó para que contara a la Guardia Civil que ellos estaban jugando a pádel y no estaban en la casa en el momento del crimen. Maite, la novia de Alberto, también le contó a la Guardia Civil que tras enterarse de la muerte de Iván le insistió a Alberto para que se entregara.

Alberto lo ha negado todo, ha insistido en que estaba en estado de shock durante los dos días que pasaron hasta su detención. Y que un día antes de su arresto estuvo a punto de entregarse porque recibió una llamada de la exnovia de Iván llamándole asesino y ordenándole que se entregara. Alberto ha relatado cómo fue hasta el cuartel de la Guardia Civil pero que una vez allí se acobardó y en vez de entregarse, les contó que era inocente y les mintió. Luego se fue a dormir a casa y, al día siguiente, le detuvieron.

La declaración voluntaria de Alberto ante el juez, encaminada a sostener que Iván murió por accidente al golpearse con un coche aparcado, no ha aclarado ninguno de los puntos de relevancia del caso. “Al revés, Alberto ha perdido una oportunidad de oro de pedir perdón a la familia de la víctima y mostrar un mínimo arrepentimiento. No ha hecho ninguna de las dos cosas” puntualiza José Luis Vegas, de Vegas Legal, el despacho que representa a la familia de Iván en el caso. El letrado ya anuncia que pedirá la pena más alta para Alberto en el futuro juicio del caso.

Precisamente, la acusación que representa a la familia se apoyará en tres informes fundamentales del caso. En primer lugar, la autopsia de los forenses imparciales del juzgado, que concluye que la muerte de Iván fue “una muerte violenta de corte homicida”. En segundo lugar, el informe de los investigadores del caso que, tras cruzar las declaraciones de los testigos con la autopsia, concluye que Iván murió por los golpes que le propinó Alberto y no por golpearse con ningún coche. En tercer lugar, el informe de los peritos de la familia de Iván, que concreta que “los golpes que le dio Alberto a Iván le provocaron el traumatismo craneoencefálico que le causó finalmente la muerte”. 

Con la declaración del presunto asesino, la investigación judicial de la triste muerte de Iván Vaquero se acerca a su fin. El juez del caso ha denegado la reconstrucción de los hechos que solicitaba la defensa de Alberto, aunque ha admitido la realización de un informe por un perito patólogo propuesto por la defensa, cuyo fin es demostrar si la víctima tenía alguna dolencia previa que hubiera podido influir en su muerte. “Por supuesto que no discutimos el derecho a la defensa, pero la autopsia es clara cuando refleja cómo los golpes que recibió Iván le fracturaron la nariz, la mandíbula y la órbita ocular”, precisa el abogado de la familia.

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