25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Según el sindicato SUP, "en solo ocho días del mes de abril se han producido un total de cuatro tiroteos"

La Policía exige más chalecos antibalas ante la proliferación de armas de fuego en España

Agentes de la Policía Nacional.
Agentes de la Policía Nacional.
Según denuncia el Sindicato Unificado de Policía (SUP), el 30% de los Policías Nacionales no disponen de un chaleco antibalas en su uniforme, lo que obliga a los agentes que trabajan en la calle a poner en riesgo sus vidas, de cara al importante incremento de tiroteos que se registran en España. A esto se suma que muchos de estos elementos de seguridad ya han superado su vida útil, por lo que no resultan eficaces para garantizar su protección.

“'Un policía, un chaleco es toda una reivindicación histórica y es que, a pesar de solicitar en repetidas ocasiones a la Dirección General de Policía que se nos facilite información, nunca nos han facilitado los datos del número de agentes que están sin chaleco. En un estudio que hemos realizado desde el sindicato, calculamos que el 30% de la plantilla de Policía Nacional carece de chaleco antibalas”. Así lo ha denunciado en un comunicado al que ha tenido acceso elcierredigital.com el Sindicato Unificado de Policía (SUP).

El SUP denuncia la falta de chalecos antibalas en el uniforme de la Policía, protección indispensable para el trabajo que realizan. La creciente proliferación de armas de fuego en nuestro país, donde se han sufrido durante la primera semana de abril un total de cuatro tiroteos, a vista del sindicato hace que se evidencie aún más esta carencia. A ello, nos recuerda el SUP, se une que la alerta terrorista se sitúa en el nivel 4, motivo por el que “los compañeros se sienten muy nerviosos al no disponer de chaleco", añade el portavoz del SUP, Carlos Morales.

Los policías se muestran preocupados y no dudan de calificar la situación de "desprecio" hacia la normativa que regula la prevención de riesgos laborales en el CuerpoCon la reivindicación 'Un policía, un chaleco', exigen que se suministre el atuendo oficial imprescindible para los policías que realizan su trabajo en la calle, en especial en Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Extremadura.

“Muchos compañeros, por el miedo a perder la vida en alguno de estos tiroteos recientes, invierten de su propio bolsillo para adquirir un chaleco antibalas, una prenda con un precio que oscila entre los 1.000 y los 1.200 euros. El chaleco antibalas es material obligatorio de dotación y lo que no entendemos es por qué a la hora de cambiar de destino tengamos que entregarlo, una vez ya usado. Defendemos que debería ser un material de dotación individual, en vez de ofrecerlo de dotación en cada comisaria” explican desde el SUP.

A esta falta de chalecos se une, según afirma el sindicato, que muchos de los disponibles ya han superado su vida útil, es decir, ya no cumplen con su función principal de protección. "Este material está caducado, por lo que uno queda desamparado ante una situación de peligro", asegura Carlos Morales.

“Nos dan largas o nos comunican que se han comprado un reducido número de chalecos, insisten en que van poco a poco, pero lo cierto es que seguimos sin la dotación necesaria del uniforme de Policía que nos protege”, añaden desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Una grave situación que afecta doblemente a las agentes

Según nos explica el sindicato, existe un gran número de mujeres policía que, debido a su tallaje, tampoco disponen de chaleco antibalas. La complexión física de una mujer es diferente, su anatomía requiere de chalecos antibalas distintos de los que se adquieren para los varones, que se encuentren equiparados según su fisionomía.

Agente de Policía con un chaleco antibalas femenino.

Desde SUP denuncian que la Dirección General de Policía "no dispone de este material para ellas, tan sólo les ofrecen el modelo estándar, del que tampoco se habilita un abastecimiento. El diseño se encuentra adaptado a la constitución masculina y, por tanto, corren peligro ya que este material no se adapta de forma correcta. Supone para ellas un doble obstáculo, la falta de abastecimiento y la inadecuación de los existentes. Las agentes quedan doblemente desprotegidas", subrayan.

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