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Varias polillas muertas sobre una superficie blanca.
SALUD

La verdad tras la 'invasión' de polillas en viviendas en España: causas y consejos

Según los expertos, "no representan ningún peligro para la salud ni se comen la ropa de los armarios".

¿Está sucediendo algo extraordinario con las polillas? En los últimos días, sobre todo en Madrid, donde ha habido temperaturas que superaban los 30º C y que han obligado a abrir las ventanas, las mariposas nocturnas se han colado en las casas.

Este insecto no cuenta con muy buena fama entre las personas y despierta tanto repugnancia como aprensión. Sin embargo, los expertos afirman que estos insectos son inofensivos y que no existe peligro alguno. Además, han asegurado que no se trata de una plaga, ni de una epidemia, y que no es la primera vez que pasa ni será la última. En Madrid, por ejemplo, ya hubo un fenómeno similar en 2013. 

En esta ocasión muchos madrileños, sorprendidos por el número y el considerable tamaño, comenzaron a compartir en redes el asunto, especialmente en 'X', y tanto lo hicieron que los animalitos llegaron a tener hashtag propio. Los expertos explican que, debido a las abundantes lluvias de meses pasados en ciudades como Madrid, las mariposas o polillas autóctonas se han alimentado mucho y han crecido más de lo habitual en su fase de crisálida. Además, se ha producido la combinación de varias especies que migran hacia Europa procedentes de África, como es el caso de la conocida como 'mariposa de los cardos' que se dirige a la zona del mar del norte.

Consejos para evitar la 'invasión' de polillas en las casas

Pero, ¿por qué han decidido tomar nuestras casas? La verdad es que al ser especies nocturnas, acceden a nuestros domicilios atraídas por la luz. Por lo tanto, si no queremos encontrar varios de estos ejemplares en nuestras cocinas, salones o dormitorios, la recomendación es no tener a la vez las luces encendidas y las ventanas abiertas.

Si ya se han introducido en nuestros hogares podemos intentar cogerlas y soltarlas fuera de casa. Se puede utilizar un insecticida, aunque en este caso tenemos que pulverizar bastante cerca. No sirve de nada rociar la casa para que no entren, porque estos insecticidas pasados unos minutos dejan de tener efecto.

Tampoco son útiles los insecticidas de enchufe, porque están destinados a combatir moscas y mosquitos, pero no mariposas o polillas de este tipo.

Tampoco debemos matarlas. Al contrario. Si las encontramos en casa, no se deben coger con la mano, pues las escamas se pueden quedar pegadas a la piel y en caso de entrar en contacto con los ojos pueden producir molestias oculares.

En estos momentos del año la especie que más está proliferando es la llamada Noctua Pronuba, que se caracteriza por tener las alas amarillentas o anaranjadas y tiene una raya negra en un lateral.

Una polilla marrón con alas texturizadas descansa en un recipiente de plástico transparente.
Una polilla como las encontradas estos días en las casas. | El Cierre Digital

Estas polillas no se comen la ropa. Esa especie se alimenta de la queratina, una proteína de origen animal que puede formar parte de la ropa. Solo las larvas se alimentan de la queratina presente en tejidos como la lana, pieles, papel, etc. De ahí el término ‘apolillado’, otra palabra recogida en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, que, en este caso, significa rancio, viejo, trasnochado. 

Como curiosidad, la larva de la polilla común de la ropa de la especie Tineola Bisselliella es la que ataca pieles y textiles. Al contrario de las larvas, las mariposas adultas de esta especie se alimentan de flores utilizando la espiritrompa.

La larva de otra especie, la polilla de las alfombras (Trichophaga tapetzella), come piel, cuero, ropas, harinas y suele encontrarse en las cubiertas de piel de los libros. Existe otra  polilla de la ropa o portaestuche (Tinea Pellionella), que es nocturna y puede poner hasta 150 huevos sobre materiales textiles de origen animal.

Estas mariposas tienen enemigos naturales. Forman parte de la alimentación de los gorriones, vencejos. murciélagos y los estorninos entre otros.

En la actualidad, el término polilla está en decadencia científica, todas las mariposas, diurnas o nocturnas, son lepidópteros. Estos insectos pasan por varias fases: huevo, larva u oruga, pupa y, finalmente, adultos que se caracterizan por tener alas cubiertas por escamas.

La vida de las polillas o mariposas nocturnas es más bien corta, en general, de apenas unos días. Es una especie muy abundante, quizá más que las mariposas diurnas. Solo en Europa hay 10.184 especies de polillas, también llamadas Heteróceros y, de ellas, 5.227 están presentes en España. Frente a esa cantidad, las mariposas diurnas son tan solo 257.

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