Sindicatos policiales piden legalizar el cannabis: Liberaría a miles de agentes
La legalización del cannabis es un debate viejo entre la ciudadanía que sigue vigente.
El debate acerca de la legalización del cannabis y sus derivados ha estado en las conversaciones del ciudadano medio desde hace años. En España, como en casi todo el mundo, existen posturas encontradas y no parece estar cerca su legalización. Sin embargo, la despenalización de esta droga avanza en algunos países y sus defensores argumentan que los riesgos producidos por el cannabis no son peores que los de otras sustancias admitidas como el alcohol.
Aunque España no se encuentra entre estos países, son varios los grupos y asociaciones nacionales que manifiestan estar a favor de la medida. Entre ellos, la Agrupación Reformista de Policías (ARP). Este sindicato manifestó el 6 de junio “la idoneidad de la legalización de los productos derivados del cannabis, su cultivo y su consumo”.
Para los agentes la situación mejoraría por diversos factores. Uno de ellos, por la disminución de delitos asociados al negocio de tráfico de drogas, que han favorecido un incremento de la presencia de armas y, por tanto, de la inseguridad para la ciudadanía.
Otro factor a tener en cuenta es la mala calidad del cannabis ya que los productores se ven obligados a cultivarlo en espacios interiores y a mayor escala, trabajando con semillas híbridas, mucho más productivas, pero que contienen un THC (principio activo) superior, lo que resulta más perjudicial para la salud de los consumidores.
En una conversación con elcierredigital.com el fundador de ARP, Manuel Soler, señala que “la clave de legalizar el cannabis y sus derivados es descriminalizar al ciudadano consumidor. Alemania es la principal potencia europea a nivel social y económico y ha legalizado el cannabis, liberando a miles de policías de esta persecución. Sin embargo, en España miles de policías se dedican a recaudar con sanciones económicas a los consumidores. Lo más acertado es que habiendo tanto consumidores se legalice para atender una demanda social”.
“Lo principal es que se mejoraría la calidad y se acabaría con el mercado negro en cierta medida. La legalización es una forma práctica y positiva de acabar con el narcotráfico. La lucha contra el narcotráfico no es sancionar a un ciudadano, sino ir contra las organizaciones criminales. Hasta ahora, no se ha dado ningún paso para legalizarlo porque es un tema tabú, del que hay un gran desconocimiento. No queremos animar a que la gente consuma, sino que se erradique el problema que hay en este país con este tipo de sustancias”, concluye Manuel Soler.
"Legalizar no es rendirse"
Para este sindicato “la Policía, en su obligada función de erradicar un submundo ilícito de menor importancia al de las organizaciones criminales perfectamente estructuradas a nivel nacional e internacional, criminaliza a una parte de la sociedad, consumidores de una sustancia que, sin lugar a dudas, está demostrado científicamente que es inocua en comparación con otros productos legales como podría ser el alcohol o el tabaco, y otro tipo de sustancias que no se suelen 'atacar policialmente' y donde las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado no suelen llegar”.
“No se puede seguir obviando que algo más de cinco millones de ciudadanos de todas las condiciones sociales y profesiones consumen productos derivados del cannabis para uso medicinal o recreativo. Una realidad que no se quiere reconocer ni tratar en medios de comunicación o programas políticos, lo que hace que se siga desde las instituciones, en este caso las policías, actuando desde una labor represora", observan desde ARP.
Para este sindicato la clave está en hacer llegar el mensaje de que legalizar “no es rendirse ante el crimen organizado, sino combatirlo con un método que consideramos eficaz, como es acabar con la circunstancia que origina los inmensos beneficios, que no es otra que la prohibición. Creemos que la legalización acabaría con el tráfico y con las mafias organizadas, y evitaría asesinatos como los ocurrido a dos servidores públicos en el puerto de Barbate (Cádiz), algo que debe significar una reflexión en la sociedad en este país, consecuente con el estado de derecho”.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policías Locales y Autonómicas, de regularse el consumo y cultivo para consumidores, quedarían liberadas de un sistema recaudatorio, impuesto desde el año 2015 por una “mayoría parlamentaria conservadora, algo que ha quedado demostrado que no es eficaz para combatir con éxito el narcotráfico”, indican desde el sindicato.
“Por ello se debe plantear el abandono del modelo exclusivamente represivo e intentar su control social y sanitario, buscando fórmulas que impidan la delincuencia que genera el prohibicionismo y acaben con el creciente poder de las bandas criminales que se sustentan en el mismo. Consideramos que se deben aprobar medidas para alcanzar la legalización del cannabis y sus derivados conforme se viene haciendo en numerosos gobiernos de los Estados Unidos de América y de la vieja Europa, en estos momentos encabezada por una de sus primeras potencias económicas, políticas y sociales en el marco de la Unión Europea: Alemania”, concluyen desde la Agrupación Reformista de Policías.
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