Servicios Sociales contra la Justicia: Dejan a un padre sólo ver 7 horas a su hijo

A pesar de aquella sentencia, los  servicios sociales de ICASS  continúan limitándoles las visitas a solo  30 minutos mensuales en el Punto de Encuentro hasta el próximo 27 de diciembre, basándose en la no firmeza de la sentencia que han recurrido en la Audiencia Provincial de Cantabria. Como explica Paco a elcierredigital.com, en 18 meses el menor habrá podido ver a su padre 7 horas de un total de 13.140, es decir, un 0,05 % de la vida del pequeño Paquito, nombres ficticios para preservar su anonimato. 

En cambio, "nada le importó a ICASS dinamitar la inminente vista oral que la Audiencia Provincial de Cantabria fijaría, al ser admitidos como prueba Informes de Medicina Legal que corroboraban los maltratos al menor en su entorno materno",  explica el afectado. De aquel procedimiento el padre tuvo que desistir por culpa de ICASS, dado el desorbitado poder que tiene y "su presunción de veracidad en todo cuanto diga y manifieste, aunque no tenga ninguna prueba de ello".

Elcierredigital.com ha tenido acceso a una de las  pruebas que figuran en el expediente judicial del procedimiento que la representación letrada del padre ha presentado a la Audiencia Provincial de Cantabria (tras recurso de ICASS) que no ha sido excluida, tampoco ICASS la ha impugnado y, por tanto, es prueba válida a todos los efectos.

Se trata de un vídeo con los presuntos falsos testimoniosde la madre y de las trabajadoras sociales en sede judicial como testigos de ICASS. Estos testimonios narran supuestas conductas del menor que comienzan por no querer acudir a ver a su padre, que no lo abrace ni bese, que entre llorando y que nada más entrar se quiera marchar corriendo con su madre. “Lo mismo que indica un falso informe que ICASS presenta el día del juicio”

También afirman que el niño en absoluto es cariñoso con su padre. Sin embargo, la realidad que muestran las imágenes es otra. Como se puede visionar en el mismo vídeo, el menor entra a la sala contento y de forma explosiva se cuelga del cuello del padre besándolo y abrazándolo cariñosamente. Así mismo, solicita más tiempo con el padre a las propias trabajadoras sociales de ICASS y cuando marcha se despide con tristeza de su padre.

“Cinco minutitos más”, “¿nos vamos? no vamos, no vamos”, son algunas de las manifestaciones del propio menor que se aprecian en los vídeos y audios aportados por el padre del total de los 30 minutos mensuales que los servicios sociales les permiten verse.

En cambio, el menor ha permanecido con la madre 13.133 horas, un 99,95%, a pesar de estar afectada también por aquella medida de ICASS donde suspenden la tutela a ambos progenitores. Así mismo,  la madre estaba siendo investigada antes de la adopción de aquella medida por maltrato al menor en dos Juzgados de Instrucción y por la Audiencia Provincial de Cantabria. Y "en la actualidad sigue estando investigada por maltrato al menor", afirma Paco.

Por su parte, el padre no está siendo investigado por nada, ni antes de la adopción de la medida de ICASS ni en la actualidad, a pesar de haber sufrido dos denuncias de violencia de género en 2018 que las Audiencias Provinciales de Madrid y Cantabria archivaron sin contemplación alguna, dejando claro, como afirma Paco, cuáles fueron los propósitos reales: "secuestrar al menor e impedir al padre optar a la compartida de su hijo”.

Al padre de su otro hijo mayor también lo denunció en numerosas ocasiones, tal y como refleja un Informe del Servicio de Atención de Violencia de Género 24 horas de Madrid, llegándolo a acusar de agresiones sexuales. “Violencia sexual: se ha sentido forzada a mantener relaciones sexuales y las ha realizado por temor a su reacción en caso de que se negara” indica el Informe al que este diario ha tenido acceso.

Los problemas por la custodia compartida del menor

Los progenitores del menor se separaron cuando Paquito tenía poco más de un año. Era julio de 2017 y desde entonces se han visto envueltos en diversos procesos judiciales por la custodia del menor. Paco se quedaba con el niño 6 días de 14 con pernocta, y la madre los 8 restantes. Los periodos vacacionales se los repartían por mitades. Todo ello antes de la medida de ICASS, cuando Paquito tenía 6 años.

Paco explicó a elcierredigital.com que en 2018 la madre se llevó a Paquito a vivir a Cantabria, sin notificárselo a él y sin autorización judicial. Además, interpuso una denuncia de violencia de género al día siguiente de recibir del juzgado de familia la demanda que el padre instó donde solicitaba la custodia compartida del menor. A Paco no le quedó más opción que trasladar su vida a Cantabria, al lado de su hijo.

Sentencia del juzgado tras demanda del padre a ICASS | El Cierre Digital

Como adelantó elcierredigital.com en pasado mes de mayo, la sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción dejaba claro el riesgo que la medida había supuesto para Paquito y que ICASS sigue prolongando. “Se ha criminalizado de forma indebida su figura ante su hijo”, “más parece sanción a la actitud paterna que dictada en interés del menor” son algunas de las consideraciones de aquella sentencia, que de forma clara indicó “necesaria reincorporación de la figura paterna en la vida del menor, se antoja imprescindible para su equilibrado desarrollo”.

A pesar de ello, el menor solo habrá podido ver a su padre 30 minutos al mes por la unilateral decisión de ICASS, que no ejecuta la sentencia judicial en espera de que la Audiencia Provincial de Cantabria se pronuncie al respecto. El próximo 20 de noviembre es la fecha establecida por la Audiencia para su votación y fallo.

En toda la prueba documental presente en el expediente de la demanda que el padre instó contra ICASS, figuran 14 partes médicos de lesiones por agresión a Paquito en su ámbito materno, diligencias penales anteriores a la medida y aun pendientes contra la madre por maltrato al menor y  seis informes del Instituto de Medicina Forense corroborando las lesiones del menor, que le restan  20 días de calidad de vida a Paquito.

Así mismo, también recogen una exploración de Paquito en un Juzgado de Santander indicando ser maltratado en su ámbito materno, vídeos de la violencia que la madre empleaba con el menor cuando era un bebé, abofeteándolo, gritándolo y agarrándolo de los brazos con extremada violencia, y audios y videos de la violencia ambiental que ha sufrido el padre por el entorno materno en presencia de su hijo, "donde se le amenaza con rajarlo, con partirle la cabeza, se le insulta e incluso se le intenta agredir". Todo ello conocido por ICASS y omitido en todos sus informes, como explica Paco.

Como peritos testigos imparciales acudieron 4 facultativos a declarar. Todos se ratificaron en los informes médicos y de pleno todos confirmaron que en base a la anamnesis clínica se trata de un claro maltrato a un menor en su ámbito materno.

Por otra parte, en sede judicial las trabajadoras sociales, testigos de ICASS, reconocieron que no habían visto al menor desde el 5 de mayo de 2021, es decir, la última vez antes de aquella medida que lo separa de su padre fue 14 meses atrás. A pesar de esto, el padre les tenía informados de todo lo que acontecía acerca de su hijo, de los partes de lesiones, de los informes forenses, etc.

Como explica Paco, “el menor está bajo el cuidado de una madre investigada por maltratar al propio menor y que, como se indica en un Informe de los Servicios Sociales, tiene problemas psicológicos que no garantizan el bienestar del menor, y la define con aptitud impostada”. Además, el informe ha sido ocultado al Juzgado, incurriendo en una grave alteración documental, añade.

La lucha del padre para poder recuperar el tiempo con un menor que ICASS ha visto tan solo dos veces en cuatro años en el domicilio, como también consta en el expediente del procedimiento, continúa. Ahora, Paco espera que la Justicia reconozca el derecho de su hijo a estar con su padre y con el resto de su familia paterna, y de una vez por todas desaparezca ICASS de la vida de su hijo.

“Dieciocho meses sin dormir, sin saber más que los 30 min al mes, con el móvil pendiente por si recibo cualquier indeseable noticia de que a mi hijo le ha podido pasar algo. Ningún niño debería pasar por este abuso de poder de los servicios sociales”, culmina Paco.