¿Proteges a tu bebé del sol? Aprende cómo hacerlo

Con la inminente llegada de la primavera, seguro que estás planeando salir a disfrutar del sol junto a tu bebé. Incluso puede que ya estés pensando en tus próximas vacaciones de verano y quieras visitar la playa con tu hijo o hija. Pero, ¿proteges bien a tu bebé del sol?

La luz solar tiene muchos efectos beneficiosos sobre la salud  de los más pequeños, pero hay que extremar la precaución para evitar que les afecten los efectos negativos de la radiación. Y es que, la piel y demás órganos de los bebés son mucho más delicados que los de los adultos, por lo que son susceptibles de sufrir daño con mayor facilidad.

Desde usar lociones protectoras especialmente formuladas, ropa adecuada e incluso gafas de sol, existen varias maneras de proteger a tu pequeño de los rayos del sol. ¿Quieres saber cómo? Solo tienes que seguir leyendo.

Cómo proteger a tu bebé de los rayos del sol: consejos prácticos

Es fundamental tomar el sol para producir la vitamina D, la cual es básica para absorber el calcio y mantener los huesos fuertes y sanos. Además, la exposición al sol fortalece el sistema inmunológico, ayuda a regular el ritmo cardiaco y aumenta los niveles de serotonina (la hormona de la felicidad). Por ello, es bueno que a tu bebé le dé el sol natural de vez en cuando, pero siempre con protección.

A continuación te contamos algunas formas para que puedas evitar que el sol dañe a tu bebé:

1. Limitaciones de edad

Los expertos aconsejan que los niños menores de seis meses no se expongan al sol directamente, pues su piel todavía no ha producido suficiente melanina para protegerse. Si es inevitable que visites la playa o la piscina, procura mantener a tu bebé debajo de la sombrilla.

Para el resto de menores de tres años, la exposición debe ser controlada y siempre se tienen que utilizar medidas de protección.

2. Vístele con ropa adecuada

Asegúrate de que en todas tus salidas al sol tu hijo o hija vista ropa ligera y cubriente. Utiliza ropa de materiales suaves y transpirables, como el algodón, que sea de colores claros y que cubra bien la piel del bebé. Incluso existen prendas con protección UV.

También es indispensable que no olvides colocarle a tu bebé un sombrero de ala ancha para que le proteja el rostro y el cuello.

3. Aplícale protector solar

Protege la delicada piel de tu pequeñín aplicándole un protector solar con un factor de protección alto al menos 15 minutos antes  de salir al sol. Lo ideal es que elijas productos específicamente formulados para bebés con un SPF superior a 50.

Durante el tiempo que estés fuera, reaplica el protector solar cada dos horas o después de bañar o sudar.

4. Ponle gafas de sol

Igual de importante que proteger la piel de tu hijo, es que cuides de sus pequeños ojos. Para ello, puedes usar unas gafas de sol para bebés diseñadas para bloquear los rayos UV. Evita que se las quite constantemente, asegurándote de que sean cómodas y seguras.

Para que este tipo de gafas de sol cumplan con su función de cuidar los ojos y la visión del bebé, comprueba que estén debidamente homologadas.

5. Evita el sol intenso

A pesar de todas las medidas anteriores, es recomendable mantener al bebé el máximo tiempo en la sombra, especialmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos del sol son más intensos y, por tanto, dañinos.

Utiliza sombrillas o parasoles para crear sombra cuando estés al aire libre. También puedes procurar salir a pasear a primera y última hora del día.

6. Hidrata a tu pequeño

La hidratación adecuada es fundamental para la salud y el bienestar de los bebés, especialmente durante los días calurosos. Cuando son muy pequeños, no saben comunicar bien si tienen sed, por lo que corren el riesgo de deshidratarse.

Si tu hijo es  menor de 6 años basta con que le des leche materna o fórmula. Si es mayor, ofrécele agua y otros líquidos con frecuencia cuando estés al sol.

Disfruta del buen tiempo, de un día de playa o piscina, o incluso de un paseo en verano, sin tener que preocuparte de que el sol dañe a tu bebé siguiendo los consejos que hemos mencionado. Pero si todavía tienes dudas sobre cómo proteger a tu hijo o hija del sol, consulta con tu pediatra.