Por qué correr es bueno para nuestra salud mental
Nos ayuda a perder el exceso de peso y mejora nuestro sistema cardiovascular, reduciendo riesgos cardíacos...
Es bien sabido que correr es bueno para nuestra salud física. Nos ayuda a perder el exceso de peso y mejora nuestro sistema cardiovascular, reduciendo así significativamente los riesgos de padecer enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Pero correr también es bueno para nuestra salud mental.
Alivia el estrés
Cuando el cuerpo se mueve a alta intensidad, se liberan en el cerebro las llamadas hormonas de la felicidad: endorfinas y dopamina. El estado de ánimo cambia en segundos y el estrés desaparece. Por cierto, las casas de apuestas con licencia en España recomiendan que sea en ese estado cuando se realice un trabajo intelectual. Cuando no hay estrés, es muy probable que el jugador haga una apuesta deportiva ganadora.
La ley es sencilla: cuanto más a menudo y durante más tiempo corras, más hormonas de la felicidad se liberarán en tu cuerpo y más fácil te resultará superar el estrés diario.
Mejora la concentración
A primera vista, puede parecer que correr es sólo esfuerzo físico, pero en realidad, correr requiere una concentración total. Tienes que controlar literalmente cada paso que das para no hacerte daño. Y si corres en un lugar público donde hay mucha gente, también tienes que estar atento para no chocar con nadie.
Como resultado, también mejora la concentración en la vida normal.
Calma la mente
¿Has notado alguna vez que cuando piensas demasiado, tus músculos se tensan y tu corazón late más deprisa? Pensar constantemente puede incluso provocar migrañas.
Correr tiene la capacidad de relajar tanto el cuerpo como la mente. Parte de esta sensación de calma que aparece poco después de la actividad física se debe a la producción de hormonas de la felicidad en el cerebro.
Mejora la actividad cerebral
Durante la carrera se produce una intensa circulación sanguínea. Y nuestro cerebro recibe mucha más sangre. Los estudios han demostrado que, tras unos dos meses de entrenamiento, aumenta la flexibilidad cognitiva del corredor.
Alivia la fatiga
Esto puede parecer contradictorio, ya que al correr se realiza mucho más esfuerzo físico. Pero lo cierto es que los corredores se cansan menos.
De nuevo, las hormonas de la felicidad son en gran parte responsables de ello. Es similar a los efectos de un energizante, pero sólo natural y no perjudicial para nuestra salud. Al correr, el cuerpo desencadena una auténtica bomba de energía que puede hacernos productivos durante periodos de tiempo mucho más largos.
Otra razón tiene que ver con el ritmo cardíaco. Sí, la frecuencia cardiaca de un corredor es mayor durante la carrera. Pero el sistema cardiovascular también se ejercita con el ejercicio vigoroso, y luego, en reposo, la frecuencia cardiaca del corredor es menor que la de alguien con un estilo de vida sedentario. En otras palabras, una persona que no hace ejercicio se fatiga más en estado normal que una persona que practica deporte.
Existen otros factores también asociados a un estilo de vida sin ejercicio. Por ejemplo, los corredores son mucho menos propensos a tener problemas de insomnio y duermen mejor por la noche.
Reduce los síntomas de ansiedad
Cuando una persona está ansiosa por algo, lo mejor para ella es liberar energía extra. Y en este sentido, correr es muy bueno. Después de media hora de footing, toda la ansiedad pasará a un segundo plano y podrás pensar con más sobriedad.
Aumenta la confianza en uno mismo
Las personas que empiezan a correr no sólo notan una mejora de su salud física con el paso del tiempo, sino que también notan que su autoestima y confianza mejoran.
La confianza en uno mismo que se adquiere corriendo pronto se extiende a otros ámbitos de la vida. Es probable que las personas que te rodean también noten el cambio en ti y te lleguen más oportunidades.
Como ves, correr no sólo es bueno para la salud física. Correr también es bueno para nuestra salud mental, reduce nuestro estrés y aumenta nuestra capacidad mental.
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