Los peligros del encubrimiento de pozos ilegales en España: “Son trampas mortales”
Hace cinco años el pequeño Julen Roselló murió al caer en un pozo de una finca de Totalán (Málaga).
El pasado 13 de enero se cumplieron cinco años de la muerte del pequeño Julen Roselló, que cayó a un pozo de una finca de Totalán, en Málaga. Pasaron dos semanas hasta que pudieron rescatar el cuerpo del niño, que desgraciadamente ya había fallecido. El dueño de la finca era David Serrano, cuya mujer era prima del padre de Julen.
Alrededor de las 14.00 horas del domingo 13 de enero de 2019 el pequeño Julen, que estaba jugando, quedó atrapado en un pozo de alrededor de 100 metros de profundidad y un diámetro de apenas 20 centímetros tras precipitarse dentro del orificio, que se encontraba en una finca privada a la que acudió a pasar el día junto a su familia.
Desde entonces comenzaron unas complicadas tareas de rescate, que requirieron el uso de numerosas máquinas pesadas y la intervención de más de 300 personas. El caso de Julen abrió un intenso debate sobre la situación de los pozos ilegales o en avanzado estado de deterioro en nuestro país. Sin embargo, pasados cinco años del fallecimiento de Julen, los pozos en mal estado de conservación y/o ilegales siguen proliferando en España.
Tal y como este medio informó el pasado mes de enero, se estima que hay más de un millón de pozos ilegales a lo largo y ancho de nuestra geografía. La inmensa mayoría de ellos son muy peligrosos debido a su localización camuflada o a su profundidad.
Elcierredigital.com ha contactado con Jorge Granada, fundador y presidente de la asociación Adonay, para conocer más detalles de la situación actual de estos pozos y las medidas que se están tomando al respecto. Granada ha incidido en que “hay muchísimos pozos ilegales en España que yo pienso que están localizados, pero igualmente no se hace nada. Son un peligro enorme porque hay pozos que están ocultos y provocan tropiezos y accidentes. Incluso ha habido casos en los que han asesinado a alguien y lo han tirado a un pozo, estoy seguro de que sigue habiendo cuerpos en muchos pozos en España”.
“Hace poco estuvimos rastreando unos pozos en Adra para buscar a Juan Andrés Barranco, son dos pozos muy peligrosos. Uno de ellos —no sé a quién le pertenece, pero nosotros vamos a tomar medidas para denunciarlo porque tiene acceso todo el mundo— es una auténtica trampa mortal. Desde arriba hasta el nivel del agua hay alrededor de 28 metros, imposible sobrevivir a una caída así. Desafortunadamente no encontramos a Juan Andrés Barranco, pero nos hizo pensar sobre el asunto de los pozos. En uno de estos pozos hay motores, y hemos descubierto que han sido manipulados por chatarreros, si de día ya tiene peligro el pozo, no me quiero imaginar de noche”.
Jorge Granada ha explicado durante su encuentro con este medio que los pozos ilegales no sólo implican un peligro para los ciudadanos despistados y los animales, sino que también suponen una ‘facilidad’ para aquellos desaparecidos voluntarios que buscan quitarse la vida: “Siempre que hay una búsqueda de personas con demencia o tendencias depresivas, buscamos primero en los pozos, porque son un punto ‘caliente’ para personas que lo ven como una oportunidad para tirarse y suicidarse. Si los pozos estuvieran debidamente cerrados y en buen estado, estas cosas no pasarían”.
“Las respuestas de las autoridades a este problema nunca llegan”
Tras el accidente que le costó la vida al pequeño Julen las denuncias ciudadanas aumentaron y se comunicó la realización de inspecciones por parte de los Ayuntamientos y del Gobierno, con la intención de detectar pozos ilegales y en malas condiciones.
Además, se realizó un peinado de pozos con el fin de dar con los ilegales o abandonados que significasen una amenaza para los transeúntes. Sin embargo, muchas zonas privadas no fueron peinadas y todavía sigue habiendo accidentes que ponen en gran riesgo la vida de los ciudadanos.
En este sentido, Jorge Granada argumenta: “Cuando pasó lo de Julen, todo el mundo se concienció con el asunto, pero las respuestas de las instituciones a este problema nunca llegan y al final las cosas se acaban olvidando, es entonces cuando vuelven a producirse desastres. Quizá lo más peligroso del pozo es no saber que está ahí, porque la mayoría están muy bien camuflados, aunque hay otros que son muy visibles, lo que tampoco implica que haya menos posibilidades de caer”.
Según datos oficiales, actualmente hay en España más de un millón de pozos ilegales repartidos por todo el país, que suelen responder a prospecciones realizadas por particulares para encontrar agua. Se trata de agujeros similares al agujero por el que cayó Julen en Totalán, y podrían resultar igual de peligrosos para los paseantes. De hecho, en nuestro país se perforan cada mes, sin licencia, entre veinte y treinta pozos como el de Totalán.
En aquel entonces y con la presión mediática sobre los sistemas de control, se aseguró que el plan de inspecciones iba a ponerse en marcha de manera firme e iba a tratar de acabar con la existencia de pozos ilegales. Sin embargo, fuentes cercanas señalaron en enero para elcierredigital.com que “los remedios que aseguraron hacerse en 2019, no fueron muy eficaces y no se peinaron bien las zonas para evitar tragedias relacionadas con los pozos abandonados”.
Santiago Martín Barajas, portavoz del área de Agua de Ecologistas en Acción, denunciaba que después del caso de Julen el Gobierno no ha tomado medidas para acabar con el problema de los pozos ilegales en España. “No ha habido nada nuevo. Algunos ayuntamientos han eliminado algunos de estos pozos tapándolos con tierra, pero nada más”, aseguraba.
Son muchos los pozos identificados en lugares públicos, pero también son muchos los pozos abandonados o en mal estado que residen en zonas privadas de los que no se tiene constancia de su existencia, por lo que resulta “ineficaz el plan puesto en marcha tras la tragedia de Totalán, ya que siguen produciéndose accidentes en los que los ciudadanos se ven involucrados al no existir un verdadero protocolo ni ningún tipo de cerco para evitar el acceso a estos pozos abandonados”, informaron fuentes cercanas a elcierredigital.com.
Por su parte, Jorge Granada ha concluido su encuentro con elcierredigital.com señalando la “necesidad de un plan oficial, algo con lo que poder trabajar, porque al final todo vuelve a estar en manos de los ciudadanos. Si nos pusiéramos a mirar todos los pozos ilegales que hay, yo garantizo que seguro nos encontraríamos más de una sorpresa. Desde luego que más de un cuerpo humano y no humano aparecería seguro”.
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