Generación Z no quiere hijos: Desilusión e inseguridad económicas.
Según el psicólogo Javier Urra, "la mujer trabaja fuera de casa y es difícil conciliar".
Hay una pregunta que siempre surge en una conversación entre jóvenes integrados en la que se conoce como Generación Z, y no es otra que: “¿Piensas tener hijos?”. La respuesta, en la mayoría de los casos, es simple y contundente: No. Una negativa que refleja la influencia de varios factores que, en su conjunto, han provocado una preocupante caída de la natalidad en España.
Desde elcierredigital.com hemos contactado con el que fuera el primer defensor del menor en España Javier Urra, que, como psicólogo, analizará para elcierredigital.com las causas que llevan a estos jóvenes a plantearse un futuro sin descendencia.
Independencia tardía y desilusión
Los jóvenes que integran la generación Z, la que sigue a la conocida generación millenial, han marcado un cambio de paradigma al plantearse, mayoritariamente, la vida sin descendencia. Este cambio se debe a varios factores. Uno de ellos es la dificultad para independizarse. "En España, los jóvenes se independizan muy tarde, algo que no ocurre en países como Estados Unidos, Noruega o Suecia. Hay muchos jóvenes que no viven mal en casa de sus padres aunque, en muchos casos, querrían vivir fuera o adquirir un compromiso con su pareja. Por ello la estancia en casa de sus padres se alarga", sostiene Javier Urra en conversación con elcierredigital.com.
Otro de los factores clave es la economía familiar. "Hoy en día hay mucha inseguridad económica, en el sentido de que hace décadas una mayoría comenzaba a trabajar en una empresa y su vida laboral acababa en esa misma empresa, o si había cambios, estos eran pocos, se podía trabajar en dos o tres a lo largo de una vida. Sin embargo, los jóvenes ahora saben que cambiarán de empresa varias veces a lo largo de su trayectoria y, además, ven como una posibilidad que la empresa en la que están trabajando puede cerrar o quebrar", sostiene Javier Urra.
Esta inseguridad económica crea cierta desilusión. "Este es un problema real, las parejas tienen la idea de que tener hijos es muy difícil. Piensan que no es fácil poder llegar a mantenerlos, porque bajo mi opinión personal, hay mucha precariedad y también imposibilidad para poder conciliar", sostiene Javier Urra.
Cambio en el modelo familiar
Además de la imposibilidad de independencia o de poder conciliar, desde hace décadas se ha registrado un cambio de modelo familiar que, hoy en día, impide el aumento del natalismo. "Pese a que las familias españolas son muy democráticas y muy abiertas, hoy en día hay muchísimos tipos de modelos familiares", prosigue el que fuera primer defensor del menor.
A principios de la década de los sesenta España atravesaba el ansiado periodo del desarrollismo que duró hasta 1975, y nuestro país tenía la tasa de natalidad más alta de toda Europa. Un dato que se mantuvo hasta principios de la década de los ochenta cuando una serie de factores comenzaron a conformar el cambio de paradigma que hoy impera en España.
La llegada de los métodos anticonceptivos o la incorporación de la mujer en el mercado laboral propiciaron un descenso notable de la natalidad. "La sociedad ha cambiado. Antes las mujeres vivían y trabajaban en casa, tenían hijos a los que se dedicaban por completo. Ahora la mujer suele trabajar fuera de casa y le es muy difícil conciliar por mucho que la legislación vaya avanzando", afirma a elcierredigital.com Javier Urra.
Otro de los factores que entran en juego es la negatividad. "En la actualidad, todo tiene que ir bien, es decir, ahora tenemos que tener un hijo sano y cuando llega al período de adolescencia y tiene un conflicto, hay que llevarlo al psicólogo. Antes, los padres ganábamos muy poco. En muchos casos, solo había un sueldo y con eso vivíamos", sostiene Javier Urra.
Falta de visión de futuro
Esta negatividad, la cual mencionábamos anteriormente, influye en la falta de visión de futuro. "En mi opinión personal, la sociedad actual tiene muy poca visión de futuro y mayoritariamente piensa que tener hijos genera problemas. Sin embargo, no tienen tan claro que pueden generar ilusión. Un hecho a destacar es que, por ejemplo, en la ciudad de Madrid hay más mascotas que niños", indica Javier Urra.
Además del aumento entre la generación Z de hogares con mascota y de hogares sin hijos, estos jóvenes prefieren dedicar su economía a desarrollar sus aficiones, entre ellas, el viajar. "Antes se priorizaba ser padre o madre, se entendía como algo esencial en la vida. Hoy en España no es así. Porque el mundo está creciendo muy rápido. Creo que a los jóvenes no se les ha dado mucha perspectiva del futuro y que no se les ha permitido ver lo bonito que es ser padres", destaca Javier Urra en conversación con elcierredigital.com.
Hoy por hoy España e Italia son las naciones con menor natalidad del mundo. "Esta circunstancia abre otra problemática a la que hacer frente. Y es que España, junto a Japón, es el país con más longevidad, es decir, donde más años se vive. Esta alta esperanza de vida unida a la escasa natalidad nos conduce a convertirnos en una sociedad muy vieja y lo seremos en muy poco tiempo. Por eso, una buena alternativa es la inmigración, que en la mayoría de los casos es joven", explica Javier Urra en conversación con elcierredigital.com.
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